Capitulo 9

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Lena
Termino el dibujo y me dispongo a levantarme. Alex hace lo mismo, al mismo tiempo. Camino hacia el profesor y le entrego mi dibujo. Es un dibujo, que si no sabes que paso allí, no lo entenderás. Dibuje el parque de Disney. Algunos pensaran que es tonto. Pero, cuando estaba allá, me llego el mail que confirmó mi ingreso al Motserrat. Pero el profesor no sabe eso, y me mira con una cara que dice ¿En serio? ¿Disney? Eres una niña...
Deja mi dibujo a un lado, y agarra el de mi compañero.
En el dibujo se ve una calle y una vereda con sus respectivos edificios y transito. Es en blanco y negro, salvo por una zona que esta de color. En esa parte se ven varias personas, pero en el centro se ve una joven de vestido azul, y cabello largo. Es lo mas nítido de la parte a color.
-Los dos dibujan bien, aunque no se los motivos de los dibujos. Tienen diez.
Sonrió y me siento en mi silla. Mi primer diez. ¡Que bien! El arte es una de las pocas cosas en las que me va bien. Pero nunca pude explotarlas, dado que en mi curso de mi anterior escuela, había una chica que dibujaba mejor que yo, una chica que cantaba mejor que yo y una chica que bailaba mejor que yo.
Uno a uno, mis compañeros le entregan sus dibujos al profesor. Suena el timbre y el profesor devuelve los dibujos.
Guardo mis cosas y saco mi libro. Comienzo a leer y noto que alguien me esta mirando. Levanto la vista y me encuentro con una chica de cabello castaño claro, que me habla con acento español.  acento español.
-Hola, soy Tami -se presenta- tu eres Lena ¿verdad?
-Si -respondo. No se a donde quiere llegar.
-Tienes un bonito nombre. ¿De donde eres? -me pregunta sonriendo.
-Del interior de Catamarca -respondo. Necesito una amiga, así que, necesito entablar una conversacion- ¿Y tu?
-Ella es de España, y yo, vivía en Buenos Aires -un chico alto y de cabello oscuro, que al parecer ha estado tras mio todo el tiempo, interviene y volteo a verlo- Por cierto, soy Nicolás.
-Lena. ¿Que hacen aquí? -Digo y suena mas mal de lo que pense- Quiero decir ¿Por que viven aquí?
-Yo vivo aquí desde hace dos años. Mis padres se divorciaron y mi madre volvió para aquí -contesta Tami. Andrea de levanta de su silla y se acerca.
-Yo vivo aquí desde siempre -Andrea contesta.
-Y yo desde hace cuatro años. Vivo con mis tíos -contesta Nicolás.
-Y... ¿Son amigos?
-Si. Andrea y Alex fueron los únicos que me trataron bien cuando llegue. Luego llego Tami y ahora llegaste tu.
-Si. Todos me molestaban por mi forma de hablar. Pero ellos no.
-No veo el por que de hacer eso... ¿Y Alex? -pregunto curiosa. Nombran al chico, pero no se donde esta.
-Ni idea. Salio hace un rato y no nos dijo nada. Esta raro.
-Ah. Y el ¿es de acá?
-No, es de Santa Fe. No le gusta hablar mucho al respecto.
El timbre suena y entran todos. Alex incluido.
-Ey, ¿donde estabas? -Andrea le pregunta a Alex cuando se acerca.
-Por ahí -le contesta cortante.
-Si, por ahí -Andrea voltea los ojos- Seguramente te fuiste con Emma a alguna aula vacía, a hacer quien sabe que.
-No -responde serio y se ha cerca a sus amigos- Intente terminar con ella -dice en un susurro. Creo que estoy de mas acá.
-Y ella te fue con el cuento de que te ama y que se moriría si no esta contigo -le contesta Támara, blanqueando los ojos.
-Algo asi.
La profesora entra y cada uno se ubica en su lugar.
