Capítulo 21.

1.2K 66 8
                                    

Agarré la mano de Antoine y le llevé a otro lado, fingiendo una falsa sonrísa.

-Antoine: ¿Qué te pasa?

-Alejandra: Es la amiga de mi mamá y su odiosa hija. -Dije irritada.

-Antoine: Son majas. -Dijo encogiéndose de hombros.

-Alejandra: No lo son, Antoine. -Dije seria.

-Antoine: Mira, Ale, me ha dicho tu madre que me comporte con ellas, que depende de cómo me comporte verá si soy bueno para ti o no.

-Alejandra: ¿Y LE HACES CASO? ANTOINE, LA ÚNICA QUE DECIDE SI ERES BUENO O NO PARA MÍ SOY YO.

-Antoine: Deja de gritar, por favor. -Dijo poniendo sus manos en mis hombros y los acarició.- No quiero dar una mala impresión, al fin y al cabo es tu madre... -Hizo una pausa.- Es la madre de mi novia. -Sonreí levemente.- Aguántalas un par de veces, por mí. -Resoplé.

Abracé a Antoine, y miré hacia la derecha, donde todos nos miraban, incluida Ángela, que tenía tanta envidia en la mirada, que llegaba a dar miedo.

-Alejandra: Venga, vamos. -Dije separándome de él y comenzando a andar.

-Carolina: ¿Todo bien?

Asentí mirándola muy seria.

-Antoine: ¡Claro! -Dijo sonriendo y rodeándome con el brazo.

-Angélica: Ale, ¿te vienes a las gradas?

-Alejandra: No, bajo al campo. -Sonreí falsamente.

-Angélica: ¿Al campo?

-Alejandra: Sí. Privilegios que sólo tiene la hija del entrenador. -Reí para que la indirecta no sonara tan borde.

-Carolina: Chicos, ¿ustedes qué van a hacer? -Dijo refiriéndose a mis hermanos.

-Giovanni: Me acaba de llamar un amigo, que no nos vimos, cojo el coche y voy a verle, sino me volveré a Argentina sin verle y...

-Giuliano: ¡Voy con vos! -Dijo por librarse de la situación.

-Gianluca: ¿Qué amigo?

-Giovanni: Nacho. Dice que vengas.

Gianluca me miró y yo le sonreí, no quería que perdiera de ver a sus amigos por mí.

-Gianluca: Pues también voy. -Dijo giñándome un ojo.

-Alejandra: Bue, ¿vamos entrando? -Dije mirando a mi padre, y este asintió.- Hasta luego. -Dije mirando a mi madre y a sus amigas.- Adiós mis niños.- Dije dándoles un beso a cada uno de mis hermanos.

Y fuimos hacia el campo.

Un silencio interminable se apoderó de nosotros. Se notaba que estábamos pensativos.

De repente un balón pasó cerca de mi cabeza, y posteriormente vi a Vietto venir hacia mi a toda prisa a por el balón.

Sonreí y me giré para cogerlo.

Intentó quitármelo pero salí corriendo hacia el campo.

-Lucas: ¡Pasa! -Dijo agitando sus manos.

Eso iba a hacer, pero no me dio tiempo.

Las manos de Antoine me elevaron por los aires agarrándome mientras yo pataleaba. Me cogió por la espalda, pero supe que era él por su risa.

-Antoine: ¡Corre Lucho! -Y como por arte de magia, las manos de Lucho agarraron el balón.

-Alejandra: ¡NO OS LO VOY A DAR! -Gritaba mientras Antoine me zarandeaba.

No me valen los demás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora