D 》Capítulo dos.

3.3K 378 27
                                    

Un jeep era el transporte de este día, y lo cierto es que cada día su vehículo variaba debido a su camuflaje.

Eran perseguidos por el gobierno y la CIA, ya que algunos quienes participan en este enfrentamiento eran antiguos científicos y/o ayudantes de campo.

Lucy ─ llamó Gray, sin despegar su vista del camino por donde conducía. La nombrada giró su cabeza, y como signo que temía su atención─. ¿Cómo están todos?

Erza y Mira están en el ESB ahora. Sólo ellas están allí ─ el camino sinuoso del bosque, los hacía rebotar en los asientos del jeep─. Laxus está al Norte y Juvia también.

Observó como Gray inquietaba su mirada oscura.

"E. S. B.": Significaba Escondite Sobre Bajo. Lugar en el que se ocultaban.

Un piso subterráneo, localizado en pleno bosque.

¿Qué sucede, Hielitos? ─ interrumpió Natsu, desde el asiento trasero donde también estaba Sting─. ¿Extrañas a tu adorada, verdad? ─puede que no haya sido humano, pero sabía perfectamente cómo hacer molestar a uno sin dientes y garras. Gray se inquietó en su lugar en respuesta. Natsu carcajeó con victoria y burla.

Natsu - reprochó Lucy. 

¿Qué? Sólo lo molestaba ─se defendió.

También la has pasado bien en estos dos meses que no estuvimos, ¿verdad, Natsu? ─interrumpió Sting con sonrisa burlona. Natsu lo observó confuso─. Me refiero, con Lucy ─recibió un gruñido en respuesta. Y Gray rió.

¿De qué lado estas, Sitng?  ─preguntó Natsu ofendido.

De ninguno.

Bien, bien... ─interrumpió Lucy─ Ya basta.

Gray estacionó el jeep en medio del bosque.

El cielo estaba grisáceo y los pinos calvos de Otoño. Las hojas doradas, rojizas y amarillentas coloreaban el césped de un ocaso y el viento corría frío.

Se bajaron del jeep verdolaga y trazaron un camino de entre los árboles. De entre unos pinos, solamente para ellos, eran visibles unos tapujos de hojas en el suelo.

Coordenadas: 34º 30'S - 58º 20'W, se les fue grabado para siempre en la memoria.

Donde las hojas se amontonan al final del camino y las sombras se hacen una, una escotilla de madera era una entrada subterránea.

Luego de quitar los tapujos, la abrieron y de esta una escalera se presentó invitándolos hacía debajo de la superficie.

Luego de que bajaran con cautela y sigilo, cerraron la escotilla y colocaron los tapujos en su lugar. De esa forma, nadie los encontraría.

Ya debajo de la superficie rocosa, un pasillo hecho de adoquines grisáceo los guió hasta una puerta metálica.

Ya pasó mucho tiempo desde que no regreso ─admitió Sting, mientras suspiraba. Gray sonrió, acatando su sentir.

─Entremos antes de que se les escape una lágrima ─comentó Natsu, mientras exponía sus caninos con burla. Lucy se limitó a reír.

La puerta metálica, se abrió en un estruendo que se escuchó en todo el pasillo. De inmediato, unos desdenes de alegría se mostraron en los rostros de Sting y Gray.

radioactive » naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora