005. Suprema Rose.

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JJ en multimedia.

Carl escondía su cabeza como podía evadiendo por completo la idea de despertar en medio de un sueño profundo que hubiera deseado no arruinar. La realidad era que no tenía muchas oportunidades de ver a mi mejor amigo durmiendo y se veía muy bien haciéndolo, casi parecía una persona distinta que sabía cómo guardar la calma.

     —Day —susurré a su oído—. Carl...

     Papá me miró evidentemente impaciente y supe que no tenía de otra.

     —Si quieres quédate con él un rato más, nos adelantaremos a la casa para dejar las cosas —opinó Lenny, bajándose del vehículo incluso antes de escuchar mi respuesta—.

     Le propiné un par de empujones leves al cráneo de mi mejor amigo en un vago intento por despertarlo, pero, Carl se negaba a ceder y se limitaba a cerrar los ojos con más fuerza.

     Ya estaba colmando mi paciencia y hacía menos de cinco minutos que estábamos en Titaniumville.

     —Rubia de mi corazón. ¿Podrías dejarme cinco minutos más?

     —¡Qué cinco minutos ni qué nada! Te levantas ahora mismo. Los demás nos están esperando y no tengo tiempo para soportar tu flojera —anuncié levándome del asiento y jalándole del brazo con la suficiente fuerza para que se levantara.

     Abrió los ojos del susto y soltó un gruñido nuevamente.

     —Por dios ¡Relájate un poco! —exclamó estirando sus brazos debido al evidente cansancio que se cargaba.

     —¡No me digas que me relaje, idiota teñido! —chillé exasperada—. Esta es una nueva ciudad, Carl. ¿Entiendes? Si me pierdo, no hay manera de que encuentre la nueva casa a la cual ya se han ido nuestras familias porque no despertabas de tu sueño de belleza o lo que sea que estabas teniendo.

     Carl soltó una risita y rodó los ojos.

     —¿Te estás escuchando, Mistyboo?

     —¡No me digas Mistyboo!

     Lo siguiente que pude reconocer fue que se acercaba con lentitud hacia mí. Ambos estábamos usando pijamas iguales que nos habíamos regalado mutuamente en nuestro último aniversario de amistad. Consistía en una camiseta delgada de manga larga color aceituna que redactaba la frase "No me mates, mejor ámame" en el centro junto con un dibujito de el personaje principal de nuestra serie favorita "Ámame o Muérete".

     —No me grites cuando estemos usando esta pijama —fanfarreó él—. Es especial y estás consciente de eso. Además, Lucas no merece formar parte de nuestras discusiones.

     —Y es probable que nos mate si no pasamos por una reconciliación.

     Después de mi respuesta duramos cinco segundos en silencio y estallamos en carcajadas.

     A Carl se le había ido la voz, pude deducirlo al escucharlo pelear conmigo. Desprendía un olor a vainilla y su cabello era un revoltijo qué podría hacerse pasar por un laberinto. Aún así, se veía tremendamente atractivo. Tal como la primera vez qué le vi y le tomé la fotografía.

     Bueno, tal vez un poco menos adorable.

     —¿Se puede saber cuantas canciones cantaste? —le pregunte haciendo referencia a la noche de karaoke que tuvimos en el Buffet antes de irnos.

     Hablaba y rebuscaba las dos maletas color amarillo que había llevado conmigo entre los asientos de la parte delantera.

     —Todo el álbum de Steve Walkashame, aún cuando te dormiste yo continué con la diversión por un buen rato —sonsacó—.

Fotógrafa de Sonrisas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora