✴CAPITULO 6✴

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Lamiendo el cuello de Alex, Yago seguía jugando en el interior de la ropa del chico con su cuerpo, acariciando en lugares sensibles mientras sus labios dejaban pequeñas marcas íntimas, todo esto mientras su pareja gemía con timidez y se aferraba a él.

--- Parece que mi Al quiere ser devorado por completo~ ---De manera santurrona se burlaba del chico para darle un pequeño beso en su clavícula--- Quiero que entiendas, Al, en términos humanos quiero que seas mi novio. . . Aunque con el collar que te di técnicamente nos vuelve en prometidos.

Sorprendiéndose por las palabras dichas del pelirrojo, Alex solo inhalo queriendo gritar de felicidad, en su corazón estaba está duda de que eran ambos, ahora la duda estaba resuelta y ya no le importaba preguntar más a Yago por ellos.

--- Oye, oye, lo que te dije no era para que te emociones así ---Mirando el bulto en los pantalones de su Al, Yago bajo su mano para acariciar la pequeña tienda de campaña.

--- ¡Ah~! ---Soltando un gemido fuerte, Alex miro con pequeñas lágrimas a Yago, cada caricia de su ahora novio le hacían querer pedir por más--- Ya-Yago, has estado~ jugando. . . Mmm~ con-con mi cuerpo c-como te plazca~ ---Tomando las manos del Lumia las coloco directamente entre su entrepierna--- Por favor~ no juegues más~.

--- Ah~ Alex, no puedo evitarlo. . . Cada que veo tu cuerpo me grita para que le moleste~ ---Dejando un pequeño beso en sus labios le empezó a quitar los pantalones junto con su ropa interior--- Lo malo es que si no hacemos los juegos previos, cuando te lo meta te podría doler.

--- N-no importa. . .

--- ¡Oh! Pero creo que a tu abuela, que está fuera en el pasillo, sí le a de importar.

Viendo los movimientos de Alex detenerse y la cara volverse roja, Yago no pudo evitar reír cuando le preguntaron si mentía o si su abuela los había oído.

--- ¡Oh Dios!

La cara roja del chico competía con un tomate maduro, uno que a Yago le hacía que sus papilas gustativas se vuelvan locas por querer devorar y disfrutar de su sabor.

--- Mierda, Al, debes de dejar de seducirme ---Lamiéndose los labios con los ojos hambrientos puestos en el chico, devorando la boca de su novio no pudo evitar decir al separarse--- Tan dulces~.

Mirándolo algo perdido Alex sintió la cálida mano del Lumia en su entrepierna haciéndolo temblar, sujetando uno de sus brazos vio con vergüenza como su novio lo empezaba a masturbar.

--- Al, quítate la camisa, quiero saborear tus tiernas tetillas.

Susurrando de manera ronca en el oído de Alex, Yago acarició la punta del glande mientras mordía ligeramente el lóbulo del oído de su amante, de forma obediente el pelinegro tomó el borde de su camisa para levantarla y quitársela de manera algo lenta, dejando ver que debajo de está aún permanecían algunas marcas íntimas de días atrás.

--- Aaah~ las marcas que te he dejado aún no se han borrado~ ---Lamiendo sus labios con mirada satisfecha se acerco a algunas marcas de estas para volverles a dar color--- Mi Al se ve taaan delicioso así.

Viendo a su novio temblar conteniendo se los gemidos, los labios de Yago se alzaron mostrando una sonrisa divertida, sabía que ahora su pequeño no quería ser escuchado por quién sea que esté fuera del cuarto, pareciéndole tierno mordió ligeramente el pecho derecho de este haciendo que soltara un sonoro gemido.

--- ¡Aaaaaaah!~

Sintiendo la dureza en sus propios pantalones, el Lumia sujeto la mano de su pareja para acercarla a su miembro enseñándole lo duro que estaba.

--- ¿Crees ayudarme?

Su voz ronca llena de excitación hizo que Alex sintiera incomodidad en su parte trasera, gimiendo bajo acarició con cuidado el miembro oculta del otro mientras seguía siendo masturbado por las manos pálidas del pelirrojo.

Dulce travesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora