Capítulo 14

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Nota del autor/a: Para disfrutar de una mejor experiencia con el capitulo, dale al play al audio al lado de el párrafo donde lo encuentres mientras lo lees, con un volumen medianamente bajo, sobretodo con auriculares, mejorarás la experiencia, espero que lo disfrutes.

Resguardó las manos en sus bolsillos y se encogió mientras caminaba. El hecho de haber sido secuestrado le había brindado cierta inseguridad. Se sentía como un esqueleto con vida, el cual no podía hacer nada más que rememorar lo que ocurrió la noche anterior.

Durante su estancia en el hospital, y en una visita de Elizabeth, Aden comprobó en su móvil la dirección que Crawford le dio a su amiga haciéndose pasar por él. De ahí apuntó y consiguió llegar a la casa del psicópata a pie, ya que estaba cerca.

El sol no se veía, y aquel ambiente húmedo de invierno solo le incitaba a inquirir más en sus pensamientos. Recordaba cómo pegó el arma que llevaba cerca de los pómulos de Crawford, cómo éste retrocedió y retractó su ademán de abrazarle en cuanto comprobó que un joven de diecisiete años estaba amenazando su vida, la forma en que su respiración estaba agitada y la manera en que le irritaba al muchacho el hecho de que aquel demente no dijese media palabra, expresase ninguna acción o hiciese ningún gesto.

Empezó a chispear, y la gente ya se figuraba este cambio climático, así que la mayoría comenzaron a abrir sus paraguas y a caminar rápidamente hacia algún portal o porche donde resguardarse.

Cerca del asfalto, sobre la acera, transitaba algún que otro coche, levantando un poco de agua.

Y a pesar de todo ello, el joven no hizo más que ponerse la capucha. Cogió la ropa mas ancha, ligera y cómoda que tenía y salió de su casa a caminar por el parque. Cosa que, a sus padres, acostumbrados a ver a su hijo vestirse bien y combinando tonos y ropa, les había extrañado. En igual cantidad como su expresión, y es que se mostraba impasible, y los picores que de vez en cuando le daban las heridas de sus muñecas, no hacían más que obligarle a retroceder en el tiempo y escarbar en experiencias.

En un principio, él se dirigía a la casa de su amiga Elizabeth, con fin de saludarla, pero su mente se perdió por el camino.

Miraba al suelo, cada vez eran más las gotas que caían, y más lentos los pasos que daba. Llegó a un punto en el que ya no circulaba nadie por la avenida en la que se encontraba. Los árboles eran lo único que no le creaban la sensación de empezar a sentirse vacío.

El sonido del motor de un coche le llegó a los oídos, parpadeó y giro lentamente uno de sus pies para darse la vuelta.

Levantó la vista mientras la puerta del conductor se abría.

-Aden —dijo Crawford, intentando llamar su atención mientras cerraba la puerta del coche, con una expresión de preocupación—.

Como si de un movimiento brusco se rompiese todo su organismo humano, Aden se giró tratando de parecer transparente. Seguía impasible, pero sus pulsaciones subían ligeramente, y él no se daba cuenta. Arrastraba sus pies por el suelo.

Aden, ven aquí —le llamaba haciendo señas con un paraguas cerrado que llevaba en la mano, dejó de arrastrar los pies, comenzó a andar, sin vista o mirada que echase hacia atrás.

-¡Aden!

Andaba deprisa.

-¡Ven aquí!

Más deprisa.

-¡¡Aden!!

Crawford se acercaba, Aden cogió impulso.

-¡¡Aden!!

-Ayuda...

Muy deprisa. 

-¡¡Ayuda!!

-¡Te voy a hacer venir aquí!

-¡¡¡Ayuda!!! ¡¡¡Socorro!!!

Corría. El paraguas cayó al suelo de lleno.

-¡¡Ven!!

Crawford se precipitaba hacia el joven lo más rápido que podía, aunque el pavimento resbalase.

-¡¡Que alguien me ayude!!

Corría desesperado, tarde se percató de que se abalanzaban sobre él. Sus pies se deslizaron y tropezaron pero su voluntad no le hizo perder un segundo en reponerse.

El mayor cogió mas prisa, estaba en mejor forma y sabía cómo no caer. Aden se dio cuenta de esto. Estaban a menos de diez pulgadas.

-¡¡Voy a...!! —el adolescente se detuvo lo más brusca y secamente que pudo y aprovechó que el ojiazul resbaló por el impulso y le asestó un codazo en el vientre. Retrodeció y volvió a aprovechar para golpearle en la mejilla. Le empujó y el clima contribuyó a su favor para que el demente se cayera al suelo.

La rabia también actuó y le maltrató dándole dos patadas con la punta de sus zapatillas viejas.

Salió corriendo, y diez segundos después de hacerlo, sintió como una fuerza superior a él tiraba de sus hombros con una agresividad máxima.

"¡¿Cómo ha podido... ?!" Pensó, sin terminar la frase cuando ya creyó que le empujaron para caer. Pero no fue así, cayó en el pecho de Crawford, y antes de que se pudiera apartar, el psicópata le sostuvo con una mano en su pecho puesta por encima el hombro izquierdo y con otra sosteniéndole el vientre por debajo del brazo derecho.

A Aden le sorprendió que un hombre inteligente como lo era Crawford no le hubiera inmovilizado los brazos. Perfectamente podría escapar con otro codazo.

-Sé que no lo harás —contestó como si estuviera presente en su mente.

-¿...Cómo te pudiste levantar tan rápido?

-No quería que te fueras —respondió entre expiraciones.

-...

Se quedó en silencio, no hizo ni dijo nada.

-...¿Es así como se dan los abrazos? —cuestionó acompañado de más suspiros y exhalaciones.

-...Los das muy mal, es la primera vez que no te asustas cuando me tocas —levantó las manos y se quitó la capucha de manera áspera y brusca. Le miró como pudo intentando girar su cabeza hacia atrás, por un momento prestó atención al vaho que soltaba continuamente el demente.

-Ya... aprenderé contigo.

-...Crawford... no quiero nada... no quiero volver a verte.

El ojiazul descendió la mano que se encontraba por encima del hombro de Aden, puso sus dos brazos debajo de los del joven, apoyó sus palmas en el esternón del chico.

-Se que te gustan las chicas pero...

Aden echo su cabeza hacia atrás y la apoyó en el hombro de Craw. La lluvia bajaba por el rostro del muchacho y el asesino, presionó sus manos sobre el pecho del castaño.

-Aden..., ¿quisieras empezar una relación conmigo?

Aden suspiraba y el corazón del mayor latía a cien.

-...Sí.

Fin de la Introducción del libro.

Nota del autor/a:
Fin de lo que ha sido la introducción al libro, ¡¿preparados para la aventura que va a ser Beyond?! :)

-Chris.

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