Capitulo 20

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Narra Harold de Acuario

-Oficina de Fernando Gerls, soy su secretario personal Harold, ¿En que puedo ayudarlo? 

Nadie contestaba del otro lado. Podía sentir una respiración pero nada mas que eso. Seguramente se equivoco o es solo una llamada de alguien que esta aburrido esta mañana

-¿Hola?

A los pocos segundos, corto. Colgué y seguí trabajando con la computadora. Fernando necesitaba unos papeles para esta tarde y tenia que terminar de escribir su discurso. El jefe manda a su oveja para que le hagan las cosas. Parece que tiene 13 años y le gusta que lo sirvan, pero es el único trabajo donde me aceptaron y donde me pagan muy bien. De solo pensar que ya me queda poco para recibirme de arquitecto y largarme de este lugar, me hace tener mas y mas ganas de trabajar hoy. El teléfono volvió a sonar, esta vez era Fernando, me pidió que me apresurara con ese discurso y que no pare de escribir ni un segundo. Rina, su hermana, apareció por la puerta principal. Le comunique a Fernando que ella lo esperaba y la hizo pasar inmediatamente. Colgué y seguí trabajando, esta vez el teléfono no sono de nuevo, pero a los pocos minutos. 

-Oficina de Fernando Gerls, soy su secretario personal Harold, ¿En que puedo ayudarlo? -Me quede escuchando- ¿Hola?

-Harold..Harold

Sentí un escalofrió que recorrió mi cuerpo y pude escuchar como comenzó a llover torrencialmente afuera. Colgué. Eso fue muy raro. ¿Quien era? ¿Sera mi madre? No lo creo, sonaba como a la voz de un hombre. ¿Mi padre? No lo se, ellos nunca me llaman cuando estoy trabajando. 

Por suerte, mi hora de salida había llegado al fin. Tome mis cosas, apague la computadora, le deje a Fernando el discurso terminado sobre la mesa y me fui a mi departamento. Cuando llegue, ya que no tenia muchas ganas de cocinar, me pedí una pizza. A los 20 minutos, alguien toco el timbre de mi departamento, mire por la pequeña ventana que tengo y si, era el chico con la pizza. Pero cuando abri la puerta y el me entrego la pizza, pude ver a alguien mirandome fijamente desde la puerta del departamento de enfrente

-¿Señor? ¿Se encuentra bien?

-¿Lo ves?

-Volteo- ¿A quien?

Me di cuenta que lo que estaba diciendo era muy poco coherente, el chico me quedo mirando un poco raro, como si estuviera loco. Sacudí mi cabeza y le pague al chico, cuando el se fue, la persona o lo que sea que estaba ahí, ya no estaba mas. Cerré la puerta y me puse a comer. Todo muy raro, ¿Quien era? 


Los Doce Hijos del Zodiaco TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora