6|❧ Bendiciones|

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Intente ponerme de pie nuevamente pero el dolor aumentaba, me hice un ovillo en el suelo, necesitaba que me ayudaran y rápido. Comenzaba a lagrimar por el calvario que estaba viviendo. Tome una bocanada de aliento y grite con todas mis fuerzas.

—¡AYUDA!... AY...AA

Lo último fue más un grito tortuoso que de auxilio. Rogaba por ser escuchada. Al rededor de unos dos minutos después entro Nick, me observo pasmado y con los ojos muy abierto. Furiosa por no ver reacción de su parte comencé a gritar y maldecir.

—¡¿Estas bien?!, !¿que tienes?!- juro que mis ganas de matarlo aumentaron.

—¡El bebé, pedazo de inútil!- su cara de sorpresa se hizo más evidente, jamás le había hablado así, pero ni hablado rudo se movilizaba
—.¡QUE VAYAS POR JEFF GRANDÍSIMO IMBÉCIL!

Nick se sobresalto y corrió en busca de Jeff me dejó sola otra vez. No pasó mucho rato cuando escuche llegar a alguien, y digo escuche porque estaba de rodillas en el suelo abrazando mi vientre con la frente apoyada en el piso.

El dolor era muy intenso mis lágrimas y gritos eran más y de mayor frecuencia, sentí como una mano me acarició la espalda, seguido de eso, me tomaron en brazos, abrí un poco mis ojos, lo cuales tenía apretados por el dolor, y miré a mi rubio preferido observarme muy preocupado.

Me colocó en una camilla y aferro fuerte una de mis manos, eso me hizo sentir tranquila.

—Hay algo que pueda hacer para ayudar.

Inspirando y expirando ya con mi frente perlada de sudor afirme.

—Quitarme los pantalones y ropa interior ayudaría mucho.

La cara de Newt era un poema, me miraba seguramente cuestionando si me había vuelto loca. Me hubiese reído pero el sufrimiento era más de lo que podía soportar.

—Newt...- dije sin aliento y con la voz entre cortada —.¿Por dónde crees que saldrá el bebé?- traté de sonar lo más irónica posible.

Con mi cabeza señale entre mis piernas, sus ojos brillaron en comprensión. Con cuidado se deshizo de mi ropa, teniendo el debido respeto de no mirar más de la cuenta y dejándome desnuda de la cadera hacia abajo.

Newt hizo un raro gesto con su rostro y de inmediato trajo una sabana y la coloco sobre el área desnuda, luego regreso a su posición inicial tomando mi mano. Le lance una mirada interrogante y el se encogió de hombros.

—No voy a dejar que cualquiera te vea desnuda- se sonrojó levemente, luego añadió como para restar importancia:—La mayoría son muy pervertidos.

Negué algo divertida y al mismo tiempo agradecida por su consideración. Pasaron los minutos y Jeff no llegaba, comenzaba a desesperarme, mi bebé no esperaría más.

—Newt, mi bebé ya viene, no puedo aguantar más, me podrías hacer un favor, cuando mi bebé salga corta el condón umbilical a unos dos centímetros del ombligo del bebé, con esas tijeras, ya están desinfectadas.

—¡¿El que?!— exclamó entre alarmado y sorprendido, su cara era la de una persona completamente perdida.

—Te lo diré cuando sea el momento, ahora trae esas toallas, una doblada en cuatro y colocala detrás de en mi espalda.

Hizo todo lo que le dije y cuando finalmente volvió a mi lado, puje, puje con todas mis fuerzas. Cada que pujaba mis gritos era mayores al igual que mis sollozos, Newt solo me daba palabras de apoyo y me veía acongojado.

Después de la séptima vez sentí como el bebé salia de mi, puje dos veces más antes de hacerse presente su llanto.

—Newt- exclamé en un jadeo—.Mi bebe...

¡¿UN BEBÉ EN EL CLARO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora