Sr. Scrooge de limón, Sr. Scrooge de naranja

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Navidad navidad... se me atraganta la blanca navidad.

Hay tres tipos de personas en lo que a las fechas blancas (que no son la fiesta del Bakalao valenciana): los que adoran la navidad, los que la odian y los que la dejan pasar.

Con la coherencia que acostumbro a mostrar, empezamos por los últimos. Son los pasivos. les da igual, simplemente se dejan llevar por las circunstancias. Normalmente tampoco se enervan con el día de los enamorados o con Halloween... salvo en el momento de comprar, pero como todos. Lo que debéis saber de este grupo es muy poco: les podéis poner el gorrito que queráis. 

La unión familiar y la magia es la principal argumentación de los que adoran la navidad. Se reconocen fácilmente por esa manía con cantar villancicos en cuanto hay un silencio, por una sonrisa permanente en la cara, por ese "Siempre nos queda la salud" cuando no toca la lotería... Para ellos, la navidad es una fiesta mágica en la que ser feliz, en la que darse al prójimo y en la que volver a ver y recordar a todas esas personas que queremos. Ellos son los que ponen los gorritos a la gente.

PAPARRUCHAS decía ese señor Scrooge que odiaba la navidad y cuyos fantasmas le hicieron convertirse en una buena persona. El tercer grupo es el de esas personas que o bien no les gusta la navidad porque les amarga, porque están solos, porque no tienen nada confortable, o bien porque odian esa hipocresía humana evidente que nos hace solo ser así en fechas concretas, que nos obligan a estar de buen rollo sin tener motivos evidentes que cambien nuestra vida, que dejaron de creer en la magia de la navidad por pensar en la cuesta de enero. A estos no les intentes poner un gorrito que te lo hacen comer.

Llega el momento de posicionarse: No estoy en ninguno de esos grupos. Os voy a explicar muy rápidamente cuál es mi opinión, y no voy a desarrollar más (porque reiterar que para mi los seres queridos no tiene porque ser la familia es tontería). 

Cualquier cosa que haga a la gente un poco más feliz, vale la pena. Es cierto que es una fiesta que no me gusta especialmente, porque hay que ser felices con gente que no necesariamente te hace serlo. Es cierto que tienes que comprar y comprar cosas que no quieres regalar porque crees que no es necesario. Es cierto que no me gusta tener que dejar la magia de la navidad solo para la navidad. Pero sobre todo, es cierto que hay gente que sonrie un poco más, que vive feliz y con entusiasmo estas fiestas, que sueña con poder olvidarse de todos sus problemas para el siguiente año y cogerlo con mucha más fuerza. 

Es cierto que, aún siendo un señor scrooge al que no le gusta la navidad, me encanta ser a la vez un Cratchit que busca la felicidad de la gente que ama, y si tengo que cantar un villancico, lo canto. Y si tengo que disfrazarme de Papá Noel, lo hago. Y si tengo que creer en la magia para ver ilusión en los ojos de mis niños, lo hago. 

Y si para que una sola persona sonría, tengo que ponerme un gorrito que no me gusta... me lo pongo. Viva la falsa navidad por crear sonrisas verdaderas.

Cita del día: "Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año" Charles Dickens, escritor inglés de, entre otros, Cuento de Navidad

Canción de fondo: "Y bailó una eternidad" de El Niño de la Hipoteca

Libro releído por la mañana: "Lo mejor de Miguel Gila", los mejores monólogos del maestro.

Reflexiones de un imbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora