Después de aquella fiesta pareció que todo volvió a la normalidad, cada quien regreso a su hogar, Eiden al fin tranquila de que su hermano sería el Rey, Ezra contento por ser el nuevo soberano, Frigga y Odin orgullosos al igual que Thor, pero Loki muy pensativo, ¿ en que?, en su pasado, la verdad es que últimamente Eiden no podía salir de su cabeza y no tenía ni la menor idea de por que, y por más que intentaba cuestionar la razón no llegaba a ninguna respuesta exacta sobre eso, quedó pensar que simplemente era por que había pasado tanto tiempo sin verla que eso era lo que no la sacaba de su cabeza.
Eiden caminaba por los jardines de palacio como siempre, pensando mucho, sobre muchas cosas, Eiden siempre había aplicado el yo pienso más que hablar, era una chica muy dulce, social, divertida y grandiosa, pero cuando se encontraba en ese estado de concentración tan agudo normalmente se volvía distante, sería, callada, y muy, muy observativa. Reflexionaba muchas cosas sobre sus padres y lo mucho que cambiará el Reino ahora que su hermano estuviera delante, lo conocia, no dudaba ni tantito en que sería grande y muy justo, pero se preguntaba si era lo suficientemente maduro para poder dirigir todo este mundo, y más aún si la gente después de un tiempo de ver como sucedían las cosas estaría conforme con tenerlo a el como su Rey. De pronto despertó del ensimismamiento en el que había estado y se dio cuenta que estaba sentada en el pasto, haciendo volar a su alrededor mariposas blancas con un destello azul detrás de ellas, las observó unos segundos más y después subió su mano cerrándola en un puño y las mariposas desaparecieron, se levantó con movimientos gráciles de el pasto y se decidió a descansar en su alcoba.
A veces no le gustaba dormir, sus sueños solían ser tan reales que resultaban escalofriantes, y otras veces deseaba que no terminarán, un segundo con sus padres era lo que más ansiaba en toda su vida. Y esta era una de esas ocasiones en las que sólo se recostaba en su cama sin dormir, simplemente mirando hacia el techo como si allí fuera a encontrar la respuesta de algo crucial.
Comenzó a mover su dedo de un lado a otro, dibujando una estela blanca. Sus poderes habían sido adquisición de nacimiento, y nadie más en este Reino, más que por supuesto el Viejo Erl gozaba de ellos, y aunque Eiden los usaba seguido, simplemente eran para propósitos muy simples, realmente no sabía la magnitud o el poder que tenían, aunque el Viejo Erl le hubiera dicho que era muy, muy poderosa. Pronto se quedó sumida en un profundo sueño, y no supo nada más de nadie. Comenzó a soñar con Asgard, allí estaba ella, sentada en el pasto del jardín principal de Asgard, viendo como el Sol se iba escondiendo para dar paso a la noche, cantaba la dulce melodía del Adiós al Sol que le había enseñado su madre, Eiden adoraba sentir la fresca brisa revolviéndole el cabello blanco mientras cantaba, era una sensación que simplemente disfrutaba con locura, de pronto sintió una mano en su hombro, volteo y se encontró con el rostro de Loki viendole, tenía una cara sería y como si de alguna manera intentará consolarla-¿Que sucede?- preguntó Eiden intentando entender por que estaba de esa manera, Loki se sentó a su lado y en voz baja dijo- No hay buenas noticias aun- Eiden asintió mirando hacia las estrellas, aquello lo sabía, y dudaba que en buen tiempo hubiera buenas noticias- Pero no te pongas triste, yo estoy aqui- Eiden volteo a ver a Loki y sonrio- Eso es cierto, te tengo a ti- Eiden recargo la cabeza en el hombro de Loki y cerro los ojos un segundo, cuando volvió a abrirlos y todo estaba lleno de fuego, volteo para ver a Loki y se encontró con el, pero muy distinto a como había estado antes, este Loki estaba lleno de sangre y con los ojos idos, estaba muerto.
