No me valen los demás.

Capítulo 8.

Narra Alejandra:

¿ÉL? MIERDA.

Alejandra: Diego...

Diego Costa: Ale... -sonrió.

Alejandra: ¿Qué haces aquí?

Diego Costa: Necesito hablar contigo.

Le indiqué que pasara, y se paró a mi lado.

Alejandra: ¿Qué miras tanto?

Diego Costa: -Agarró mi cintura y me juntó a él, le abracé con ganas.- Que tenía ganas de hacer esto...

Alejandra: Yo también...

Saludó a mi padre y a Giuliano y salimos a sentarnos en la mesa del jardín.

Sonreí al ver que se sentaba en su sitio, en el mismo sitio de siempre.

Diego Costa: Ale, yo.. es muy duro tenerte tan lejos, no verte nunca... intentaba pasar del tema, para no echarte de menos, y solo conseguía hacerlo más.

Alejandra: Diego, que no soy capaz de estar mal o enfadada contigo, que te necesito, y que te echo de menos.

Sonrió.

Alejandra: y que te quiero muchísimo. -Dije mirándole a los ojos.

Diego Costa: Y yo a ti pequeña.

Sonreí al escuchar otra vez, una vez más, la palabra "pequeña" viniendo de su boca.

Estuvimos un buen rato hablando y haciéndonos fotos, le conté todo lo que me había pasado con Vietto, y también con Griezmann.

Siempre sabía que decirme, y ésta vez había sido: "dejate llevar, que el destino os junte o os separe, que todo pasa por algo, pero al final se ve como tiene que acabar, y acaba, bien o mal, pero acaba".

Pasé los días de concentración de las selecciones con Diego, y me despedí de él, pero prometiendo hablar más, como antes.

Y hoy volvía Antoine... Tenía un día día descanso, así que mañana le vería.

Ahora mismo, estaba sentada en una esquina viendo el entrenamiento.

Mi padre se sentó a mi lado.

Cholo: Están entrenando bien.

Alejandra: Sí. Como siempre, pero siempre pueden mejorar.

Cholo: Oye, ¿luego puedes recoger a Giuliano de casa de su amigo?

Alejandra: Claro.

Cholo: Gracias. -Besó mi frente y se levantó.

Comimos y fui a recoger a Giuliano.

Y no, no tengo mi idea de ir en metro por Madrid.

Llamada telefónica.

Alejandra: A ver Giuli,¿pero donde tengo que hacer el trasbordo?