Capitulo dos.

143 19 10
                                    

Me asusté. Y creo que lo notó al ver mi cara de espanto al verlo. Ocultó una pequeña sonrisa y se aclaró la garganta, fingiendo estar serio.

— No pretendía asustarte. Creo que esto es tuyo. —me dijo sacándose un papelito lleno de preguntas.

— Gracias. —dije sorprendida por su acto de bondad. Recordé lo que Jack me dijo y me mantuve distante, aunque era difícil mantenerme distante cuando unos ojos azules no paraban de observarme.

— ¿Que haces aquí?

— Iba a entrevistar a la Bibliotecaria para el trabajo de literatura.

— Ya he entrevistado yo a la Bibliotecaria, tendrás que buscarte a otra persona. A no ser que quieras que Green crea que me has copiado. —dijo con un tono frío encogiéndose de hombros y con cara de inocente.

— ¿Te pasa algo conmigo o siempre eres así de maleducado? —pregunté algo decepcionada por su carácter.

Su mirada reservada me atrapó, era penetrante pero no parecía ocultar malicia ni malas intenciones. Tardó unos segundos en contestar, y en esos segundos escaneo mi rostro, como si estuviera pensando algo.

— Siempre soy así.

No podía negarlo, aquel chico tenía algo de especial, diferente. ¿Quién se tomaba las molestias de coger un papel, buscar a la dueña y sonar así de descortés? Los rayos de luz que pasaban por la ventana iluminaban su piel con mejor claridad, era apuesto sin duda, debía de admitirlo.

— Oye... si quieres puedo hablar con Green para que te cambie de sitio. —habló con una voz grabe pero dócil. Lo miré perpleja.

— ¿Porque querría que me cambiaran de sitio? No me has echo nada diabólico.

No me lo podía creer. Su carácter me desconcertaba, constantemente cambiaba de parecer. No había pasado ni seis horas a su lado como para querer que me cambiaran de sitio.

— Ya... Bueno, creo que debería marcharme.

— Espera —lo cogí del brazo.— Como no puedo entrevistar a la bibliotecaria ¿te puedo entrevistar a ti? -Juntó las cejas extrañado.

— ¿Que te hace pensar que puedes "entrevistarme"? —preguntó con una ceja alzada y con aire de diversión es su cara.

— No tengo tiempo. —Era verdad, no tenia mucho tiempo. Después de la universidad tenia que organizar unos papeleos para que me aceptaran en las habitaciones del departamento y así no tener que recorrer 30 kilómetros en aquella máquina infernal, también llamada "moto de mi hermano". Después trabajar, oh sí, tenía trabajo de lunes a jueves de recepcionista en un hospital. —Prometo no preguntarte nada muy personal. —dije intentando convencerlo del todo.

— Está bien. —suspiró derrotado y se sentó en una de las sillas. Me senté frente a el.

Me estaba dando permiso para interrogarle. Se cruzo de brazos, remarcando sus músculos. Llevaba una camiseta oscura que le recalcaban sus azules ojos. Me aclaré la garganta, pensando en cuales serían las diez preguntas que nos encargo el profesor Green.

— ¿Cuánto llevas en la Universidad?

— Dos años. —apunté su respuesta en el reverso de la hoja.

— Entonces... ¿Cual es tu partida de nacimiento? —se echo a reír y lo miré confundida, pero la verdad era que su risa era contagiosa.— ¿He dicho algo gracioso?

— No podrías haber preguntado "cuando naciste" en vez de...

— Lo estoy haciendo como si fuese una profesional —lo interrumpí y se volvió a reír.— ¿Cuando naciste? —Utilicé su modificación con un breve suspiro.

Silence PleaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora