4|❧ Pánico|

914 52 8
                                    

Hoy la caja trajo nuevas provisiones, pero a diferencia de otras veces esta vez también había tres libros y un tipo de inyecciones extrañas, ambas cosas destinadas a nosotros los mediqueros, ni Jeff ni yo le dimos mucha importancia al asunto, no en ese momento.

Mi hambre cada día era más voraz, el día de ayer incluso le quite medio plato de comida a Newt, Jeff y Nick, Minho también iba a ser ultrajado por mi pero este fue más veloz y no logré mi cometido. Ni yo misma sabía que me pasaba, cada día me cansaba con mayor facilidad, rendía menos y si a eso le sumamos las consecuencias de comer en exceso, mi vientre estaba un poco más abultado y en ocasiones me quedaba dormida sin darme cuenta. Esto se me empezaba a salir de control.
OoO

Mientras cenaba junto a Nick y Jeff, a hurtadillas les iba robando comida de su plato, justo estaba por quitarle un gran trozo de pollo a Nick cuando la voz de Minho me sobresalto, el llegó junto con Newt y se sentaron frente a nosotros.

—Así que sigues con el mal hábito de atracar comida ajena- miré mal al asiático, por su culpa Nick se dio cuenta de mi timo, provocando que el pedazo de pollo regresara a su dueño.

—¡Minho!, ahora de castigo tendrás que darme tu comida.

Él se burlo de mi, mientras yo hacía muecas de disgusto.

—Si claro, nunca en tu garlopa vida sucederá- le iba a responder algo realmente ofensivo hasta que Newt intervino y calmo los ánimos.

—¡Es suficiente!, Cleo deberías dejar ese mal hábito, por esta única vez te daré voluntariamente la mitad de mi porción, pero ya no hurtés comida ajena.

—Esta bien- dije como si fuera una niña que acababa de ser regañada, Newt tenía mi respecto por haberme ayudado cuando se descubrió que era una chica, además de que tenía cierto poder sobre mi, aunque no sabía exactamente de porque y la verdad tampoco quería averiguar.

—¿Por qué no mejor se casan y lo hacen menos evidente?

Newt y yo abríamos los ojos como platos, se nos subieron los colores al rostro y luego miramos a Minho mal.

Pasado el incidente y teniendo que conformarme sólo con mi comida y la de Newt, tuvimos una cena relativamente tranquila. Jamás espere lo que vino después.
OoO

Jeff, Minho, Newt y yo charlamos un poco antes de irnos a dormir, sentados en el suelo del claro usando un tronco como único soporte para nuestra espalda. Cuando llegó la hora de marcharnos, sucedió lo inesperado.

Con ayuda de Newt me puse de pie, al levantarme di un traspié hacía delante, él rubio me detuvo colocando una mano en mi hombro y otra en mi estomago. Al mismo tiempo que esto sucedió, sentí como si me patearan el estomago desde dentro, al principio creía que era imaginación mía, pero al ver la cara de desconcierto de Newt supe que no era así.

—¿Tu también lo sentiste verdad?

Newt afirmó con la cabeza aun sorprendido.

—¿De que rayos hablan?, creo que es definitivo ustedes están locos- sin decir palabra sostuve la mano del irritante de Minho y la lleve a mi vientre, a lado de la de Newt. Cuando la segunda mano hizo contacto con mi cuerpo, lo sentí de nuevo, otra patada, Minho entre sorprendido y asustado se aparto de mi con un traspié.

—¿Que cosa traes ahí dentro?, ¿Te comiste un penitente o es que de tanto tragar tus entrañas se volvieron un monstruo?

Asustada sólo pude negar con la cabeza, la segunda teoría de Minho me parecía algo más creíble. Él único que no estaba del todo sorprendido era Jeff, más bien parecía como si hubiese recibido la respuesta del misterio más grande.

¡¿UN BEBÉ EN EL CLARO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora