Sobreviviendo a Axel

Capítulo 25: Estoy comenzando a odiar las personas del mundo

Despedirme de mi madre y hermanos me estaba resultando más duro de lo que jamás imaginé, debía regresar, eso lo tenía muy claro y el hombre allí junto a mi cargando nuestras maletas al auto disipaba un poco la nostalgia que se apoderaban de mi corazón al partir, habían sido 3 estupendas semanas, pero el fin de las vacaciones se aproximaba y debíamos ordenar nuestras vidas después de la manera tan accidentada como terminó el semestre.

- Adiós mamá, te amo- la abracé fuertemente, mientras una traicionera lagrima se escapaba por mis mejillas- te extrañaré mucho- le dije antes de salir corriendo al auto, Axel se acercó luego a mi madre despidiéndose con un abrazo y un "hasta pronto señora" tan formal como siempre.

Cuando ya entró por fin al carro encendió el motor y yo me asomé por la ventana, despidiéndome de ellos, sería la última vez que los viera en un buen tiempo, deseaba grabar esos momentos en mi memoria, al girar en la calle siguiente me tiré en el asiento y sequé mis lágrimas, normalmente estaría feliz por volver a la universidad, pero los extrañaría aún más que antes, mi novio solo puso algo de música suave y se limitó a conducir, poco a poco los pensamientos que me agobiaban fueron desapareciendo de mi cabeza, al ver cómo íbamos dejando atrás los hermosos paisajes me fui llenando de paz, suspiré y sentí los ojos Ax fijos en mi

- Mejor?- fue lo único que salió de sus labios

- Ahora lo estoy- dije con una sonrisa buscando mis lentes de sol y subiéndole al volumen de la radio, su cara se iluminó tanto como la tarde, era una sonrisa tan genuina donde dejaba ver todos sus dientes

- Que le hiciste a mi familia? Todos quedaron muertos con tus encantos Lu te amó! Eras el hermano que Nic siempre deseó y mi madre quedó embobada contigo

- Tenia que esforzarme mucho para agradarles después de todo el daño te cause- sus ojos volvieron a llenarse de culpa, odiaba lo que me habían hecho, pero me entristecía lo atormentado y culpable que Ax se sentía

-Mi amor no fue tu culpa- Axel intentó interrumpirme pero yo negando con la cabeza lo besé para que no siguiera y luego continúe con lo que iba a decir- y no tenías que esforzarte tanto, te adorarían solo con lo feliz que me haces- me incliné nuevamente para un nuevo beso fugaz, no quería causar ningún accidente

Llegamos a mi apartamento sin contratiempos, Axel se encargó de las maletas mientras yo sostenía las puertas, entramos y todo estaba oscuro, corrí en hacia el refrigerador desilusionándome al encontrarlo totalmente vacío, mi estómago sonaba indicando que estaba a punto de devorarse a sí mismo, gruñí muy fuerte y cerré la puerta, sin percatarme que mi novio miraba encantado la escena

- Suenas como un ogro cuando tienes hambre- logró decir entre sus carcajadas

- Bebé, estoy a punto de convertirme en uno y devorarte si no consigo otra fuente de comida ya mismo- sus carcajadas se volvieron aún más ruidosas, lo que había dicho era totalmente ridículo y no dudé en unírmele, los dos caímos al suelo, no sé en qué punto mi estómago dolía de hambre y en cual era por el ataque de risa

Pasaron unos minutos hasta que logramos recomponernos

- Vamos hermosa, cenaremos fuera- brinqué de la emoción y le di un rápido beso en los labios antes de arrastrarlo a la puerta

El lugar era precioso, un restaurante pequeño decorado con rosas blancas y muchas velas, las mesas eran todas para dos y estaban ubicadas de cierto modo que parecían brindar toda la privacidad del mundo, la música era instrumental y en un volumen muy suave, la luz tenue, los colores iban entre rosas y blancos invitando al amor sin duda debía ser el sitio más romántico en la tierra, la mesera nos dirigió a nuestra mesa, donde se encontraba un bello ramo de rosas rojas en una de las sillas el cual noté solo cuando Axel la retiró como todo un caballero para que me sentara, las tomé y como un acto reflejo las llevé a mi nariz, su fragancia era exquisita, me puse cómoda y agradecí a mi novio