Como lo Soñe

Capitulo 25

-Júrame que no se lo dirás a nadie.
-Te lo juro, no diré nada –Aseguro Tamara.
-A Alex le gusta Lena. Y tenemos que ayudarlo.

***

Lena

-¡Lena! –Grita Andy corriendo hacia a mí- ¿Cómo estás? –me pregunta arrastrándome literalmente del brazo hacia adentro del aula.
-Bien, ¿Y tú? –dejo mi mochila en mi silla y miro a Andy, que está muy sonriente. Esto no es bueno- ¿Pasa algo?
-¡Perfecta! –Tamara se acerca con una sonrisa tímida y me saluda con la mano. Apuesto que Andrea ya le conto lo que me quiere decir a ella- ¡Sí! ¿Qué haces mañana? –Esta tan sonriente y llena de vida que me hace sonreír a mí también, aunque sigo pareciendo un muerto viviente a su lado. Y de verdad que intento estar alegre, sonriente y con vida.
-Nada, ¿Por? –Los sábados normalmente veo películas por internet.
-¡Haremos una pijamada! –No. Puede. Ser- El sábado, a las ocho, en casa de Tami.
-¿Qué? –preguntamos al unísono Tami y yo. Al parecer ella no sabía que se haría en su casa. Frunzo el ceño al ver que Andy le pega en el brazo a Tami.
-Una pijamada, ¿Qué hay de malo en eso? ¡Sera tu bienvenida! -¡¿Qué?!
-Nada, pero no puedo ir a pijamadas –Estas dos se traen algo, y mi hermana no me dejara ir.
-¿Por? –pregunta Tami que ya volvió a usar su típica sonrisa.
-Por qué no conozco a su familia, y de todas formas no lo decido yo -¿Y si son asesinos? ¿O voladores? Bueno, seguro que no, pero mis padres y hermanas son muy desconfiados y anticuados. Siglo XX.
-¡Entonces en tu casa! –me alejo un paso para atrás por el grito que acaba de pegar. Odio las chicas eufóricas, pero me la tengo que tragar. Fueron amables conmigo todo el tiempo, pero no me voy a encariñar con ellas. Todas las personas que han entrado así a mi vida, se fueron a la primera de cambio.
-Tampoco decido yo eso –vivo en un departamento, con vecinos y con una estresada, pero muy amable, hermana mayor que decide todo.
-Envíale un texto y que se lo piense bien. Somos buenas crías –Tami hace un puchero y Andy le sigue.
Suspiro y saco mi Smartphone.

«Pau, Andrea y Tamara quieren quedarse a dormir mañana. Quieren conocerme y hacerme una “Bienvenida” ¿Qué les digo?»

Envió el WhatsApp. Paula tiene clases a las nueve, así que lo vera pronto.
-Listo –guardo mi teléfono en el bolsillo de la falda y me percato que ahora son tres personas que me mira. Nicolás ha llegado.
-Hola, Lena –me saluda con una sonrisa.
-Hola –saludo seca pero amable. ¿Cómo puedo hacer eso?
-¿De que hablaban? – pregunta Amablemente Nicolás con una sonrisa. Es tan amable, que me dan arcadas. Pero me contengo. Este es mi nuevo mundo, y en él, todos son amables y sonrientes.
-Haremos una pijamada –contesta Andrea con una gran sonrisa. ¿Cómo hace para estar alegre todo el tiempo?
-Uh, ¿Puedo ir? -¡¿Chicos en una pijamada?!
-No. ¡Sera noche de chicas! –expulso el aire que no sabía que guardaba. Una pijama ya es mucho, pero con chicos, ¡Es pasar el limite!
-Está bien, pero a la próxima me invitan -¡¿Y eso que?!
-¿Qué próxima? –Una cuarta voz entra a la escena. Alex.
Agradezco que me haya dejado en paz. Así evito enamorarme de él. Le dije que se alejara y lo hizo, lo que me demuestra que solo estaba ahí para molestarme.
-Haremos una pijamada y Nico quería colarse –Esta vez habla Tami. Nicolás se ríe y me vibra la pollera.

«Está bien. Pero deciles q no pueden gritar ni hacer mucho quilombo.»

«Ok. »

-Dice que sí –comunico y Andrea suelta un grito de felicidad y abraza a Tami. Nicolás se ríe y Alex me mira.
Le sostengo la mira.
Yo no huyo, ni me acobardo.

***

Salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla. Entro a mi habitación, sin importarme de pisar los colchones que hay en el piso.
Me pongo un conjunto de lencería negro y saco del armario mi típico vestuario; Jeans negros y una remera corta y ancha color morado. Amo esta remera, la hice con Paula y me encanta.
Me siento en mi cama y me pongo unos zoquetes celestes con puntitos fucsia. Amo que mis medias sean de colores locos. Me pongo mis zapatillas negras y empiezo a hacer mi ritual de peinado y maquillaje.