SOMETIMES➰ {Gemeliers}

¿Lena?

*1 mes después.*

Me tiemblan las piernas.
¿Porque será?
¿Porque tengo examen de Latín y no tengo ni idea de este temario?
¿O porque es hoy cuando vuelve Jesus?

Me estampo el libro en la cara, y Dani sonríe.

-Nerviosa, eh.-ríe, hoy está especialmente feliz.

-Buf.-resoplo.-No se me queda.

Durante todo este mes, Dani y yo nos hemos echo inseparables, uña y carne, mejores amigos.
Desde el día de año nuevo, que nos escapemos los dos porque no podíamos mas, nos fuimos a medio del monte y comenzó a contarme toda su vida, igual que yo la mía a el.

-¿No será porque hoy vuelve mi hermano?-sonríe pícaro.

-No.-me muerdo el labio.-O quizás si, ay, no sé, ¿qué más da?

-¿Hablarás con el?-se cruza de brazos.

-Por supuesto que no.-me sonrojo.-No se ni como reaccionar.

-Aun no estas lista, ¿eh?-sonríe.-¿Como fue lo que me dijiste ayer? Venga, repítelo.

-Vendran canciones mejores pero no tendrán su letra ni me harán olvidar su música.-suspiro.-¿Contento?

-Ahí te lo dices todo a ti misma.-me aprieta las manos.-No vas a olvidarlo, ¿qué te cuesta darle otra oportunidad?

-Se que no lo hizo queriendo.-me muerdo.-Pero intentó matarme, y... todas las noches tengo pesadillas con eso, tendré que acostumbrarme, entiéndelo, es difícil.

-Qué sea difícil no implica que sea imposible, que sea imposible no implica que vaya a rendirse.-susurra y se encoge de hombros.

Cierro los ojos ante su comentario y sigue leyendo su libro de Latín, pero yo en vez de eso, saco el movil y leo los mensajes que me han llegado.

Me meto en la conversación de Jesus, como hago todos los días, y cuando veo que esta escribiendo se me para el corazón, pero segundos después esta en línea.

Coge el teléfono pero no es lo suficiente valiente para marcar mi numero.
Me escribe porque según Dani me echa de menos, pero acaba borrando hasta la ultima letra.
Su orgullo siempre es más fuerte que el.
Pero no le juzgo.
Yo también me declaro culpable.

Un chasqueo delante de mis ojos procedente de David, hace que baje de las nubes y lo mire a los ojos.

-Hola.-sonrío.

-¿Estas bien?-pregunta esta vez Bea.

-Estoy, que es lo importante.-me levanto.-¿Vamos?, tenemos que coger sitio para el examen.

-Va.-me agarra de el brazo y tira de mi hasta llegar a clase, donde nos colocamos separadas y comenzamos el examen.

.....

-Menudo cerapio mas redondo voy a sacar.-gruño, dándole un bocado a una de las galletas que tengo para almorzar.

-Tranquila hermanita, no serás la única.-me guiña un ojo David.

Y aunque ya haya pasado el examen, los nervios siguen ahí.
Porque estoy enamorada de alguien que no se si es bueno para mi y que lo veré dentro de nada y aj, no tengo ni idea de como debo reaccionar.
Porque a veces decimos 'adiós' cuando quizás, solo es un 'hasta luego'.

-Bueno, lo importante es que si suspendemos tenemos opción a un trabajo.-nos anima Dani.

-Y que hoy vuelve Jesus.-ríe Bea.

Trago saliva y aparto la mirada un poco.

-Voy a beber agua.- me levanto y veo como Dani me sigue.

-Espera, Lena.

-Dime.-me giro y le sonrío un poco.

-Mira.-me tiende su móvil y lo miro.

Hay una conversación abierta con Jesus y no tardo en leer el mensaje.

"Es eso que aun duele y aun así volvería a repetir otra vez, ¿sabes?, necesito volver a verla, aunque solo sea para decirle que de verdad que lo siento"

-Ya esta en casa.-susurra Dani cuando le devuelvo el movil.-Vente a comer.

-Vale.-digo antes de pensar.-Espera.. no, no vale, ¿como quieres que reaccione?

-Tu solo, ven.-pide haciendo un puchero.

-Uf, vale, pero... ¿Que hago si no puedo soportarlo?

-Simplemente llámame y yo estar ahí.

....

-Voy a tocar.-levanta las cejas con una sonrisa, refiriéndose al timbre.

-¡No!-grito.-Quiero decir, espera un momento...

-¿Que pasa?-ríe.

-¿Estoy guapa?-digo nerviosa, por lo que el estalla en carcajadas.

-Preciosa.-acaricia mi mejilla.-Anda, toca tu.

Mientras subo mi mano hacia el timbre veo como me tiembla y estoy apunto de girarme y salir corriendo, pero no, toco el timbre y me coloco detrás de Dani como si estuviera asustada.

-¿Que tal el día hoy, cariño?-sonríe Eva al abrir la puerta.-Hombre, Lena, preciosa, ¿qué tal?

....

Jesus.

Cuando oigo pronunciar el nombre de Lena de la boca de mi madre, doy un bote del sofá y salgo pitando para ver que es verdad, que ha venido.

No puedo evitar sonreír, ya que cuando sus ojos chocan con los míos noto el mismo cosquilleo en el estomago que sentí la primera vez que la vi.

No ha cambiado mucho, el pelo le ha crecido un poco, y eso que ya lo tenía bastante largo, y la expresión de su cara ahora es triste, pero es culpa mía, y lo quiero remediar.

-Eh... ¿Lena?-susurro.