Capitulo 58

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Caminé a un paso apresurado y llegué al camarote de mi padre, dentro se encontraban la señora Casey, su hija Angie y mi hermano.
- Hija, ¿dónde te has metido? -preguntó mi padre preocupado, me abrazó pero yo rápidamente me quité de él.
- Por ahí -dije y me senté en el silloncito. Angie me observaba y mi hermano también lo hacía.
- ¿Qué? -les pregunté una vez desesperada.
- ¿Puedo hablar contigo? -pidió Angie. Después de un gran suspiro y una patada de debajo de la mesa por parte de mi hermano acepté.

Entramos al cuarto y yo me recosté en la cama de mi padre. Ella se sentó frente a mí.

- ¿Cómo sigues? -preguntó.
- Estoy bien -le dije y cerré los ojos.
- Estás pálida y mucho más delgada que cuando te conocí. Esa noche del concierto tú me dijiste que no dejara que nada me aplastara y que mi novio no podía mandarme en nada. Nadie podría obligarme a querer algo o a odiar algo.
- Eso qué tiene que ver conmigo -pregunté aún con los ojos cerrados.
- No lo sé, pero supuse que tú deberías de ser una mujer fuerte y de un gran corazón. Merecedora de James, es mi amor platónico y tú eres casi como mi hermana. No... sé por qué situación estés pasando. Pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte.
- Gracias -dije, solo así.

Después de un rato sentí cómo me comenzaba a quedar dormida. Jamás había sentido tanta paz como la sentía esta noche, estaba completamente en los brazos de Morfeo, simplemente durmiendo. No me importaba el exterior, no me importaba lo que estaría haciendo James con Halston, no me importaba lo feliz que eran los chicos con sus novias, no me importaba cuanto amaba Kendall a mi hermana, no me importaba cuan enamorado estaba Ed de Gemma. No me importaba nada. Simplemente... quería dormir.

Desperté de golpe asustada por el tiempo, la noche había llegado y yo no estaba en el lugar de encuentro. ¿Qué pasaría si yo no me presentaba? Miré a mí alrededor y mi padre estaba dormido a mi lado, Ed no se encontraba allí. Me levanté corriendo y salí de la habitación. No estaba tampoco en la salita.

Salí corriendo de la habitación y bajé corriendo las escaleras, llegué al primer piso y revisé mi celular.

"Has sido impuntual, tu hermano pagará" -estaba en mi bandeja de entrada.

"No, no, no, no, ¡Ya llegué! Me quedé dormida, pero ya llegué, no le hagan nada por favor, ya llegué" -mientras lo escribía, estaba temblando y estaba llorando.

Me senté como comúnmente lo hacía y cerré los ojos fuertemente, esperé unos minutos y no había nada. Comencé a llorar otra vez desesperadamente, esperando y rogando que llegaran y me llevaran a mí en vez de él. Luego de estar sollozando, sentí que el pañuelo rodeaba mi boca y mi nariz, aspiré profundo de él y me quedé dormida.

...
- ¡Ah! -sentí cómo me golpeaban en el estómago.
- ¡Con que algo en vez de alguien! -gritó la rubia frente a mí. Comenzó a golpearme con más fuerza en el cuerpo, mientras Jack se encargaba de tocarme en todos los lados posibles.
- Te dije que hoy te arrepentirías -gritó está furiosa. Sentí cómo si desgarraran algo dentro de mí, ¿Qué fue? Ni idea.
- ¡Ya basta! -lloré.

Sentí que en vez de lágrimas corría sangre y salía de mi nariz. Todo se oscureció de nuevo y no vi nada, sentí cómo mi cuerpo no sentía más que el latir de la sangre por toda mi piel.

- Halston, esto es suficiente... lo hemos hecho por cinco días, al principio no sentía nada, pero ahora me da lástima, ha sido suficiente -dijo él.
- ¡Claro que no! Si estás en el negocio, el negocio tiene que terminar.
- ¿Cómo quieres que termine, muerta? -preguntó.
- Sería la mejor opción, así sabemos que ella no hablará -dijo Halston, yo a penas y los podía escuchar, el taladrar de mi oreja no me dejaba en paz.
- No, Halston, ella no podrá hablar de esto. No puede, por más que trate de decir o hacer algo, te juro que no lo hará.
- ¿Cómo lo sabes? -preguntó la rubia.
- Solo lo sé -dijo. Me pusieron de nuevo el pañuelo en la cara y me quedé dormida.

Al despertar mi cuerpo no respondía, mis piernas dolían como nunca y mi cabeza no me dejaba pensar con claridad. Escuchaba un pitido en mis oídos y cuando me puse de pie, caí al suelo.

Me levanté y trastabillé un poco. Llegué al elevador y aunque había gente mirándome, no me decían nada. Salí del elevador, temblorosa y lastimada, entré temerosa al camarote, esperando que no hubiera nadie dentro. Para mi suerte no había nadie allí.

Entré directa al baño, me desvestí lentamente y tuve mucho cuidado con la ropa interior, pues casi sentía que la tenía pegada a mi piel. Al terminar de quitármela, comencé a llorar desesperadamente.

- ¿______? -Se escuchó en la puerta, no hice caso y seguí llorando a grito abierto- ¿_____ estás bien? -escuché que la puerta se abría, yo estaba en el suelo escupiendo un poco de sangre.
- ¡Dios, ______! -era Kendall quien me veía.

(Narra Kendall)

Muy temprano en la mañana Helena y yo fuimos a desayunar con los chicos. James parecía estar triste y molesto a la vez, era obvio que extrañaba a ______. Nosotros no dijimos nada cuando nos informó que habían terminado. Decidimos dejar a su criterio todo eso del amor. Helena se llevaba de maravilla conmigo, la verdad era que la amaba con locura, estaba ciego de ella.

Después del desayuno fuimos a dar una vuelta en la cubierta pero Helena me pidió que fuera por su cámara al camarote. Al entrar a este, escuché que alguien estaba llorando desesperadamente. ¿Qué pasará allí? -me pregunté, conocí esos sollozos, era ______.

- ¿______? -Dije desde la puerta, los gritos comenzaban a aumentar- ¿_____ estás bien? -pregunté de nuevo, ella seguía sin responder y decidí entrar.

Fue allí cuando la vi, estaba en el suelo, montones y montones de moretones, rodeaban su espalda y sus piernas, de su nariz y boca salía sangre. Estaba temblando y estaba pálida y delgada.

- ¡Dios, ______! -grité y corrí hacia ella. Me metí en el agua, no me importó mojarme por ella, ni siquiera le presté atención a su desnudez- ¿Qué te hicieron? -pregunté asustado. Ella no respondía. La tomé en mis brazos y traté de caminar con ella, aunque era un poco pesada.

Estaba por salir del baño, cuando tropecé y caí encima de ella. _____ pareció no dolerle y yo caí sobre mis codos, admito que me dolió, ella me miró y estaba llorando. Preocupado también derramé algunas lágrimas, me estaba levantando...

- ¿Qué estás haciéndole? -preguntó Helena en la entrada del cuarto.
- ¡No es lo que parece! -grité inmediatamente y me levanté de encima de _____.
- ¡Te diré lo que parece! -dijo ella molesta- ¡No la toques! -gritó furiosa.
- Yo no hice nada, déjame explicarte lo que pasó.
- ¡No! -dijo ella con los ojos cristalinos.
- ¡Helena, espera! -pedí.

Era cierto, esta no era una imagen nada bonita. _______ en el suelo desnuda y mojada, además de llena de restos de sangre y yo sobre ella mojado.

- ¡Kendall, vete antes de que llame a la policía, seguridad o lo que sea que haya aquí! -gritó.
- ¡Déjame decirte lo que pasó! -pedí desesperado.
- ¡Vete! -dijo llorando, me partió el corazón verla así y esperando a que yo me moviera del lado de su hermana, miré a _______ y ella estaba casi desmayada.

Caminé rápidamente y salí de allí, fui a mi camarote. Pensar en decirle lo que pasaba a James solo lo preocuparía, no sabía qué le estaba pasando a ______, así que esperaría hasta que todo este problema se aclarara.

Messages (James Maslow) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora