Y no se necesitaron palabras para expresar lo que ellos sentían. Se necesitaban hechos, actos y más…mucho más. Se amaban joder. Sí, ¿Por qué no decirlo? Se necesitaban el uno al otro aunque ninguno de los dos se animaba a decirlo esa noche. ________________ subió sobre su cuerpo, acomodándose sobre él, acurrucándose entre su poderoso torso. Él le acarició el cabello a la misma vez que tocaba su espalda. Y no quiso decirle nada. Solo actuar. Esa noche eso era lo importante. Actuar y dejarse llevar por lo que ambos sentían. La desnudó. Y ________________ se dejó hacer. Amaba que él la tocara de esa forma. Que pasara sus manos hasta por el último centímetro de su cuerpo. Que la estremeciera con el tacto de su piel. Era exquisito. Perfecto. Único. Y así lo sentía él también, su cuerpo fue a parar sobre el de ________________, ahora también estaba desnudo y duro… duro como una jodida piedra. La piedra más dura o mejor aún…el mismo metal. Hace tiempo que no se tensaba de esa forma y es que ese sentimiento solo era propio de él cuando estaba con ella.
________________ bajó la mirada para observar la enorme erección de Tom…
- Esto es tú culpa. – Tom se acercó a su oído, erizándole la piel. ______________ cerró los ojos, soltando un leve respiro. Algo parecido a un gemido. – esto… - y él decidió ser aún más malévolo en todo esto. Rozó el pene sobre el monte de venus de ___________________, esta le abrazó la espalda, metiendo sus uñas en ella. – solo lo provocas tú… - volvió a susurrarle el oído aquellas pequeñas palabras que hacían que todo el cuerpo de _________________ se encontrara a su disposición. Tom decidió separársele unos segundos, antes de comenzar a humedecer su dura polla en la feminidad de __________________. - ¿quieres esto?
- Te amo. - _________________ abrió los ojos. No podía sentirse de otra manera, era…eran tan afortunada de tenerlo. Le abrazó la espalda, aunque sus manos no terminaron de encerrarla. Los ojos de Tom la miraron enternecido, enamorado, enamorado por primera vez pero como siempre de ella. – te amo y te necesito. – continuó ella. Esta vez mirándolo a los ojos, sintió que debía a vérselo dicho antes ,y aunque lo había hecho ,este momento era mejor. Por fin sentía que habían hecho las pases y todo estaba volviendo a ser como antes. Que ninguno de los dos tenía ningún rencor contra el otro. Que todo estaba claro. – te juro que jamás he sentido esto por nadie…
Tom le besó la boca, interrumpiéndola.
- Te amo… - susurró ella, de nuevo.
- Y yo mucho… - besó su cuello, ella soltó una risita ahogada. – mucho más…
- Quiero que las cosas vuelvan a ser como antes ¿sí? – encerró el rostro de Tom en sus manos. – que solo seamos tú y yo…
Él se concentró en sus ojos. En lo bonitos que eran. En lo mucho que lo hacían perder la noción del tiempo. Asintió…
- Siempre hemos sido solo tú y yo. – le dijo mirándola fijamente. _________________ acarició la espalda desnuda de Tom. – quiero que hoy te olvides de todo nena…
________________ soltó un respiro. Sería difícil. Con Tom se le olvidaban la mayoría de cosas, los problemas y situaciones. Con Tom se le olvidaba que haya afuera de esa cafetería en medio de una carretera, habían más de cien personas esperando por ella…, un novio, una fiesta, una ceremonia, su padre… tragó saliva. Haya afuera todo era problemas, mientras ahí adentro… solo se preocupaban por amarse.
- ¿Me prometes que lo harás? – le preguntó él. Ella volvió a asentir con la cabeza, esta vez bajando sus manos hasta la cintura remarcada de Tom y decidió bajar un poco más… chocando con sus nalgas. Él le lanzó una sonrisa cómplice. – quiero que hoy volvamos a ser los de antes. - ________________ arqueó las caderas, entonces Tom entendió lo que quería alcanzar de él, su dura y enorme polla. – que las cosas vuelvan a ser como en los viejos tiempos.
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Secuestrada | Secretos | Sedúceme | 3 Temporadas | Tom Kaulitz ✔️
Teen FictionCuando a Tom Kaulitz, uno de los criminales más buscados en todo Estados Unidos, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Las Vegas, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...fue enamorarse de una de ellas. Ad...