Es hora de biología. Odio esta materia. La profesora se presenta como Marta Alvarez y nos entrega varias hojas con preguntas de temas que se suponen que debemos saber.
Estoy en problemas.
Sesenta minutos después, tengo el ochenta por ciento realizado. Espero que eso baste, ya que no tengo ni la mas mínima idea de que responder en el resto de las preguntas.
Cinco minutos después, la profesora recoge las hojas y nos da permiso para que nos retiremos. Hoy tenemos Educación Física, así que tenemos sesenta minutos para almorzar. Mas quince que la profesora nos acaba de regalar. El tiempo no me alcanza para ir a mi departamento, pero tendré que volar, ya que vivo a quince minutos a pie de la escuela y tengo 45 minutos antes de mi turno con el psicólogo.
-Ey Lena, ¿Quieres almorzar con nosotros? -Me pregunta Andrea. Al parecer, me quedó mirándola con extrañesa, por que Nicolas se apura a explicar.
-Iremos al Olmos, al patio de comidas.
-Compramos algo y comemos alli. -Dice Támara.
-No traje dinero, y tengo... Que ir al psicólogo -Hablo rápido y con voz baja.
Los chicos me miran sorprendidos. Seguro deben pensar que estoy loca y por eso debo ir a la psicóloga del colegio el primer día de clases.
-Si quieres te compro algo y te acompaño hasta que tengas que ir con ella -me propone Alex muy amablemente. Me sorprende, ya que es un tanto esquivo conmigo.
-No quiero molestarlos. Vallan ustedes.
-No puedes no almorzar. Vamos, te compro algo y te acompaño para acá -insiste Alex- Ustedes coman tranquilos -se dirije a sus amigos. Estos lo miran y asinten... ¿confundidos? ¿sorprendidos?
-Esta bien, vamos -Dice Támara y me toma de la mano.
-Okey -contesto en un susurro inaudible.
Salimos del aula y guardamos los libros en los casilleros. Los casilleros de los chicos están mas lejos de mi casillero y el de Alex, que se encuentra, prácticamente a mi lado.
-¿Que te gusta comer? -Andrea me pregunta cuando ingresamos al patio de comidas.
-No se, una hamburguesa o cualquier cosa -Contesto para no quedar como pretensiosa.
-Bien, al McDonald's entonces -dice Nicolás, dirijiendose al local de fast-food.
-¿Que quieres comer? -me pregunta Alex cuando estamos en la fila para ordenar.
-No se. Una hamburguesa simple, con papas y gaseosa pequeña, si no es mucho pedir -Tonta, tonta, tonta. Nunca nadie me ha invitado un almuerzo. No se como actuar, no quiero quedar como una aprovechada.
-Eso es poca comida, ¿Segura que te llenas con eso? -me pregunta mirándome a los ojos.
El tiene unos ojos muy bellos. Son una mezcla de verde y gris. Incomoda aparto la mirada rápidamente.
-Si, gracias -Le respondo tímidamente. Nuestros amigos... ¿Son mis amigos ya? Ya han pedido y es nuestro turno.
-Una hamburguesa simple, con papas y gaseosa medianas -Ordena Alex con voz autoritaria, agrandando mi orden. La verdad, agradezco que lo a haya echo. Le pedí pequeñas para no molestar, pero no iba a ser suficiente.
-¿Que gaseosa? -pregunta la vendedora y Alex me mira. Vuelvo a apartar la mirada.
-Coca-Cola. Y la hamburguesa sin queso, pero con salsa, por favor -la vendedora teclea en la computadora y mira a Alex.
- Y un cuarto de libra doble, con papas y gaseosa grandes -Alex pide lo suyo y paga.
Minutos despues, con la comida en bolsas de papel para llevar, salimos del local y nos dirijimos a la mesa de los amigos de Alex.
-Nos vemos en el gimnasio -les dice Alex, y ellos asienten con la boca llena.
Caminamos en silencio y bajamos por las escaleras.
