27- Alguien a quien solía conocer

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No me lo esperaba

Definitivamente, entre todas las cosas que podrían sucederme un sábado por la mañana no esperaba encontrarme a Max frente a mí al abrir la puerta del departamento de Nicholas

-What are you doing here?-

Mi gemelo se me quedó mirando fijamente, analizando mi aspecto

Mi cabeza comenzó a funcionar a marchas forzadas, no estaba preparado para este encuentro pero instintivamente me alegré que Nicholas hubiese tenido que ir al trabajo por un asunto urgente

Un encuentro entre ellos no sonaba bien

-¿No vas a invitarme a pasar?-

-¿Qué haces aquí?-

Me mantuve en el umbral, impidiéndole ingresar

Max alzó una ceja

-Pensé que tendría un recibimiento diferente-

-Los recibimientos son para personas que se molestan en avisar de su visita, hermano-

Aunque una parte de mí se alegró inmensamente de verle sano y salvo... me comporté a la defensiva

Necesitaba mantenerme firme, sino podría caer en el maldito círculo de ruegos que inicia su mera aparición

"No tiene sentido rogar... no importa cuántas veces lo hagas..."

-Precisamente, siendo hermanos es bastante frío de tu parte que no me permitas entrar, ¿Acaso su novio te lo prohibió?-

-Nicholas no haría algo como eso-

-¿No?-

Había burla en su voz, pero no consiguió molestarme

-Te sorprendería saber cuan diferente a ti es Nicholas- siseé

Mi gemelo se mantuvo impasible, finalmente alzó su mano y acarició mi barbilla

-Déjame entrar Evan...-

Aparté mi mirada, recordándome con fuerza por qué no podía ceder

-Vete-

-¿Disculpa?-

Recordé las palabras de Varick, la petición de mi hermano y el precio que debía pagar

¿Matar a Rafael?

Probablemente antes de conseguirlo moriría y no con un misericordioso balazo

No... Rafael lo castigaría torturándole por traición

-He dicho que te vayas, me has dejado muy claro que nuestras vidas están separadas-

-Sabes que no vendría si no fuese necesario-

Apreté la madera de la puerta con tanta fuerza que mis nudillos se pusieron blancos

Claro que lo sé...

Como si pudiese olvidarlo

-¿Estás sordo Max? He dicho que te vayas-

La rabia brilló en sus ojos y con un ágil movimiento tomó mi muñeca y me obligó a retroceder

Sentí la fría superficie de la pared chocar contra mi cabeza al mismo tiempo que de una patada él cerraba la puerta

-Si yo fuera tú escogería mis palabras con cuidado-

Black ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora