Capítulo1

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El sol estaba saliendo y con el los primeros rayos que traspasan las cortinas de mi habitación, haciendo que mi hermosa mañana se convirtiera en una pesadilla para mis ojos.

Alguien tocó la puerta, haciendo más pesado mi fin de semana.

—Adelante— dije con voz soñolienta

– ¡Christal ya es hora de desayunar levanta tu culo de esa cama o sino llegarás tarde a la reunión!– dice con "calma" mi amable compañera de piso

—¿eh? Qué dices si la reunión es el lunes..

– Vale lo que tú digas, me voy a trabajar– sale de mi habitación con una sonrisa maligna

—Eh?—dije haciendo que ella viera mi cara de confusión

– suspira mi amiga – ¿en serio tengo que decírtelo?– dice mirándome como si fuera retrasada, haciendo que ladeara   mi cabeza sin entender su indirecta

–¡Porque siempre eres tan lenta en pillar las indirectas! Te lo digo y te lo seguiré diciendo, así jamas encontrarás un buen maromo cariño

—Mm.. eso no me interesa por ahora, espera un momento, ¿porque tienes que ir a trabajar si hoy es domingo?

–Yuri pasa la mano por su cara pidiendo paciencia, por el simple echo de tener una amiga demasiado torpe. Se acerca a la chica aún en la cama y le tira de su oreja como si fuera una madre desesperada por qué su hija entre en razón–Hoy es lunes pedazo de– fue interrumpida por el sonido del timbre

Yuri deja a su amiga sin la sensibilidad de su oreja y se dirige a la mirilla a observar quien es.

Al otro lado de la puerta se ve a un cabello azabache con cara bastante cansada.

—¿Hola?¿Hay alguien?

Pvo Aizawa

Por lo visto esa maldita niña me dejó plantado en la cafetería donde supuestamente íbamos a tener una pequeña charla, pero claro una niña tiene que dormir sus 8 horas porque sino se altera. A mí que más me da, si no aparecía me iba directo a la academia sin ella. Y así fue, no espere más y me fui directo a cuidar a esos mocosos de primer año, pero claro como el señor director le tiene tanto aprecio a esa mocosa me envió volando a su casa, literalmente. Para ser sincero me ahorro mucho tiempo y me dejó las costillas por el camino.

Toco el timbre de su piso pero no abría nadie. Así que con mi hermosa voz y con un megáfono pase al plan B. (Chicos, siempre hay que tener un plan B)

—Ejem, ejem —encendí el aparato haciendo que saliese un pitido molesto y se abriera la puerta.

Creí que detrás de ella iba a salir una enana de jardín, pero resultó que eran dos grandes que rebotaron en mi cara haciendo que cayera al suelo.

Al abrir los ojos puse una mano en una de esas masas blandas, dándome a entender que eran.

– ¡Maldito pervertido! Quita las manos de mis bubis si no quieres quedarte sin descendencia– dijo una hermosa mujer rubia con un raro acento. Por supuesto al escuchar su horrible amenaza me aparte inmediatamente de ella.

—Increíble ya ni se puede tener un lindo accidente—dije decepcionado

—¿¡Que has dicho!? ¿¡Y quién eres tú saco de mandril!? Que yo sepa no soy Cáritas ni ninguna ONG que pueda ayudar a un vagabundo pervertido como tú– dice con aires de superioridad

–..–a está que mosca le ha picado.. ignorando todo su ser entro en la casa como si fuera la mía

— ¡Oye espera pervertido no puedes pasar!

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