Se paro rápidamente de donde estaba, con la respiración acelerada, sin entender que era lo que pasaba, comenzó a mirar a todos lados, todo estaba lleno de fuego, cuerpos esparcidos y ruinas, el ambiente se sentía triste y lleno de miseria, y no le gustaba nada la agonía del lugar, corrio hacia el castillo buscando a Frigga, pero ella no respondía a su desesperante llanto, de pronto una mano la tomó de la cintura y la halo, y otra le tapó la boca, Eiden intento forcejear pero le era imposible, aquella persona era mucho más fuerte que ella, de pronto escuchó una voz que la hizo quedarse estática, sin moverse ni un poco- La destrucción llegara a Asgard muy pronto- intento gritar pero no pudo.
Eiden despertó de golpe, haciendo que sus ojos dorados brillarán de repente en la oscuridad, tenía el pulso acelerado y estaba muy desconcertada, no dejaba de repetirse en su cabeza lo que aquella voz había dicho, La destrucción pronto llegaría a Asgard, intentaba razonar aquello pero por alguna razón no lo podía hacer.
A veces tenía sueños profeticos, era parte de sus poderes, y las cosas que soñaba sucedían, siempre y cuando el rumbo de las cosas no fuera cambiado, no quería pensar que lo que había soñado sobre Asgard fuera algo como eso, pero quien podia adivinarlo, aquel mal presentimiento estaba en su pecho, y eso solía pasarle cuando eran profecías catastróficas, pero también cuando tenía pesadillas muy reales, intentaba evadir la sensación de que aquello fuera una profecía, y al final logró convencerse a si misma que sólo había sido una muy mala pesadilla y volvió a recostarse para dormir.
Loki leía libros sin cesar, podía pasar horas estudiando hechizos sin parar, y jamás se cansaba, la biblioteca era como su escondite preferido en todos los mundos, y Frigga lo sabía, por esa razón siempre que quería conversar a solas con su hijo, lo hacia cuando estaba leyendo.
Entró en la enorme biblioteca dorada, buscando por todos lados a Loki, era un poco intrépido en lugares como estos, ella lo sabía desde que el apenas era un niño, podía estar en un segundo en un pasillo y en el siguiente en otro. Comenzó a buscarlo por los pasillos y entonces lo encontró tirado en el piso, con una enorme montaña de libros al lado suyo, tenía un cuaderno muy grande y viejo en las piernas, y lo leía con mucho detenimiento, Frigga odiaba interrumpir a su hijo cuando estaba tan entretenido pero era necesario para sacarse aquella duda de la cabeza- Hijo- dijo suavemente para no espantarlo, Loki levantó la mirada del libro observando a su madre, aún sin entender del todo que hacia aquí, sólo hasta que dijo- Necesitó hablar contigo- Loki entonces reaccionó y asintió, cerro su libro y lo puso con la montaña de demás libros-¿Que pasa?-Frigga sonrió y se acercó a el sentándose frente a Loki- Sólo quería venir a hacerte una pregunta sobre Eiden- Loki fruncio el ceño sin entender que rayos tenía que ver Eiden con el-¿ Que tiene?- Frigga sonrió dulcemente a su hijo y preguntó-¿ Es cierto eso de que la odias?- Loki volvió a fruncir el ceño, colocando su mano sobre su barbilla, rascandosela, ¿ La odiaba?, aquella era un pregunta que no se habia hecho jamás.
- No- fue su sincera respuesta que no tenía que haber salido de su cabeza, pero que lo había hecho involuntariamente al abrir la boca.
Frigga respiro más tranquila, por un momento había creído que aquello podía ser cierto y le había preocupado mucho, Eiden era como una hermana para ambos, colocó su mano en su pecho y con voz más tranquila dijo- Eso me tranquiliza hijo, pero entonces ¿ que es lo que tienes hacia ella? ¿ por que te comportas tan frío con ella?- Loki volvió a pensar aquello, en realidad nunca había estado seguro de por que lo hacia- Supongo que es por que como ella siempre fue demasiado diferente a como soy yo, y por lo mismo jamás nos entendimos muy bien- Frigga asintió ante la respuesta de su hijo, sonaba bastante lógica y quizá era cierta, pero ella veía en los ojos de el alguna otra pequeña cosa que decia que había una razón más, pero sabía que ni aunque intentará arrancarle la lengua para que lo dijera lo iba a decir así que se limitó a contestar- Vaya ahora entiendo, por un segundo me había preocupado, pero si es así no tengo nada más que decir- se levantó del suelo y Loki le sonrió amablemente, le gustaba que su mamá fuera de esa manera, que no fuera entrometida en asuntos en los que a veces el ni siquiera se entendía a si mismo- Iré a ver como esta tu Padre, fue a visitar a un amigo y debe encontrarse agotado- Loki asintió y en cuanto su madre salió del aula continuó leyendo sus libros, sin si quiera querer cuestionarse en su cabeza que era lo que sucedía, no estaba de humor para ordenar sus ideas.
Eiden corrió a los brazos de su hermano...que la esperaban extendidos como dos grandes alas para acogerla- Te quiero Ezra- susurro Eiden mientras lo abrazaba con todas sus fuerzas- Yo más hermanita querida- respondió Ezra dándole un beso en la cabeza-¿Que se siente por fin ser el Rey de Evolét?- le preguntó Eiden a su hermano con una cara de curiosidad increíblemente chistosa, Ezra río y aún no sabía como contestar a esa pregunta, pero intento formularla lo mejor posible. - Bien, creó que tarde o temprano esto iba a suceder, y puedes confiar en que intentaré ser tan buen rey como mis padres lo fueron y quisieran que fuera- ambos hermanos se miraron por unos segundos, compartiendo sentimientos con las miradas, y al final Eiden dijo- Papa y mamá estarían orgullosos de ti-.
Ezra sonrió conmovido, y miro hacia el cielo como esperando que en algún lugar de las estrellas se encontrarán sus padres y que desde allí estuvieran sonriendo.
- Si que lo estarían muchachos, creanlo- Aquel era el Ministro Gdio que se acercaba a ellos con paso acelerado, era un hombre muy alto y delgado, tenía el pelo negro amarrado en una coleta, su cara era demasiado delgada, tanto que se le notaban los huesos, pero era parte de su fisonomía según decía, tenía los ojos rojos y muy brillantes y las facciones marcadas con la nariz larga y en punta como lanza.
Ambos hermanos le tenían mucho afectó al Ministro Gdio por que cuando sus padres habían muerto el había sido quien más los había ayudado con el Reino para que el día que Ezra se volviera rey todo saliera bien, además de que sus padres lo estimaban demasiado por siempre estar ahí para ayudarlos.
- Ministro no lo habíamos visto- dijo Ezra acercándose a el para darle un caluroso abrazo- No muchacho, lo siento pero he estado bastante ocupado a pesar de que ya no soy quien dirige el reino- Ezra río y el Ministro Gdio igual, mostrando su hilera de dientes amarillentos- Supongo que aún debe arreglar muchas cosas- Así es muchacho- dijo y después se volteo para ver a la princesa Eiden a quien le guiño un ojo, Eiden simplemente le sonrió mientras escuchaba con atención lo que decian, el Ministro siempre le había caído muy bien, pero sólo hasta ahí, no era como que llevará una gran amistad con el como su hermano lo hacia. Después de que ambos intercambiaron alguna palabras y risas en Ministro Gdio dijo- hasta pronto mi princesa, nos veremos más pronto de lo que crees- y le beso la mano, Eiden sonrió mientras el Ministro se alejaba, y aún mantenía en su corazón es sensación de que algo no estaba bien en Asgard, pero no quería creer que fuera nada, pero ¿ quien sabía? La vida da vueltas de 360 grados.Chicas:
Esperó les haya gustado el capítulo, saben que esperó con mucho gusto y ansias sus votos y comentarios, las esperó el próximo viernes con otro gran capítulo.
Saludos!!Besos y abrazos!! Nos estamos leyendo!! Las quiero!!!
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El Mundo de Eiden.
FanfictionPequeñas mariposas volando hacia el Reino de Asgard podrian ser una visita inesperada que podría cambiarlo todo. Despertando sentimientos ocultos, momentos olvidados y rostros pasados, pero que ella vuelva no significa que sea bueno, ¿ Que pasara cu...