Beer & Kiss | Zayn Malik |

10 » Hold me / Abrázame

— ¿Puedo quedarme?— susurró mi mejor amiga, luego de que yo hubiese drenado parte de la tristeza que había en mí, y ella me hubiese contenido entre sus brazos.

— Mañana hay clases, Cloe. No debes faltar, acabarás libre— objeté en un murmullo, con mi cabeza aún recostada sobre su hombro.

— No voy a faltar. Por la forma en la que me llamaste, supe que esto debía ser grave. Sobre todo porque tú no cuentas tus problemas hasta que ya tienes una solución, así que, preparé un bolso con ropa para hacerte compañía toda la noche, y él está en la sala— sonrió pícara.

— ¿Una pijamada en la que yo estaré envuelta en mocos?— sonreí de lado.

— Una pijamada, con mucho helado de chocolate— dijo, haciéndome reír.

— De acuerdo. Igual es muy tarde para que andes dando vueltas por la calle.

— Como me cuidas, hermanita— exclamó, y me aplastó con su cuerpo en un intento de abrazo.

— ¡Cloe!— chillé, sin poder inhalar una vez más.

Justo en ese instante, mi teléfono comenzó a sonar sobre la mesa de noche a mi izquierda.

— Espera, el celular. Tal vez es Leo— dije, esperanzada.

— No es él. Estoy segura— gruñó, apartándose de mí.

Estiré mi mano y tomé el aparato, ansiosa por leer el nombre en la pantalla.

Efectivamente, Cloe estaba en lo cierto. Lionel no era quién estaba llamándome, quién me llamaba era Zayn.

Recibí un golpe de adrenalina al ver su nombre. Había pasado mucho tiempo desde que había hablado con Harry, su amigo, y francamente ya no esperaba que fuera a regresar la llamada. Pensé que le había sido suficiente con mi mensaje.

— ¿Quién?— indagó Cloe.

— Zayn— respondí, y atendí.

Mi mejor amiga sonrió exageradamente y agitó sus manos como si fuese una niña desesperada. Luego las llevó a su boca, y así, obstruyó el paso de un chillido que estaba por escapar de sus labios.

— ¿Hola?

—Tienes cara de idiota— murmuró Cloe, y luego rió por lo bajo, al ver cómo yo le enseñaba mi dedo medio.

— Hola, Claire. Harry acaba de decirme que llamaste. El idiota se olvidó. ¿Todo en orden?

— Sí. Sí, todo está en orden— mentí.

— ¡Claire!— me regañó mi amiga.

Presioné mi índice sobre mis labios, llamándola al silencio, mientras fruncía el entrecejo.

— Eres una idiota— bufó.

— ¡Maldita sea! ¡Cállate!— mascullé.

Si él la oía, iba a darse cuenta de toda la mentira que estaba montando, y no era para nada conveniente tenerlo molesto.

Zayn, al otro lado de la línea, reía.

— ¿Con quién estás?— preguntó.

— Con nadie, olvídalo.

— ¿Cómo...— protestó la castaña, y me quitó el celular de las manos.

— ¡Cloe!

— No te atrevas a decir que soy nadie— me apuntó, y luego tocó la pantalla del teléfono, activando el alta voz. Ahora las risitas de Zayn se oían en toda la habitación.