Nota del autor/a: Para disfrutar de una mejor experiencia con el capitulo, dale al play al audio al lado de el párrafo donde lo encuentres mientras lo lees, con un volumen medianamente bajo, sobretodo con auriculares, mejorarás la experiencia, espero que lo disfrutes.
-¿Así que Ethan fue a tu casa a interrogarte?
-Sí. Ya sabes... en ese momento estaba muy furioso, le dije prácticamente todo. -Crawford abrió los ojos-. Tranquilo, en ese momento me vino a la mente el hecho de que si al final no me asesinaste, pudo haber sido por un motivo en especial. Me preguntó cómo eras.
-...¿Qué le respondiste?
-Que eras un hombre mayor, castaño, de ojos verdes y rollizo.
El psicópata esbozó una sonrisa.
-Sabía que harías eso. Confirmo que nunca deberé de poner en duda tu inteligencia -afirmó. Se levantó del sofá y comenzó a caminar alrededor del salón, con satisfacción y la mano acariciando su propia frente.
-Hemos confundido de rumbo al detective -musitó desde el sillón contiguo al sofá donde Crawford estaba sentado. Se encontraba en el mismo lugar donde se acomodó Ethan en su visita al ojiazul. Aden denotaba una expresión seria-.
-Sí. Ya debería de quitar cualquier sospecha sobre mí.
-Crawford...
-Dime. -respondió rápidamente. El muchacho miraba fijamente al suelo mientras escuchaba los pasos del mayor algo más cerca.
-A veces me... me duelen las heridas de las muñecas.
Crawford se inclinó y cogió a Aden por uno de sus antebrazos. Delineó las cicatrices con el pulgar de su dedo.
-...Siento haber sido el causante de que te hicieras esto.
-¿Cómo conseguiste que Lizzy no dijera nada? -cogió aire por la nariz-. ¿La has forzado para que no...?
-Una pastilla. En laboratorios se están trabajando medicamentos que anestesian y borran de la mente hasta una hora antes de la suministración. Decidí probarla con ella.
-¿Cómo conseguiste darsela?
-Estuvo muy cerca de descubrirte, no es propio de mí, podría haber inventado cualquier excusa, pero sin embargo perdí el control.
-¿Por qué lo perdiste?
Aden apartó la muñeca de la mano de Crawford, de un ligero tirón.
-No sé. Será porque lo pierdo si la cuestión eres tú -respondió con un haz de rabia.
Todo se quedó en silencio. Aden se movió y se levantó.
-Bien, es realmente tarde, creo que me voy a...
-Tu amiga, Elizabeth... ¿sabe lo nuestro? -interrumpió.
Aden se detuvo, el hecho de que estuvieran juntos le era olvidado y a la vez, era imposible de borrar. Su reciente relación con el mayor le era irrelevante, pero a la vez no podía quitarse de la mente el por qué empezó algo con un demente cuyo destino es la muerte o la cárcel, tarde o temprano.
Habían varias teorías que el mismo se replanteó. Quizás decidió quedarse porque sentía que su vida estaba en constante e irrevocable peligro al negarle una petición a un asesino, quizás porque había suficiente valentía en él como para seguir adelante y suficiente apego a Craw como para apartarle de su camino.
También, existía el hecho de que Aden se sintiera de algún modo atraído por el moreno. Y esta hipótesis acabaría de tener sentido de no ser porque era un sádico, y a saber la cantidad de maratones, cicatrices y hemorragias podría calcar en Aden, y ninguna, absolutamente ninguna emocional.-No. No le he dicho a Elizabeth nada. Sin embargo, le mentí a mis padres diciendo que me quedaría el fin de semana a dormir en su casa, le pedí a ella que me cubriese, ya que... en realidad voy a dormir aquí.
-¿Aquí?
-Sí.
-Vaya -paró a pensar-, pues hay una habitación libre para que duermas, si quieres.
-Gracias... primero iré a ducharme.
La conversación terminó, Aden en realidad no quería más que inspeccionar a tiempo un poco mejor las pertenencias del mayor, y éste se dio cuenta. La guardia y el intelecto del demente no descansaban un solo instante.
Aden se quedó pensando, sumergido en su introversión. Pensando sobre aquella palabra que en algunos momentos consideraría maldita y que marcaría un antes y un después en su vida. Aquel momento, en el que le respondió "Sí" a Crawford. Aunque, quién sabe, a lo mejor marcarían más la vida de Craw.
El joven, sin más cabeza para centrarse en más cosas, no se dio cuenta de que la puerta del baño se estaba abriendo de una manera suave y poco ruidosa. Vestido, aunque no por ello impedido o incapacitado de entrar a la ducha, Craw se acercó detrás de Aden. El joven, resultó intimidado al mirar hacia el frente y darse cuenta por medio del reflejo de la mampara que Craw estaba ahí.
Su relación con el psicópata ya dio lugar y comenzó, llevaban poco tiempo juntos y Aden nunca había tenido algo más que una simple amistad con cualquier hombre; se podría decir que era una de las cosas más raras que había cometido, por no decir difícil e impropia por su parte.
No se creía ni el mismo que estuviese manteniendo una relación con otro hombre, y menos con uno tan violento y diferente a él en todos los sentidos, y el hecho de que ese hombre estuviese en esas circunstancias detrás de él le resultaba algo más que incómodo.Aden, pensando que Craw iba a hacer una cosa brusca de las suyas o por lo menos a montar un espectáculo, se sobresaltó. Sintió en ese momento el susurro de Crawford:
-La... primera vez que asesiné a alguien, me sentí eufórico. -Aden se asustó, apretó sus manos haciendo puños para impulsarse a ser impasible-. Sentía cómo la sangre fluía por mis venas, me gustaba ver cómo la suya salía de su boca.
"Para, por favor" pensaba el chico. Crawford hablaba algo más fuerte.
-El corazón me latía tan fuerte..., pensé que se iba a salir de la misma en la que se salió el suyo. Solo podía pensar en ello, día, tarde y noche. Me resultaba inhumano, sobretodo viniendo de alguien como lo era yo.
Aden se mordió el labio. El demente hablaba todavía más fuerte.
-Sentía un mareo cada vez que escuchaba una palabra que me hacía relacionarlo a ello. -Se calló, como si le hubieran robado el alma, terminó, entre dientes, muy bajo, pero se podía oír-:
Aden. Eso me pasa cada día contigo.
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Beyond
Mystery / ThrillerLas acciones y las fechas transcurrían, y un día, aquel adolescente introvertido e inocente se percató de que que le estaban observando fijamente, le observaba un monstruo despiadado y sádico con los ojos inyectados en sangre. Un monstruo que había...