Cuando ya no sabía que hacer, me decidí a ir a casa de Amy, mi mejor amiga.
Ya no aguantaba más dentro de mi casa, no podía soportar a mi padre gritándole a mi madre que se callara y que no sabe hacer nada.
Amy era la única que entendía la situación en la que estaba pasando hora mismo y definitivamente era la primera persona que estaba ahí para todo. Sinceramente gracias a ella, no sé que habría sido de mi.
Abrí mi armario y cojí unos jeans rajados que me encantaban, una camiseta negra y mis all star blancas. No tardé mucho en peinarme ya que siempre iba con moño a todos lados. Cojí mis llaves, mi móvil y dinero para el autobús. Salí de mi habitación y lo único que se me ocurrió decir fué un mísero y seco "Adios" sin decir a donde iba en un día de lluvia como ese.
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Sueños Incomprendidos
Teen FictionAlice no es como las demás. Es una chica algo alta y con un sentido del humor peculiar. Nunca sabe que hacer con nada, hasta que ocurre algo que cambia su vida para siempre.