Enamorado De Una Vampiresa •TERMINADA•

Capitulo 3.

Lunes.
Primer día de clases.

—vamos Sara, levántate. Tienes que ir a tu primer día de clases. —me dice y yo salgo del baño—

—desperte primero que tú.

—¿qué hiciste ayer? —me pregunta curiosa—

—nada. —le miento—

—okay, te creeré. Baja a tomar tu desayuno.

—ya me adelante. —le sonreí—

—tan rápida que eres.

—lo bueno de ser vampiro. —le guiñe con mi ojo derecho—

—okay vamos, te llevare a tu nueva universidad.

—pero iré a buscar sangre y la echaré en mi mochila para después tomarmela. —le digo—

—okay.

En la universidad

—¿aquí es? —le preguntó—

—si, ¿tienes la hoja en donde te sale que clases te tocan? —me pregunta—

—si y también ese número que me diste para no sé que.

—para tu casillero. —me dice—

—bueno. —me puse mi chaleco— nos vemos después.

—cuídate del sol, eres muy blanca, cuidado con el ajo y controlate porfavor Sara.

—okay mamá. —le sonrió—

—que te vaya bien, haz amigos.

—adiós.

Me baje del auto y entre. Vi a muchas personas, me dio un poco de miedo, busque mi casillero hasta que lo encontré. No sabía como poner el numero hasta que recordé lo que me dijo Vivian. Lo moví unas cuantas veces hasta que se abrió, estaba limpio, eche mis libros y lo cerré. Me di la vuelta y choque con alguien.

—lo siento. —se disculpa—

—no importa. —me voy—

—hey, espera —toma mi brazo delicadamente—

—¿qué pasa? —le preguntó confundida—

—me llamo Harry, Harry Thompson.

—Sara Stacy. —le digo—

—lindo nombre.

—gracias.

—¿porque tienes lentes, guantes y un chaleco? —me pregunta mirándome rara—

—porque... mmm... Hace sol. —le digo nerviosa—

—¿y el chaleco y guantes? —me pregunta nuevamente—

—cuido mi piel.

—oh, okey, ¿eres nueva aquí? —me pregunta con una sonrisa—

—si y no me gusta la universidad.

—¿porque? —me pregunta— la universidad es casi genial.

—porque toda mi vida estuve encerrada en mi habitación y todas estas personas me dan un poco de miedo.

—wow, eres un poco rara. —me dice—

—lo sé, todos aquí me conocerán como la rara. —le digo seriamente—

—perdón, no quise decir eso.

—tranquilo, llegare tarde a clases.

—¿te acompaño? —me pregunta—

—bueno, vamos.