Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¿cómo no?)
de una princesa hermosa y rubia...
Un día, la princesa -vaya usted a saber por qué-
dio un beso al feo y gordo campesino...
y, magicamente, este se transformó
en un esbelto y apuesto principe.
(Por lo menos, así lo veía ella)
(Por lo menos, así se sentía él)-Jorge Bucay
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Frases para cuerdos... y no tanto D:
RastgeleSigue leyendo si eres lo suficientemente curioso... 17/08/2015