Capítulo 18: Soy el jefe no es obvio?

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Un constante murmullo me despertó, traté de mover mi cabeza pero la sentía pesada como si fuera una gran roca, abrir los ojos se convirtió una tarea maratónica, recordaba haber tenido resacas malas pero esta debía ser la peor, quería gritarle a Sam que se callara, pero mi boca estaba demasiado seca, me dolía todo el cuerpo, traté de fijar mi mirada pero nada tenía sentido, este no era mi cuarto, pestañee un par de veces para asegurarme de estar despierta pero el mundo volvía a dar vueltas, logré distinguir el rostro de una mujer, probablemente de mi edad

- Tranquila señorita, se dio un fuerte golpe en la cabeza, es mejor que no se mueva- golpe? Intenté llevar mi mano al sitio pero no pude, estaba amarrada? Que está pasando? Al hacer fuerza para soltarme sentí un pinchazo, una vía intravenosa en mi mano? Miré a mi alrededor no era un hospital, en donde rayos estoy que pasó anoche?, hice un gran esfuerzo para hablar pero no salía ningún sonido de mi boca.

- Tome- la amable joven me alcanzó un vaso con agua- beba se sentirá un poco mejor, al pasar el líquido por mi garganta sentía como si un millar de agujas corrieran hacia mi interior después de la tortura logre hablar

- Que me pasó? Dónde estoy?- no recordaba nada, la señorita me miró con tristeza y negó

- Se golpeó la cabeza ya se lo dije

- Quien es usted- ya estaba histérica – porque estoy amarrada?

- Cálmese o tendré que sedarla nuevamente, al jefe no le gustan los escándalos

Mi sorpresa no pudo ser mayor el jefe? De quien hablaba?

- Cuanto tiempo llevo aquí?

- Dos días, llegó en la madrugada, la trajeron muy mal, por eso me llamaron- mis ojos se abrieron de repente, 2 días? Llevaba 2 días aquí? Le habrían dicho a alguien, mis amigos dónde están? Y Axel o por Dios estará bien?

- Y Axel?- dije en un hilo de voz a punto de llorar

- No se mas nada señorita, solo me trajeron por usted, es mejor que se calme- mi mente seguía perdida en un mar de preguntas, intenté recordar pero todo era muy confuso, tenía imágenes de una fiesta, tragos, estar bailando con Ax y los demás luego nada, lagrimas caían de mis ojos sin que pudiera evitarlo, mi cabeza dolía mis manos dolían, estaba amarrada y sedada, como si estuviese en un psiquiátrico, me habré vuelto finalmente loca? Nada de esto tiene sentido

La puerta se abrió y mi corazón latió muy rápido, tenía la esperanza de ver a Axel que estuviera allí para salvarme de esta pesadilla y darle de nuevo sentido a mi vida.

- Me alegra que estés despierta, ya era hora- dijo un hombre bastante alto muy guapo para su edad, bien vestido, su presencia imponía mucho respeto y en mayor grado poder, había algo que se me hacía familiar, pero no podía estar segura de nada en este momento, la chica que se encontraba unos segundos antes conmigo se retiró, a mi parecer muerta de miedo

- Quien es usted?- pregunté necesitaba respuestas

- Soy el jefe no es obvio?

- El jefe de que si se puede saber?

- De toda la ciudad, controlo muchas cosas y tú no deberías hablarme así

- Pues no pienso hablarle de otro modo, estoy adolorida y llevo aquí amarrada sabe Dios cuánto tiempo, así que usted no me venga a decir cómo puedo hablarle- una sonrisa se dibujó en su rostro, "que le pasa a este tipo" pensé

- Me agrada tu actitud- esas palabras resonaron en mi mente, era el mismo tono que había oído hace unos meses en la cafetería con Axel dejavú pensé

Sobreviviendo a AxelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora