Lloro

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Lloro. Escribo sin pensar, intentando desahogar todo ese dolor que mi hígado lleva soportando. Intentando relajar todos los gritos que mi cabeza me manda por minuto. Intentando aliviar las heridas que el corazón recibe.

Lloro. Tú no te das cuenta de ello, pero yo lloro. Porque tu falta no me duele, no la noto. Porque lo que si noto es que mi falta no te duele.

Lloro. Y lucho para que el niño que en su cuna vive deseando volver al cobijo que siente en el vientre de su madre se de cuenta de que yo lloro. Si se da cuenta de que lloro, quizá se pregunte por qué el no ha elegido llorar, sino que le vino solo.

Lloro. Me siento vacio. Se supone que lloré hace 17 años por primera vez. No me lo creo. Cuando duermo recuerdo cosas. Lloré hace muchos más años. Lloré por primera vez en el momento en el que ese hombre se quemó con una llama.

Lloro. Sigues sin saber el porqué lloro.

Lloro. El otro día leí la última página de ese libro. El que tú sabes, si. Ese que no te regalé ni te regalaré. Pero si, es ese. Ese que sigo pagando mientras tú doblas sus esquinas para ver por donde vas. Doblado... ¿cómo se sentirá?

Lloro. El jardinero nuevo ha continuado haciendo lo que el viejo Simón hacia antes. Mi compañero de piso estornuda, la alergia le tiene loco. José, como se llama el jardinero, no ha conseguido evitarle la enfermedad.

Lloro. Acabo de ver un anuncio. Una anciana que no come con su nieto. No tiene hambre. El pescado le quita el hambre, sobre todo el enorme. Me ha hecho llorar.

Lloro. Me siento vacío. He vivido como cualquiera. Mentira, he vivido más. He hecho muchas cosas. Pero la fuerza de una flecha no se usa si no tienes una diana. Tengo muy mala puntería.

Lloro. ¿Sigues sin saber el porqué lloro?

Lloro. Me he quemado mientras cocinaba. Quedaba agua en la sartén. Me ha saltado a las cejas. Ya no las tengo. He pensado en dibujarlas como en las peliculas. Me ha dolido mucho.

Lloro. Creo que voy a morir. No ahora mismo, no me entiendas mal. Todo el mundo tiene que morir. Todo el mundo tiene que morir. Todo el mundo tiene que morir. Algún día, digo yo. Segur que hay una canción que se llame así.

Lloro. Estoy más que atado. No me atrevo a moverme con quien tengo que moverme. Solo puedo levantar las cejas. No tengo, cierto. Ella no se da cuenta. Lástima.

Lloro. Me siento vacio. Porque escribiendo ésto, no lloro. Debo conseguirlo. Es la única forma de que te des cuenta de que lloro

Lloro. Nunca sabrás el porqué lloro.

Lloro. Nunca. Una de esas dos palabras si sirven.

Lloro.


Frase del día: "Rompí a llorar. Me encanta esa expresión. No se dice rompí a comer o rompí a caminar. Romper a llorar o reír. Creo que vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos" de Albert Espinosa

Canción de fondo: "Todo es mentira" de Albert Plá, genio y guitarra.

Libro añorado: "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo", libro de Albert Espinosa que perdí y que añoro por tener uno de los finales más brillantes y simbólicos que he leído. Además, tanto el escritor como yo adoramos los títulos largos.

Reflexiones de un imbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora