Niall
En cuanto ambos bajaron del auto comenzaron a correr hacia la casa.
Estaba lloviendo intensamente en la calle, y según lo que recordaba Amy le temía mucho a la lluvia desde que era pequeña.
Entraron muy rápido, ya completamente mojados.
La casa estaba silenciosa y oscura.
-Lou, aun no ha vuelto.-Dijo Amy, ya en la cocina, guardando en la encimera los viveres que habian comprado.
-No, dijo que se quedaría en lo de Megan.-Respondio tontamente, acababa de notar lo increíblemente hermosa que se veía ella con algunos mechones mojados de su cabello castaño adheridos a su rostro.
-Al parecer seremos solo nosotros dos.-Dijo ella impulsivamente, al notar el doble sentido con el que sonaron sus palabras, se sonrojo rápidamente.
Cuando levanto la vista y sus miradas se encontraron pareció que todo el mundo desaparecía a su alrededor, solo eran un par de ojos verdes y brillantes viendo directamente su corazón.
Fue como un hechizo...
Un hechizo que se rompió rápidamente, cuando ambos oyeron el gruñido proveniente del estomago de Niall.
¡Tenia mucha hambre!!
Su precario desayuno de la mañana no lo habia satisfecho en lo mas mínimo.
-Tendremos que remediar eso.-Dijo ella riendo tontamente, lo estaba avergonzando.
-¿Que quieres que te prepare?-Pregunto ella dulcemente.
-¡¡Panquecitos de canela!!-Grito emocionado como un niño pequeño en navidad.
-Bien, siéntate en la sala, estarán listos en algunos minutos.
Al oír un trueno muy fuerte, Niall pudo ver como el miedo se dibujaba en el rostro de Amy y esta se estremecía.
-No, me quedare contigo.-Dijo dejando salir su lado sobreprotector. -Quiero aprender a hacer esos increíbles panquecitos tuyos.
No iba a dejarla sola temblando de miedo, aun que eso le costara su propia vida, siempre cuidaría de ella...
Esos fueron probablemente los mejores minutos de su vida, ella fue dándole instrucciones como, como debía batir la mantequilla con los huevos, preparar moldes y encender su propio horno, que jamas habia sido usado.
Mientras los panquecitos se horneaban, ella le enseño a preparar el glaseado, en vano.
Nunca en su vida habia visto un glaseado tan feo.
-No, pusiste demasiada mantequilla.-Grito ella intentando arrebatarle, por segunda vez, el recipiente en el que lo estaba preparando.
-No, ¡¡déjame batirlo a mi!!!- Grito corriendo hacia el otro lado de la cocina con el bol en sus manos.
-¡Dios!! ¡Niall tienes tres años!-Dijo ella ofendida, al ver que el se comia el glaseado con los dedos.
-Si, los tengo.-Dijo el pasandole sus dedos rebosados de glaseado en la punta de su nariz.
Al ver la intensa calidez de sus mirada dirigida hacia el, se quedo sin palabras, su corazón se detuvo.
El sonido que avisaba que sus panquecitos estaban listos, lo despabilo repentinamente.
-Mmmm huelen increíble.-Dijo Amy sacándolos del horno.-Puedes ir a la sala y elegir una película para que veamos, mientras yo preparo algo de té.
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Mi Cupcake Boy ❤
Teen FictionLa primera vez que Niall beso a Amy Tomlinson fue cuando ella tenia 8 años y lloraba desconsoladamente encerrada en su closet. Ese día prometió cuidar de ella, sin saber que 10 años más tarde la dulce niña tocaría la puerta de su vida nuevamente, re...