Especial +5000 palabras (1/3)

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-Y... bueno...- tartamudeó, nerviosa, mientras enredaba sus dedos en unos mechones de cabello intentando no crear tensión.
-A ver si entendí.- dijo Koga rascando su nuca- ¿Quieres ir a buscar unas piedras que sueltan brillitos, y para eso necesitas de mi ayuda como guardián?
-Emm... algo así...
-¿Por?
-Pues el poder de esas piedras es codiciado por muchos, y me aseguro si las recolecto todas.- respondió asintiendo.
El hombre lobo sonrió de lado.
-¿Y yo qué gano?
-El placer de apoyar a una damisela en apuros.- contestó sintiéndose entrar en más confianza.
-Oye, a pesar de ser la hermana de la bestia, me agradas.- comentó alzando la mano- Koga, para servirte.
-Minene, tu nueva jefa.- se presentó estrechándole la mano.
-Nos vamos a llevar bien, chica de pelo ardiente.

Minene solo atinó a sonreír, pensando que aquella compañía era mucho más amistosa que la del callado y frío Sesshomaru.
"Maldito perro rabioso" se dijo para sus adentros, "Koga te supera en todos los sentidos".

-Eh, pero, creo que antes de poder irme contigo en tu campaña, deberíamos ir a hablar con mi esposa. Es un poco celosa.- informó avergonzado.
-Oh, no te preocupes, la convenceré.

Unos hombres lobo, subordinados de Koga, llegaron de repente y asfixiaron a su líder con preguntas sobre quién era la mujer de melena en flamas y por qué charlaba con ella.

-Soy Minene, encantada.- dijo esbozando una sonrisa.
-¿Es la hermana del hanyou con quien la señora Kagome se casará?- quiso saber el de cresta gris.

La híbrida se reía de los comentarios de los lobos, mientras que ellos pensaban que la joven, si hubiera nacido por lo menos mitad licántropa, sería una querida miembro de la manada.

El grupo decidió, después de un largo tiempo dedicado a bromas y juegos, ir hacia la aldea y ayudar en algo para la ceremonia.

-¿Una carrera?- dijo Koga, colocándose en posición de salida.
-En sus marcas...- empezó a contar el más inocente de ellos, llamado Ginta- listos... ¡fuera!

Los cuatro se habían estirado en sus patas traseras y delanteras, y corrían dejando una capa de tierra tras ellos. La arena se les enterraba dentro de las uñas, y de vez en cuando una roca afilada se adentraba en las plantas de los pies. A pesar de eso, disfrutaban sentir el viento estamparse en sus rostros, atrayendo el aroma humano desde la aldea.

Los licántropos no se hacían mayor problema que solo sacudirse de vez en cuando para quitarse el polvo de encima, mientras que Minene decidió primero terminar la carrera y luego acicalarse, para evitar perder ante sus oponentes.

Entre las ramas de unos árboles, observando la escena con tanta atención como un francotirador al acecho, se encontraba un lord que ni siquiera parpadeaba para centrar su vista en el grupo que corría hacia la aldea humana.

-Él será un problema.- sentenció antes de dirigir sus ojos directo a la figura del líder de los lobos, lleno de molestia.

El lobo le había dicho que no era personal, pero que muy pronto las sequías llegarían a esa parte de oriente y no quería que su manada pasara hambre ni sed, así que si sacaba algo de provecho de aquel trato, lo aceptaría con gusto. No importaba que Minene no le pagara, siempre y cuando ella le diera algo a cambio por sus servicios.

Bajó de un salto ligero y ágil, y casi no levantó tierra cuando sus pies tocaron el suelo. Apretó los puños al pensar en los peligros y amenazas que podría vivir la híbrida junto con ese sarnoso.

Inuyasha lo había advertido, y ahora confirmaba las sospechas sobre el lobo.

-Supongo que tendré que cuidarlos a ambos desde lejos. Malditos críos. Son peores que el idiota de mi hermano.

los elementos del corazon (fanfic de Sesshomaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora