5|❧ Contraproducente|

890 49 18
                                    

Hoy fui a desayunar bastante tarde, a pesar de tener permiso de dormir hasta las diez y media, no quería aprovecharme así que a las nueve y veintidós fui a la cocina en búsqueda de alimento. No había visto señales de Newt por ninguna parte, eso me tranquilizó.

—Pero mira nada más, que tenemos aquí, la chica mentirosa.

Inevitablemente una mueca de asco y repugnancia se dibujo en mi rostro, Gally ni enterándose que era una chica dejaba de ser un grano en el trasero.

—¿Se te ofrece algo?- sin poder contenerme mi voz salió más molesta de lo planeado, pero es que él sacaba lo peor de mi.

Gally tomó lugar frente a mi, a diferencia de otras veces no lucía con ganas de atacarme, podría jurar que hasta se veía, mmm... como decirlo, ¿arrepentido?.

Él no decía, ni hacía nada, sólo estaba ahí sentado observando cada uno de mis movimientos. Pasaba olímpicamente de él, comía sin siquiera verlo, al terminar mi primer plato mi paciencia no pudo más y estalle.

—¡¿Vas a verme todo el día cómo si tuviese las respuestas al universo o me dirás que quieres!?- bajo la mirada unos segundos para después observarme nuevamente.

—Yo... quería... quería, disculparme. Por como te trate todo este tiempo, y deseo que tu bebé esté bien.

Seguramente con cara de idiota, me quede boquiabierta, ¿Gally disculpándose?, ¿A caso estaba soñando?, sin dejarme responder, se puso de pie y se marcho.

Una vez terminada mi comida me fui a la finca para ayudar a Jeff que según él no había nada para mi, mentiroso. Con Sartén, Winston y Alec el líder de los agricultores, fue la misma historia, y Nick, ni siquiera me hizo caso, ¡Estaba embarazada no invalida!

Nadie quería darme ningún trabajo por miedo a que resultara con cualquier tipo de herida o lesión.

Resignada, esperando otro rechazo y como último intento fui con Gally, sí escucharon bien, Gally. Después de todo se disculpo conmigo, tal vez y sólo tal vez, había esperanza, aunque tratándose de él probablemente era muy pequeña
-minúscula, por no decir prácticamente nula- más o menos del tamaño de una hormiga o mejor dicho de un microbio. Pero era la opción que restaba.

Me acerque a él por la espalda, desde mi lugar se podía apreciar que cortaba algo.
—Gally- casi de inmediato se giró para quedar frente a mi. Tenía el ceño fruncido, pero no lucía molesto, más bien confundido, como si no creyera que estaba ahí de pie frente a él.

—¿Si?- exclamó intrigado. Dejando de lado mi orgullo y soltando un suspiro cansado, pronuncie las siguientes palabras:—¿No tendrás algún trabajo apto para una embarazada?

Me contemplo unos segundos como digiriendo mi pregunta. Al ver que no respondía di un paso a atrás tomando su silencio como una negativa. Cuando estaba dispuesta a marcharme hablo nuevamente.

—Si, de hecho si.
—Esta bien, sabía que te negarías iré a... ¡Espera!, ¡¿Me dijiste que si?!

Asintió, lo miré expectante, estaba realmente pasmada y maravillada. No podía creerlo. Por si acaso mantuve la guardia alta. Tal vez era una trampa para fastidiar de nuevo.

—¿En serio?, ¿Esto no es un truco o algo para pelear conmigo?

El sonrió divertido y negó con la cabeza.

—Es completamente en serio y no, no pretendo pelear contigo.

Alcé una ceja incrédula y me acerqué con paso precavido y dudoso a él.

—¿Y bien?, ¿Que trabajo hay que hacer?- pregunté una vez que estuve a su lado.

Está vez sonrió mostrando los dientes, divertido por mi actitud cuidadosa.

¡¿UN BEBÉ EN EL CLARO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora