Capítulo 5: Epilepsia ausencia de la infancia

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Josh estaba esperándonos fuera de su casa, teníamos todo preparado, pasaríamos la mañana en su piscina gracias a Dios el clima colaboraba era un perfecto día especialmente soleado, ni una nube en un cielo totalmente azul, el aire era un poco frío pero nada que no pudiéramos manejar, llevábamos un bolso enorme con nuestros trajes de baño, los vestidos para la fiesta en la noche y todo lo que necesitábamos maquillaje, cremas, secador, plancha, zapatos, todo.

- BUENO TODO LISTOOOO A DIVERTIRNOS- grité al ver a Josh

- Que es todo eso que traen ahí?- fue su saludo

- Oye hieres mis sentimientos ni un hola Mel que linda te ves con ese vestido? Como amaneciste Sam, adoro tu cabello?- le reproché a mi amigo que soltó una carcajada al ver que mi compañera caminaba avergonzada lejos de mí. Josh corrió tras de ella alcanzándola para ayudarle con su bolso, ignorándome por completo

- Aparte de todo me ignoras?- le dije corriendo tras ellos- consideraré sacarte de mí lista de amigos y no invitarte a mi fiesta hoy

- Olvidas que esta es mi casa genio?- me golpeé la cabeza a mí misma, de verdad que había olvidado ese insignificante detalle

- AMIGO ADORADO- le grité abrazándolo con todas mis fuerzas

- Ya dejaste el drama entonces?

- Si, pero aun no me has saludado como se merece

- Llevo más de media hora chateando contigo

- No es lo mismo, quiero mi saludo como la princesa que soy- le hice un puchero, solo por diversión

- Esta bien, buenos días Mel, como amaneciste hoy, tenía un siglo sin saber de tu vida, contenta?

- Siii- sonreí victoriosa mostrándole todos mis dientes, lo sé soy caprichosa que le puedo hacer?

- No me has dicho que traen ahí- señalo nuestros bolsos

- Todo lo necesario para vernos hermosas esta noche- dije sonriendo

- Está bien, Annie y Mark deben estar por llegar, era la zona más adinerada de la cuidad, las casas eran inmensas, enrejadas con enormes jardines, entradas que parecían sacadas de las películas su jardín era enorme cubierto por un pasto verde, parecía tan suave que semejaba una alfombra; alrededor contaba con pequeños arbustos florales de todos los colores y justo en el medio una enorme fuente. Josh nos guio por el jardín hasta que llegamos a una imponente casa, parecía una mansión, estaba abrumada con tanto lujo, no lo podía creer, era blanca con un gran balcón en el segundo piso, en la entrada unos cuantos escalones que llevaban a una enorme puerta de madera.

Mi amigo nos invitó a pasar al ver que solo estábamos allí observando nuestro alrededor sin ni siquiera mover un musculo y es que pensaba que Josh tenía dinero pero nunca imaginé que tanto, porque estudiaría aquí si estoy segura que podría costear de las mejores universidades del mundo, viajes y todo lo que él quisiera? Que digo estudiar debía tener su futuro asegurado en cualquiera que fuera la empresa de sus padres.

Una vez dentro quede aún más abrumada si eso era posible, se observaba un gran recibidor, al estilo antiguo, alfombra de patrones geométricos con tonos marrones y beige, una enorme lámpara araña de cristales decoraba en el techo, al fondo se podía divisar la sala y al lado derecho una escalera en espiral con barandales negros muy bonitos, caminamos por la sala que estaba perfectamente amoblada, hasta llegar a una puerta de vidrio que permitía ver la espectacular piscina que se encontraba detrás de la propiedad, debía medir unos 3 metros estaba bordeada por un hermoso pasto, con flores, al lado derecho se encontraban sillas playeras junto con sombrillas y al final se veía una pequeña casa muy acogedora. Josh se nos adelantó haciéndonos señas para que entráramos con él

Sobreviviendo a AxelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora