Sueños Incomprendidos

Ten.

¿Por qué? ¿Por qué mi padre tenía que meterse cocaína siempre? ¿Por qué tenía que empezar una vida nueva por culpa de él y sus mierdas?
Todo lo que hize, lo había echo por mi madre. Ella lo merecía. No podía dejar que mi padre le pegase y le hundiera como persona. Ella siempre había cuidado de mí, pero yo siempre quería estar con mi padre. Él en cambio, no. Odiaba tenerme a su alrededor. Odiaba que fuese fruto de aquel "amor" con mi madre. Hasta que con ocho años por primera vez, ví algo que me quedó marcado para siempre.
Un día vi a mi padre en la habitación. -¿Papá que haces con el bolso de mamá?- le dije algo confusa.
Él solo se rió y se fue con dos billetes sacados de la cartera de mi madre.
Al día siguiente, mi madre había discutido con mi padre por haberle robado ciento cincuenta euros para droga.
¿Por qué mi madre había soportado tantas humillaciones y mentiras de mi padre? Nunca lo había entendido. Y tampoco el que mi padre fuese tan malo. Solo recuerdo algunas patrañas que mi madre intentaba meter en mi cabeza sobre mi padre, para que no dijese algún día que era alguien despreciable.
Me decía cosas como: "Él no es asi", "Va a cambiar" "Me lo ha prometido Alice" , la diferencia entre ella y yo, es que yo no me creía ya ninguna de sus promesas. Por que para mi valían mierda.
Siempre me decía de llevarme al parque y estar toda la tarde jugando conmigo, siempre mentía y me dejaba llorando con mi osito de peluche, al que le puse como nombre "Señor Tuddles".

Yo tenía 16 años y medía 1,75. Tenía el pelo color castaño y me llegaba a la cintura. Algo que me definía era mi inmensa sonrisa en la que trataba de esconder dolor, lágrimas, desesperación, irritación y alguna que otra cosa. Soy una chica extrovertida, hago reir a todo el mundo, sin excepciones algunas. Aunque tengo un carácter bastante fuerte. Pero nadie se había atrevido a comprobarlo.