Enamorado De Una Vampiresa •TERMINADA•

Capitulo 47.

—¿cómo te sientes? —le pregunta el Doctor a Niall—

—si, me siento bien. —le sonríe—

—¿no te sientes raro? —le preguntó—

—no.

—¿distinto? —le pregunta Thalía—

—no, yo me siento igual de burro.

—¿cambiado? —le pregunta Zoé—

—eh, no.

—em... Okey, entonces Niall, ¿todo bien? —le pregunta nuevamente el Doctor—

—todo bien doc. —le dice Niall—

—muy bien, ya puedes irte a tu casa, tienes que reposar. —le dice el Doctor—

—claro que reposara. —dice Rocío y Niall le sonríe—

—no tiene colmillos. —me susurra Thalía—

—lo sé.

—bueno... ¿Nos vamos? —pregunta el rubio—

—claro, vamos.

En casa de Rocío y Niall

—¿dónde esta? —pregunta Niall—

—me he obligado a encerrarlo en un sótano. —dice Thalía—

—¿no a salido? —le preguntó—

—no, lo acabo de ir a ver.

—¿lo puedo matar? —pregunta Harry—

—con mucho gusto, desde que nació he querido matarlo. —dice Thalía—

—pues, vamos a matarlo. —dice Omar—

—yo solo iré a ver como lo matan, estoy cansado para pegarle. —dice Niall—

—¡vamos! —dice Zoé—

En el sótano

—¡sácame de aquí estúpida! —le dice Manual a su hermana—

—cállate, esto será rápido. —le dice Thalía—

—¿qué cosa será rápido?

—matarte.

—¿qué? No no no, ustedes no me pueden matar.

—si que podemos, mira. —dice Zoé—

Zoé rompió un mesa, pesco la madera que tenia una punta bien fina y puntiaguda y se lo enterró en el cuello.

—te dijo que si podía. —le dice Thalía—

—es-estu-pida. —dice entre cortado Manuel—

—ahora no podrás vivir más. —le corta el brazo Harry—

—yo quiero sacarle la cabeza. —digo—

—adelante. —me dicen todos—

Me puse encima de Manuel y con todas mis fuerzas le arranque la cabeza y murió.

—ya esta muerto.

—es que quemarlo. —dice Thalía—

—¡ahora! —dice Zoé—

—cerca de aquí hay un oyó, quémenlo hay y después lo tapan. —dice Niall—

—que buena idea amor. —le dice Rocío a su novio y el le sonríe—

—seria tan genial jugar con su cabeza. —digo—

—¿jugar a la pelota con su cabeza? —me pregunta Harry y yo asiento—

—si.

—cuando estemos allá lo hacemos. —me dice—

—¡genial! —le sonrió—

—ya, vamos. —dice Omar—