-Gracias. Te pago mi comida mañana. Dime cuanto es -le digo. Siempre me ha molestado que alguien pague por mi. Tal vez, por que casi nadie lo ha hecho y no me gusta ser dependiente de otros.
-No hay problema. Yo te invite -dice serio sin mirarme.
Murmuro un gracias y salimos del shopping, que esta a media cuadra del colegio. Caminamos en un silencio incomodo.
-¿Por que tienes que ir a la psicologa? -me pregunta mientras ingresamos al colegio. Sigue sin mirarme. Tal vez esta arrepentido de haberse ofrecido a acompañarme sin sus amigos.
-Quieren conocer a fondo los motivos por los que decidí mudarme e inscribirme aquí, lejos de mis padres.
-¿Tienes problemas con tus padres? -Para y me mira. Bajo la mirada y vuelvo a caminar.
-No -respondo.
-Entonces ¿Por que? -pregunta mientras nos sentamos en una banca cerca de la oficina de la psicóloga.
-Por muchos motivos -no le diré la verdad. No hasta al menos asegurarme de que es buena persona y que puedo confiar en el.
Muerdo mi hamburguesa y miro para otro lado, dando a entender que no quiero hablar del  tema.
Quedamos unos minutos en silencio. Ya acabe mi hamburguesa y sigo con las papas. Miro la hora en mi smartphone. Tengo que entrar en cinco minutos.
-¿A que hora tienes que entrar? - pregunta refiriéndose a mi turno con la psicóloga. Miro la puerta y luego miro mis pies.
-En cinco minutos -respondo y volvemos al silencio incomodo.
Me paro y recojo la basura. La tiro en un cesto que esta a pocos pasos de la banca y miro a Alex.
-Gracias -me doy vuelta y golpeó suavemente la puerta. Escucho un adelante y entro dejando solo a Alex.
-Hola linda -me saluda la psicóloga- soy Ana, la psicóloga de la escuela. El director me dijo que estas obligada a venir hoy y este viernes, y que, si yo veo que es necesario, te de mas citas. Toma asiento -Me indica un sillón de cuerina blanca, que esta a un lado de la sala.
Todo asiento y miro a Ana. Es muy joven. Tiene el cabello negro azabache y unos ojos azules intensos. Es bonita y esta en buena forma. Ella esta revisando unos papeles y da una visión muy diferente de la de hace un rato, cuando hablaba emocionada y muy rápido.
-Bien, Magdalena -me dice mirándome, dejando los papeles a un lado.
-Digame Lena, por favor -la corrijo amablemente.
-Esta bien Lena. Empecemos. Cuentame de ti.
-Okey... Soy tímida con las personas y me cuesta sociabilizar. Me gusta leer, bailar, cantar y pintar.
-Bien. Una artista. Y ¿Que tal va el día? ¿Sociabilizaste?
-Si... Eso creo -contestó dudosa.
-Cuentame.
-Okey. Me hablaron un par de chicos. Y me invitaron a comer. Tuve que negarme, por que tenia que venir, entonces un chico llamado Alex, que es muy raro, me pago la comida, ya que no tenia dinero y comió conmigo aquí.
-Y ese tal Alex, ¿Es guapo? ¿Que te pareció su compañía? -WTF! Se supone que me iba a sacar información de mi infancia, no a preguntarme de chicos que no conozco a fondo.
-Si..es guapo -admito y mi cara comienza a arder- y es raro. Primero estaba distante y luego me invita a comer los dos solos y casi ni me hablo -contestó con la cara caliente y en susurros.
-¿No crees que le interesas? -otra pregunta extraña.
-No creo. Hay chicas mas lindas aquí y... El es lindo, y los chicos lindos no se fijan en mi -contesto en susurros, que no se si Ana me ha llegado a oír.
-Te estimas muy poco. Arriba esos animos muchacha.  -Me intenta dar ánimos
-Esta bien.
-Si quieres, terminamos por hoy. Ve a cambiarte, tienes deportes, pidele a Alex que te muestre el camino.
-Okey.
-Te espero el viernes.

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