Big brother ( autor: José Luis Rojas)

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El cartel dice "Se atiende por cita". Sin embargo, como siempre, el doctor está retrasado.

En la pequeña sala hay por lo menos tres personas esperando pacientemente. Un par de ellas, hojeando los viejos ejemplares de cosmopolitan, Newsweek y Scientific American. En el ambiente se escucha la música de Fresh Aire, una de sus overturas invernales. Después de todo, Navidad se acerca y ya se pueden ver las casas, los negocios y las calles cubiertos de ornamentos alusivos.

En un rincón, el tercer hombre hace como que lee un libro, pero realmente esta atendiendo una llamada en su comunicador, un pequeño artefacto con la aparencia de un chícaro en su oído. Se abre la puerta para dar entrada a una pareja de edad mediana. Él corta la comunicación al momento en que los ve entrar y continúa leyendo.

El hombre y la mujer se sientan en los mullidos sillones. Pareciera que discuten por algo en voz baja, pero se detienen cuando el marido cree reconocer al hombre en el rincón. Tiene algo muy familiar para él, pero no puede ubicar cuándo o dónde lo ha visto antes. El extraño hombre sabe que lo observan, pero no alza la mirada.

-Cariño - dice inquisitivo -. Me parece que he visto antes a este tipo , pero no lo ubico.

-Es curioso que lo menciones, yo también creo reconocerlo de alguna parte, pero tampoco estoy muy segura. Tal vez todavía nos estén vigilando. ¡Te dije que no enviaras el maldito sobre!

-¡Shhh! - sisea él-. ¡Cállate ya! Te he dicho que no hagas ningún comentario al respecto.

-¿Y qué pasa si nos están siguiendo?

-No - dice él incrédulo -. Probablemente el sobre ni siquiera ha llegado todavía a su destino.

No , sólo estamos un poco paranoicos. Más vale que nos calmemos los dos. Solamente espero que el maldito doctor nos atienda ya para irnos, este dolor me está matando.

Las manecillas del reloj avanzan tortuosamente. La pareja cruza algunas miradas furtivas con el extraño. Ambas partes aparentan no verse la una a la otra, hasta que finalmente, el marido no resiste y le habla al desconocido.

-Oiga, me parece usted muy familiar. ¿Nos conocemos de algún  lado?

-Si usted ve las noticias matutinas en canal 13, entonces sí nos conocemos -contesta un poco sorprendido el extraño.

-¿No me diga que usted es...? - dice la esposa.

-Sí señora, el mismo , Joaquín Ortega para servirle.

El rostro de la mujer se ilumina con una sonrisa. Ella y su marido se miran mutuamente, aliviados porque sus sospechas fueron infundadas , y a la vez, contentos porque no todos los días conoce uno a una celebridad como Joaquín Ortega, el flamante conductor del noticiario más exitoso de la televisión.

El doctor sale de su privado despidiendo a una ancianita con cara de abuelita de telenovela y los interrumpe.

-¿Señores González? - pregunta dirigiéndose a la pareja. Los Gonzaléz asienten, hoy ha sido su día de suerte , no sólo no los siguen, sino que conocieron a una celebridad y ahora, el doctor los recibe casi sin hacerlos esperar -. Pasen ustedes por favor.

Adentro del privado, la pareja toma asiento mientras el doctor contesta el teléfono. Del otro lado, el conductor de televisión se comunica con él.

-¿Está seguro? -pregunta el doctor.

-¡Por supuesto que son ellos imbécil! Los veo todas las mañanas del otro lado del televisor.

Seguro que son ellos, él envió el sobre y ella lo ha sabido todo el tiempo.

-Bien , no se preocupe, yo me encargaré.

El doctor cuelga y se dirige a la pareja.

-Dígame señor Gonzaléz, ¿dónde le duele?

-Aquí - dice el hombre, poniendo su dedo en el lado izquierdo de su abdomen.

-Bueno, yo que usted ya no me preocuparía por eso  -contesta el doctor, apuntando una pistola con el silenciador hacia ellos. Los ojos de ambos se desorbitan en un gesto de incredulidad.

Se escuchan dos disparos ahogados y el hombre y la mujer yacen inmóviles recargados sobre las sillas, con un delgado hilo de sangre escurriendo por la cara de ella.

El doctor toma el auricular y mientras limpia el cañon de la pistola llama a Joaquín Ortega.

-Esta hecho, dos anarquistas menos.



Con el diablo en el bolsillo ( y otros relatos) José Luis Rojas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora