Capítulo 23:"Amarga Realidad, Dulce Final"

1.8K 81 18
                                    

Pues ¿como que alguien aquí no despierta?, digamos que ha pasado un largo tiempo desde que alguien haya visitado la habitacion de Lucy, ella aun seguía en coma, no despertada y no daba esperanzas de que pueda volver.

Cuidados básicos si, visitas para ver como estaba no. Algo, algo impedía que la visitaran, no sabría explicar con exactitud que era lo que producía que los compañeros de Lucy no la visitaran a menudo, bueno estaría ocultando el verdadera explicación de esto.

Básicamente nadie quiere visitar alguien que no te responde, o que esa persona te recordara momentos doloros de tu vida, con Lucy esa sensación era de manera colectiva con todo el mundo. Suena injusto que ese sea el motivo por el cual Lucy estaba sola, pero mas que nada era doloroso verla, respirando pero no disfrutando con ellos. Natsu era una de esas personas, por decisión propia, escogió no visitarla muy a menudo, con suerte iba a visitarla un par de veces a la semana, aquel pirata que cada visita acariciaba la mejilla de Lucy sin decir nada, la culpa lo invadia cada vez que la visitaba.

Digamos que las cosas en la embarcacion de Fairy Tail, habían vuelto a la normalidad, el tiempo hacen que las cosas se ordenen como estaban, lentamente volvían hacer sus peligrosas y grandiosas hazañas.

Hoy iba ser el día en que Lucy iba despertar, ocurrieron hechos casi imposibles. Un día tan esperado para que ocurriera de esa forma, Natsu no estuvo, a Erza le pidieron matrimonio, Sting que ya sabía la noticia hizo un intento de "secuestro", Gray se declaró a Juvia, Mirajane se emborrachó y por último Happy intentó pescar un delfín.

Pero vayamos explicando lo primero ¿Qué paso con Natsu?
Todo comenzó en la madrugada, cuando el chico despertó mas temprano de lo usual, se sentía extraño, pero lo asimiló con la culpa de no ir a visitar a su amada Lucy. Natsu sentía miedo de verla así, en ese estado, frustrado le recordaba ese día en que fue completamente inútil, él simplemente no pudo salvarla. Cada noche tenía la misma pesadilla: veía a Lucy llena de heridas, moretones, maltratada y en su último aliento antes de morir ella decía: "no me salvaste porque te he mentido". Despertaba en sudor y recordaba esas palabras que trataba de bucarle sentido, desde que Lucy entro en coma, él simplemente dejo de dormir bien, solo lo hacía por inercia.
-bien Lucy, este bastardo te visitará- dijo Natsu levantándose -bien ¿dónde deje mi ropa?- terminó de decir para buscar a los pies de su cama su ropa del día anterior, ya vestido caminó lentamente por los pasillos del barco, sabía exactamente cuantos pasos eran los que daba para llegar a la habitación de Lucy, así que para hacer tiempo los contaba.
-(...)cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez y (...)- se detuvo en la entrada del la puerta de una habitación -once, llegué Luce- terminó de decir y giró la perilla de la puerta para ver al frente la cama donde yacía Lucy dormida, su pelo había crecido bastante, cosa que lo volvía loco.
-me gustaría ver tu cabello suelto en el viento- dijo acercándose. -cada día que vengo estás más hermosa. -decía acariciando la mejilla como cada visita que hacía. -me duele verte así, juró que cuando despiertes te voy proteger siempre, siempre estaré contigo- dijo Natsu con un nudo en su garganta, ese era su límite, tenía que irse, porque si se quedaba un minuto más no lo iba a soportar. -hará más calor de lo usal Luce así que abriré la ventana para que sientas la brisa- dijo abriendo la pequeña ventana que quedaba arriba de la cabeza de la rubia -que raro no hay viento- dijo este rascandose su cabello. Observó a la chica una vez más, estaba hermosa, sentía por primera vez en seis meses una pequeña paz al mirarla, se acercó una vez más, hasta quedar a unos centímetros de su cara y con la valentía que le quedaba e ignorando la culpa que sentía la besó de una forma tierna y con todo el amor contenido en todo ese tiempo, la extrañaba y mucho.
-ahora así me voy, nuestro próximo beso será cuando despiertes- dijo saliendo por la puerta. Nunca pensó que esas palabras se iban a cumplir antes de lo que él esperaba.
Salió de la habitación soltando un suspiro, aquella tranquilidad al sentir el tacto de Lucy aún seguían presentes, extrañaba cada parte de ella. Se había vuelto más callado, trataba de evitar salir a cualquier bar cuando tocaban tierra y era por la razón de que no dejaría a Lucy fuera de su alcance, aunque él estuviera fuera de su habitación cuidando de ella, cada día que pasaba su culpa aumentaba, se culpaba de que ella terminará así y él llegó demasiado tarde. Por fin había salido a la cubierta del barco, y en todo caso ese camino lo halló mas largo de lo normal, se detuvo esperaba que llegará una de esas típicas brisas marinas, pero no llegaba, y eso se lo hizo más raro.
-¿Natsu?- era Mirajane quien la llamaba, pero Natsu no escuchaba solo se limitaba a observar, el cálido amanecer, aun era temprano.-¿Natsu?,¿estás bien?- volvió a preguntar pero esta vez tomó su brazo para llamar su atención, al sentir el contacto de la albina, este reaccionó y la quedo mirando medio atontado, se notaba demasiado distraído.
-ohh disculpa Mira ¿Qué pasa?- preguntó Natsu centrando su atención en la mujer.
-necesitamos provisiones- respondió Mirajane.-pronto seran fechas de fiestas y necesitamos provisiones para nuestra celebración- dijo un poco insegura, sentía que al decir eso le faltaba el respeto a Natsu y a Lucy.
-ahh pues deja ponerme de acuerdo con Erza y arreglamos todo ese asunto- contestó este sonriendo, queria celebrar con sus camaradas, todo este tiempo les habia ido demasiado bien.-no te preocupes, Lucy lo hubiera querido así- termino de decir adivinando los pensamientos de la albina, que lo miro sorprendida, pero termino por esbozar una de sus amables sonrisas.

A Fairy Tail: La Chica Inmortal Y Él Capitán PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora