C 》Capítulo seis.

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Lucy caminaba en plena penumbra. Había salido a caminar y refrescar su mente.

El frío corría entre las copas de los arboles de y una melodía era audible para aquellos quienes escuchaban con atención. 

La noche le recordaba a la oscuridad en la cual vagó por mucho tiempo. En la cual se ocultó de la verdad, cierta verdad que nadie sabe. 

No había tomado precauciones ni necesidades. Sólo salió a caminar por un tiempo indeterminado. Ni siquiera sabía donde se encontraba, sólo los arboles y el viento la rodeaban. Y el paisaje monótono se volvía a repetir.

No pudo evitar una pequeña risilla de ironía. Pues se percató de que a todo lo que le tomaba cariño se alejaba de ella; desde los objetos a las personas. Tal vez estaba destinada a estar sola, pensó.

Pero no quería estarlo, quería salir de allí. 

"Natsu..."

En su garganta se formó un nudo, sus ojos picaban, y aunque haya parpadeado numerosas veces... Lloró. Como antes nunca se había mostrado. Sólo se había alejado de los demás para no mostrar su debilidad.

Natsu para ella lo era todo. Lo es todo.

Porque aunque él ya no se encuentre a su lado, sabía que él querría que ella siguiera adelante. Siempre fue así. 

Quebrada por dentro, se desplomó en el césped. Mientras mascullaba vehemente el pasto, gritó. 

Furia, impotencia, tristeza, temor. Muchos sentimientos empezaban ese grito que retumbó entre los arboles. 

Sólo por ésta vez... demostraría su debilidad. Sólo por ésta vez ella quería sufrir.

Los minutos transcurrieron, y mientras el viento helado la golpeaba, ella siguió en el suelo. Envuelta entre tanta maleza y oscuridad. 

Al escuchar pasos amenazantes, se alarmó, se levantó del suelo con el rostro aún empapado, y observó a diversos lados. Pero la escasa luz de luna no le permitía ver con claridad.

Su corazón se detuvo, palideció el temor en sus ojos, y sus ojos se detuvieron en una gran figura frente a ella. No era humano, gruñía. Sus garras se movían ansiosas y su enorme tamaño la imponía. 

Tarde fue cuando se percató de quien era. 

─Estás vestido...dijo Lucy en un susurro.

Un mutante no podría vestirse. Las posibilidades disminuían a cero, no importa cuántas veces contara.

De repente, aquélla criatura la tomó de sus vestimentas y la levantó. 

Su fuerza era impresionante.

─Mujer.

Los ojos de Lucy se abrieron desconcertados. Porque, si bien su aspecto era digno de un mutante, hablaba casi humanamente. 

 ─Sabes hablar...

Lucy se vio obligada a sujetarse del brazo del mutante, ya que sus ropas en cualquier momentos serían destrozadas por sus garras.

─¿Eres Lucy? preguntó aquella impotente fiera.

─¿Quién eres?

Comenzó a forcejear su agarre. Aunque estuviera sorprendida, le tenía rabia. 

─¡Por tú culpa, Natsu ha muerto! ¡Maldito monstruo!

─Él está vivo dijo, y de inmediato Lucy se relajó─. Necesita tu ayuda.

─¿Dónde está?

Cayó al suelo antes de ser respondida, sus rodillas se rasparon, pero aguantó el dolor y mientras veía al mutante con recelo volvió a preguntar.

─¿Dónde está Nat-?

─Mi nombre es G5 interrumpió─, y si eres Lucy Hearfilia, Natsu está en los laboratorios. 

─¡Tú lo has herido de gravedad! gritó con enojo.

─¿Quieres ayudarlo o no? rugió.

Lucy cayó sobre sí, y luego de reincorporarse, preguntó:─¿Dónde está?

G5 giró sobre sus talones y apuntó con sus garras hacia el oeste. 

─Hacia allá está el LABEX que masacraste.

─No hay hoteles cinco estrellas por aquí, lo sientodijo con sarcasmo.

Lucy rió. Aquel mutante tenía humor, tal vez ni el que Natsu tenía.

(( ͡° ͜ʖ ͡°)...)

─Llévame.

─¿Y para qué he venido? ¿Para reproducirme?

Tarde fue cuando G5 se dio cuenta de lo que dijo.

─Olvida lo que dije.

─Ya lo hice.




En el transcurso no se intercambiaron más palabras, solo se dispusieron a caminar en silencio. 

Lucy no sabía si era una trampa o si en verdad Natsu estaba allí, pero lo descubriría en cuanto llegara. Además, G5 no parecía bromear. 

Faltaban metros cuando el aroma a muerte de comenzó a expandir. Lucy tuvo que respirar por la boca y no por la nariz, pues ese aroma daba nauseas. Era terrible.

Ya en la entrada destrozada, G5 se colocó una mascarilla que llevaba consigo en su hocico; ya que su olfato era muy desarrollado para semejante aroma. 

Entraron y Lucy se sorprendió de que en el pasillo ya no haya muertos ni sangre. Y hasta la luz había regresado. Sin decir nada, siguió la espalda de G5 quien se encaminaba entre los pasillos laberintosos. 

Finalmente, al llegar al segundo piso el aroma ya no era fuerte. Y se adentraron en una espaciosa habitación. 

Algunas capsulas vacías y otras simplemente destrozadas. 

─Tú has... 

─Aquel aroma era mas fuerte, por eso he despejado los pasillos.

 G5 se volvió a quitar la mascarilla, ya que el aroma se dejó de sentir al cerrar la puerta.

─Él está allí.

Con sus garras apuntó a una determinada capsula, alejada de las demás.

Natsu se encontraba dentro, conectado a determinada computadora. Dormido bajo aquella espesa fórmula.

─¿Quién lo metió allí?preguntó Lucy en un susurro.

─Es para sanar su herida, ¿no funciona así? 

─¡Idiota!

Lucy corrió hacia la capsula y la golpeó, tratando de romperla.

─¡Hay que sacarlo, ya! ¡Natsu, despierta! ¡Natsu!

─¡Por qué hay que sacarlo!gritó G5.

─¡Porque si no, su mutación se completará!

radioactive » naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora