─¿Cuántos años tiene?
─Tiene un promedio entre veinte y veintiséis años.
Aquel hombre de mirada pacífica volvió a escribir.
Aunque no sabía leer, sabía que lo que escribía depararía su vida. Lo estaban vendiendo.
Se movió incómodo sobre el asiento, aquél pequeño cuarto asfixiaba su esperanza de libertad. La escasa luz sólo era ganada por los dos sujetos que se encontraban frente a el.
Las esposas que tenían sujetas sus muñecas lastimaban su piel, ya que éste forcejeaba contra ellas. Sin embargo, todos sus intentos eran nulos. Porque no importaba qué tanta fuerza usaba, de todos modos no escaparía de allí. Y si así fuera, ¿dónde iría? No tenía lugar al que ir ni al cual pertenecer.
─Las causas por las que fue a prisión...─observó como uno de los sujetos carraspeaba, tenía temor de él─. ¿Son muy graves? Es decir, ¿qué tan peligroso es éste chico? Me sorprende que le hayan dado dieciocho años de sentencia.
Él hombre quien lo transportó hacía un lugar, que desconoce en absoluto, rió. Y luego respondió:
─Éste maldito desgraciado asesinó a tres personas a sangre fría─trató de sonar lo más creíble posible─. ¡Sólo es un maldito criminal!
El otro hombre de mirada pacifica lo observó dubitativo.
─¿Lo quieres o no?
Con una última mirada pasajera, se convenció.
─Servirá.
El dinero paseo de mano en mano, y su propio cuerpo había sido vendido.
Le habían inyectado una potente droga, por lo que le espontáneamente cayó dormido.
Y lo transportaron hacia el LABEX, lugar el cual lo "compró".
Abrió sus ojos.
Lo último que recordaba era estar amarrado a una silla en un cuarto oscuro, mientras dos hombres negociaban su compra.
Una luz blanca lo cegó. Sin embargo, logró sentarse con dificultad.
Había perdido cierta cordura en toda su vida. Las acciones que hacía en torno transcurría su historia, le solían dejar traumas hasta el punto de olvidar cómo hablar o expresarse. Parecía autista; ya no mostraba sus expresiones ni hablaba, mucho menos quería ver personas las cuales enfrentar. Estaba encerrado en su mundo, ese era su propio castigo; el cual se impuso.
─Has despertado.
Aquélla era la voz del hombre de mirada pacífica, quien se colocó frente a él. Aún así, lo levantó su mirada. Pues se dedicó a observar sus muñecas lastimadas libres de aquellas esposas.
─¿Puedes hablarme?
Le ignoró. Y mientras mecía sus piernas jugando con ellas, observó los zapatos de punta de aquel hombre. Y parte de la camilla en donde anteriormente estaba recostado.
Lo escuchó suspirar y, por lo audible, poseía en sus manos una libreta; ya que escuchaba los papeles amontonarse.
Subió un poco su vista, el hombre poseía una bata blanca impecable. Casi del mismo color que la luz que estaba sobre ellos.
No lo escuchó hablar más y mientras seguía meciendo sus pies comenzó a adormecerse sentado, así que se recostó. Y antes de cerrar los ojos, observó como aquel hombre de cabellos negros y ojos rojos cerraba la puerta, y volvió a sumirse en la oscuridad.
Volvió a despertar, aunque no sabía si amanecía. Pero se despertó a causa de que su cama era movida por cuatro personas, comenzó a inquietarse al ver tantas personas a su alrededor. Todas vestían iguales, blancas y de barbijos; ni sus cabellos lograba ver. El temor se apoderó de sus ojos, pero quería saber hacia donde lo transportaban. Tal vez a la salida.
Finalmente, aquellas personas lo adentraron en una habitación espaciosa. Había cables a montones, artefactos metálicos y grandes cajas de forma cilíndrica. Había muchas de estas últimas.
El aire comenzó a ser más pesado y el calor lo hacía sudar. Pero quedó espectando asombrado aquellas cosas que nunca antes había visto.
─Sédenlo.
Y volvió a caer dormido.
─¿Cómo está transcurriendo el proceso de mutación?
─El individuo se encuentra estable. No hay rastros de rechazo o inestabilidad.
─Tal parecer que J7 logrará completar el proceso.
─Señor, perdone mi intromisión. Pero... ¿cuál es el verdadero nombre de J7?
─Su nombre es...
Su nombre...
No lo recordaba.
¿Cuál era su nombre? Él tenía uno.
¿Cuál era?
─¡Natsu!
¿Cuál era su nombre?
─¡Natsu despiera, maldita sea!
El vidrio terminó quebrándose antes de que G5 lograra actuar. Natsu abrió sus ojos dentro de la capsula y logró salir por su cuenta.
Lucy observaba sorprendida como la herida que G5 le había causado había sido curada.
─Recordé...─su garganta ardía─, recordé cómo...
Sin poder completar la oración cayó al suelo. Por suerte, Lucy logró sostenerlo para que así no se hiriera con los cristales desparramados en el suelo.
Natsu estaba todo empapado, con sólo su torso al aire. Sin embargo, Lucy dejó que él la abrazara. Él temblaba en sus brazos, la sostenía con fuerza; como anhelando no dejarla escapar.
─Me tenías preocupada, idiota.
Lucy tampoco resistió.
Así que correspondiendo el abrazo de Natsu comenzó a sollozar, feliz de volver a ver a su compañero.
─Y a mi nadie me agradece─dijo G5, fastidioso.
Continuará...
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radioactive » nalu
FanfictionTras un peligroso experimento radioactivo, una porción de la humanidad fue mutada con A.D.N. animal. Siendo mutantes, son explotados con experimentos y trabajo. Además de estos sufrimientos, son obligados a las luchas ilegales. Los humanos se ap...