Enamorado De Una Vampiresa •TERMINADA•

Capitulo 66.

—¿qué paso Harry? —me pregunta mi suegra—

—su hija quiere terminar conmigo. 

—¿porque? —me pregunta confundida—

—razones, no puede darme una familia, no puede darme hijos. 

—eso es verdad. Un vampiro no puede tener hijos, a no ser que tu fueras el vampiro y ella la humana, puede que ella tuviera el hijo pero moriría ella. —me dice—

—¿tan difícil es ser vampiro? —le preguntó—

—un poco difícil. Es que saber controlar los enojos, cuando quieren sangre tienen que buscar algo antes de morder a una persona, no pueden estar al sol ya que eso es malo para ellos y muchas cosas más. —me dice—

—suegra, yo no podré vivir sin Sara. 

—¿te dijo algo más? —me pregunta—

—casarme. 

—¿casarte con ella? —me pregunta—

—si.

—ella podría usar vestido de novia pero... Cuando salgan tiene que protegerse, usar protector solar. —me dice—

—eso no es tan difícil. 

—Sara esta acostumbrada a usar mucha ropa, no le gusta mostrar. —me dice—

—aun así, no dejare a su hija nunca. —le digo y ella me sonríe—

—tu la haces muy feliz Harry, se nota mucho. —me dice—

—y ella me hace feliz a mi, no se porque le complica eso, aunque no me de hijo, la amare igual. 

Narra Sara

He escuchado toda la conversación, obvio porque tengo buen oído y puedo estar desde muy lejos como ahora que los vecinos están... Ya saben. No quiero dejar a Harry pero no soy la chica correcta para el, se merece a alguien mejor que yo, a alguien que le de hijos y una familia hermosa. Lamentablemente soy una vampira y no puedo hacer nada, Harry realmente me ama como yo lo amo a el. No lo voy a dejar, a no ser...

—gracias suegra. —le agradezco—

—de nada mi niño, aquí estoy para que me cuentes cualquier cosa. —me dice—

—no dejare a su hija, se lo prometo. 

—lo único que te pido es que la hagas feliz. —me dice—

—no la defraudare. 

Abrace a mi querida suegra y salí de la cocina. Vi acostada a mi novia en el sillón mirando el techo blanco, así que me acerqué a ella.

—¿listo? —me pregunta—

—si amor. —le digo y yo lo miro—

—ven para aquí pequeño. —le sonrió. Él se acuesta encima mío y me besa—

—te amo. —me dice mirándome a los ojos—

—y yo te amo a ti. —le acarició su mejilla suavemente. Él se acerca a mis labios y me susurra—

—no te dejare nunca.