arreglando diferencias

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Ese día era hermoso ,magnífico. El sol resplandecía con todo su esplendor.
Dos jovencitas revoloteaban como un par de mariposas dentro del verdoso bosque de árboles.
La mayor ,una bella muchacha que aparentaba menos de veinte años ,poseía un traje pegado al cuerpo de un puro e inocente color blanco de mangas holgadas. Su largo y sedoso cabello de un rojo muy peculiar parecía un fuego tibio y brillante. Era una híbrida ,se podía ver por sus peludas orejas felinas y su cola del mismo tono que su melena.
La menor ,era una niña que apenas rozaba la pubertad. Su pequeño cuerpo corría como si sus energías fueran infinitas. Un cabello azabache revuelto por el salvaje viento que soplaba con ternura sobre ella y la hacía ver más tierna y cariñosa.
Llevaba un kimono azul que anteriormente le había regalado su antiguo amo. Iba descalza por el seco pero aún así vivo pasto.

-¡A que no me atrapas Rin!- exclamaba llena de alegría Minene.
-¡Te tengo!- gritó la pequeña saltando sobre ella.
Dieron un par de vueltas por el suelo. Se habían pasado toda la mañana jugando y riendo mientras seguían al daiyoukai.
Una vozecilla chillona interrumpió sus carcajadas.
-¡OYE HÍBRIDA! ¡VEN AQUÍ EN ESTE INSTANTE! ¡ESTAS ANTE LA PRESCENCIA DEL GRAN LORD SESSHOMARU!- reclamaba un youkai enano con aspecto de una criatura verde y de ojos saltones.

Ambas observaron al duendecillo por unos momentos y volvieron a verse entre ellas para reirse nuevamente.

-¡¿QUÉ ES TAN GRACIOSO?!- preguntó irritandose cada vez más.
-Oye Jaken. Creo que estas algo estresado. ¿Por qué no te diviertes con nosotras?- preguntó la hanyou con una sonrisa pícara.
-NO QUIERO.- repuso de inmediato Jaken con la frente en alto.
-¡Ya sé!- dijo de repente Rin.- ¡Hay que hacer un trato! Si el señor Jaken pierde dejaremos de jugar ,pero si ganamos ,usted tendrá que pasarla bien con nosotras.- propuso la dulce niña.

El enano verde meneó la cabeza de lado a lado mostrando su negación.
-¡Oh ,vamos chiquitín! Ese cuerpito tuyo almacena mucha energía negativa.- comentó Minene mostrándose despreocupada.
-¡TRÁTAME CON MÁS RESPETO ,FENÓMENO!- reclamó el youkai.
-hpm... Aquí el único al que le falta modales es a tí. Además ,no te he faltado el respeto en ningún momento.- su rostro mostraba que se había ofendido con el comentario del sirviente de Sesshomaru.

El lord (quien ni siquiera se molestaba en prestarle atención a su grupo) observaba de reojo a su subordinado desde que escuchó sus chillones gritos.
El daiyoukai fue el único que se dió cuenta de que a la hanyou no le había agradado el adjetivo que su sirviente le dió.

-Jaken ,discúlpate con ambas.- ordenó sin mostrar algún sentimiento en su entonación.
El duendecillo se sorprendió al escuchar de su señor tales palabras.
-Pe-pero ,amo bonito ,no es justo que solo me regañe a mi...- fue interrumpido por su dueño.
-Te dije que lo hagas. Fuiste tú quién insultó a Minene.- dijo frunciendo ligeramente el ceño.
La hanyou entró en la discusión para no causarle más problemas al pequeño youkai.
-No hace falta ,ya...- la pelirroja soltó un suspiro dejando escapar en él toda su alegría.- ...ya estoy acostumbrada.

Y trás decir esto ,se levantó del suelo y empezó a caminar a paso calmado hacia el sendero. Sus cabellos no dejaban ver sus bellos ojos amatistas y sus orejitas habían bajado considerablemente.
Alzó su brazo y señaló una aldea que lucía lejana y algo descuidada también.

-Primero que nada debemos alistar hierbas medicinales y medicamentos que de seguro encontraremos ahí.- habló sin mostrar interés.- Después ,Rin pasará la noche con alguno de los campesinos que estén dispuestos a ayudarla. Cuando el sol caiga buscaré un lugar donde pueda prepararme para que mis sentidos se agudizen y podamos comenzar la búsqueda.
-¿Prepararse?- preguntó Rin con curiosidad.
-Sí. Esto es lo que nos ayudará a encontrar las cinco piedras legendarias.- repuso tratando de forzar una sonrisa mientras sacaba del fondo de una de sus mangas unos bellos aretes largos que parecían tener valor para ella.
Comenzaba con una piedrita turquesa de la que brotaban unos hilos dorados muy finos.
-Que lindos.- la voz de la pequeña sonaba exaltada al ver esas preciosas joyas.- Pero ¿Cómo te los vas a poner?- la curiosidad de Rin no tenía límites.
-No te preocupes por eso. Está claro que en mis orejas no se pueden colocar. Sin embargo ,colgar los aretes en el cabello funcionará igual ,y ni siquiera se notará la diferencia.

los elementos del corazon (fanfic de Sesshomaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora