Hace frío

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Hace frío cuando salgo a la calle en manga corta y me encuentro sumido en una semi-inconsciencia que me provocan las películas y las series de la tele. Todo va mal, y salgo fuera a respirar, a sentarme, a esperar. Y lo que consigo es que me tiriten los dientes, no que vengas tras de mí.

Tu boca arropará la de otro. La mía temblará pensando en la de otro.

Tus manos detendrán las de otro. Las mías se cerrarán odiando a otro.

Tus ojos se ahogarán en los de otro. Los míos se ahogarán en su propio diluvio.

Tu frío se convertirá en vuestro frío. El mío se convertirá en mi derrota.

Llora la calle que no consiga arroparme. Grita el banco que mi espalda tiembla. Y se apagan las farolas temiendo quemarme. Tu parque es tu salvación, mi parque es la pérdida de condiciones, emociones y sonrisas. Mientras unos duermen otros viven intensamente los peores principios y los mejores finales. En cambio yo, que si siento y si padezco, ni descanso ni cultivo. Si sonrío me desvío por el caminar que tus lunares me hacen seguir, aún sabiendo que no los podré borrar a mordiscos.

Yo miraba el móvil deseando que hubieras huido, pero no, solo paraste a celebrar. ¿Por qué no duermo si tengo el pijama puesto? Por la misma razón por la que los caballos duermen de pie: mi cuerpo no quiere bajar la guardia. Sueña despierto que todo es una broma, y que el frío se pasará arropándote a ti y quitándome la ropa para darte el calor que necesitas.

Un mercader pasará vendiéndote un abrigo. No vale lo que quiere cobrar. La dura es vida.

Si llegas no eres capaz de leerme la cara. No eres capaz de escuchar a mi boca ni capaz de sentir mis manos. No alcanzas a ni sorber el culillo de mis ojos. Y ni lees mi cara, ni sientes mi frío. Solo estás en lo de otro... pero estás. Eso ya es vital. Para ti al menos, que sentirás calor. Supongo que tu calor se me contagia, pero no si mirándote a los ojos veo que están con otro. No si tocándote las manos siento que son sumisas. No si en tu boca veo palabras ajenas. Y no si tu calor te lo ha dado otro.

A todo el mundo le digo: no es así. Incluso cuando creemos que el calor nos lo dan otros, no es así. El frío y el calor dependen de nosotros. Si os defendéis y lucháis por vosotros, tendréis calor. Y en el caso de que vuestro peor enemigo sea un imbécil llamado "yo", hará frío.

Porque el frío "hace" y el calor se tiene. Una es una piedra que nos sigue cada vez que nos desviamos, que salimos sin abrigarnos, y la otra se consigue. Conseguidla. Conseguidla y sudad. Yo ya no sudo... de momento.

Frase del día: "Creo que estoy en libertad para sentir y para amar. Creo que tengo lo que pedí, no me lo dieron, yo lo conseguí. Y aunque ahora siento un poco de frío, creo que el tiempo me traerá el abrigo", de la argentina Celeste Carballo.

Canción de fondo: "Pequeño Vals Vienés" interpretado por Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández.

Recomendación: La serie Vis a Vis. Fascinante como ha construido los personajes, los buenos malos y los más malos buenísimos. Un gusto de ver, y encima nuestro, con la misma calidad que otras super-producciones.


Reflexiones de un imbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora