V 》Capítulo nueve.

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―¡Qué estás diciendo, Lucy! ―gritó Natsu exasperado.

―¡G5 no nos puede ayudar, él es el enemigo, Natsu!

Por primera vez en mucho tiempo, Natsu y Lucy tenían una discusión. Cosa que sorprendía los presente, exceptuando el intruso quien sólo descendió la mirada.

―¡Sólo porque me haya herido no significa que no lo haya perdonado! ―objetó―. Además, ¡él me curó!

―Por su culpa casi terminas completando tú mutación, Natsu. ¡No estoy hablando de eso!

―¡Gajeel quiere ayudarnos, Lucy! ¡Por qué a mí sí me has dejado y a él...!

―Ya es suficiente ―la ronca voz de Gajeel interrumpió su discusión―. Si ella no quiere mi ayuda, no opondré resistencia. No hace falta que me defiendan, sé cuidarme solo.

―Pero, ¡qué diablos estás...!

―¿Sabes porqué G5 no puede ayudarnos, Natsu?―dijo Lucy, observándolo fijo―. Él fue alterado por voluntad propia, él... quiso ser así para someter a la humanidad.

Todos observaron a dichoso, quien mantenía la mirada desviada.

El ESB se sumió en un silencio devastador, confuso en las acciones próximas.

¿Ahora qué haría Natsu? Estaba queriendo infiltrar a un enemigo en el Ejercito Derecho, nadie apoyaría su voluntad, ni que lo sobornara. Además, tenía que elegir entre tres caminos distintos: Adentrar a Gajeel al ESB, sin permiso, y los ayudase; que Gajeel los termine engañando y acabase con la revolución desde adentro; que Gajeel los dejase y evitar cualquier obstáculo que se llegue a interponer, la cual era decisión de Lucy.

Aunque Natsu era impulsivo, tenía debilidad al enfrentarse a Lucy. Tan sólo no podía, ella era demasiado importante como para contradecirla y mucho menos lo lograría si ella estuviera enojada; pues no quería que después de dos días se volviesen a separar por el hecho de que él quería infiltrar al enemigo en el ejercito revolucionario.

Suspiró, serenando sus pulsaciones y volviéndose a perder en sus pensamientos.

―Lucy...―interrumpió Erza―. Sé qué estás pensando. Probablemente G5 fue mandado aquí a propósito, tal vez ya descubrieron nuestra ubicación, y salvó a Natsu sólo para llamar nuestra atención y así logre unirse a nosotros. Pero... ¿y si así no fuera?

―Erza...

―No, escúchame, piensa qué harías si estuvieras en su lugar ―observó a Lucy a los ojos―, piensa qué harías tú si nadie te creyera.

Aquellas razonables palabras dejaron atónita a Lucy, ahora sus pensamientos estaban más confusos.

―Aún así ―siguió Gray―, hay algo que no me resulta aquí.

Gray se colocó frente a Gajeel, quien mantenía su vista desviada.

―Si es que tú querías ser un mutante y someter a la humanidad... ¿Por qué ayudarnos ahora?

Todos lo observaron, esperando una respuesta. Pues Gray tenía una buena perspectiva.

―Lo que dice la rubia, en parte, tiene razón. Fui creado por voluntad propia para someter a la humanidad, pero... ―hizo una pausa y todos observaron confuso su semblante― para que yo aceptase la mutación, anteriormente, me han ofrecido liberar a quienes tienen prisioneros: mi familia.

―¡Eso no tiene sentido! ¡Por qué tendrían a tú familia prisionera! ―gritó Lucy.

―Acaso, ¿no lo sabes?

radioactive » naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora