Capitulo 8

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-Dakota- me llamó mi mejor amiga cuando salí del aula de biología a punto de irme a casa, me giré para verla, se lanzó a abrazarme y le correspondí.-¿Donde te habías metido?- A decir verdad, desde hacía dos semanas que no la veía ni le hablaba, no es que estuviera enfadada con ella, era que me había vuelto una antisocial, entraba directamente a mis clases y cuando era hora del descanso, me escondía entre los pasillos mientras hablaba con Luke o Ashton por whatsapp.

Se había convertido  una puta adicción.

-Ocupada- me limité a responderle encogiendome de brazos, miré a Trevor que estaba detrás de ella y le saludé con una sonrisa totalmente segura de que lo había olvidado.

-Hoy hay una fiesta- habló el novio de mi amiga y yo adiviné a donde quería llegar. Me negué.

-¿Hoy?- me rasqué la nuca- No puedo- respondí alejándome de ellos dispuesta a irme pero Lisa me agarró del brazo y me arrastró hacia ellos con la intención de no dejarme marchar.

-Tienes que ir- me dijo ella como si fuera una orden, intenté deshacerme de su agarre pero no pude, la miré derrotada y le dije “Okay". Ella me sonrió y soltó un chillido de emoción- Ya verás como no te arrepentirás- Trevor se limitaba a sonreír divertido con la escena.- Volveremos a salir juntas finalmente después de tanto tiempo- me contó emocionada, le contesté con un simple “Aha" y me marché no sin antes despedirme.

El viento había hecho de mi pelo una verdadera asquerosidad, antes de entrar a casa, me acomodé el cabello intentando buscar una solución a lo que sabía que no se podía hacer nada, y cuando entré a casa noté lo cálida que era. Había un espejo cerca de la entrada por lo que pude ver como mis mejillas estaban rojas debido al frío. Me quité la chaqueta y me quedé con mi gran jersey, me dirigí a la sala dispuesta a sentarme en el sofá con la intención de no hacer nada mas que dormir. Pero no pude.

-Buenas- me saludó el señor Irwin, el cual había tenido una cena con mi padre hacía tan solo un día. Lo saludé con la mano mientras le decía un “Buenas tardes".

-Oh, cariño ya has llegado- me dijo mi madre cuando salió de la cocina acompañada de la señora Irwin. Le sonreí y decidí que lo mejor era irme a mi habitación. A mi dulce y privada habitación.-No olvides de saludar a Ashton, creo que está en el baño de arriba- asentí.

Subí las escaleras y me dirigí a mi cuarto, me encontré con mi hermano en el trayecto y le hice un gesto en forma de saludo y el hizo lo mismo antes de escabullirse a su habitación lejos de aquellos desconocidos y los negocios de mi padre. Yo lo imité con la misma intención, pero no tuve los mismos resultados.

¿Que hace aquí este tipo durmiendo en mi cama?

Miles de preguntas se me vinieron a la mente al ver el cuerpo de un desconocido en mi cama, hasta parecía muerto, estaba de espaldas y por lo tanto no se le veía la cara. Supuse que era el tal Ashton y aquello me enfadó. Me acerqué a él con toda la intención del mundo de despertarlo y lo llamé pero no funcionó. Alcé la voz, ni caso. Le grité, y ni parecía inmutarse. Probé a sacudirlo levemente, tampoco, me empecé a preocupar por si de veras estaba muerto.

-Ashton ¿Estas bien?- me senté en el borde de mi cama y lo sacudí con mas fuerza, oí como gruñó en respuesta.

-Eres molesta- me respondió con la voz ronca, se acomodó mas en la cama.

-¿Perdona?- solté sin pensar claramente ofendida por lo que acababa de decir-Esta es mi habitación y tu has entrado sin permiso-

Mi madre entró a la habitación y exclamó: -¡Ashton estabas aquí!- su tono era alegre, el aludido se giró mostrándome su cara que por cierto era muy conocida cosa que me tomó por sorpresa. No. No podía ser cierto. No quería que fuera cierto

The Broken Ones |Luke H.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora