Avanzó entre las mesas de la cafetería y se sentó delante de Crawford. Éste miraba hacia abajo y se acariciaba los flequillos de su negro cabello con los dedos.
Aden tomó asiento silenciosa y lentamente, el mayor sin mover la cabeza, levantó la vista y le observó con unos ojos azules que intimidaron al joven. Aden por suerte logró ocultar esos sentimientos de cara al exterior y saludó gentilmente. Puso las manos sobre la mesa.-Hola, buenas tardes.
-¿Les dijiste a la policía la versión que te expliqué? -preguntó directamente, con seriedad y un roce de agresividad en su rostro.
-Sí. Se lo dije, cuando me interrogaron -contestó, ni el mismo Aden tenía idea de por qué aceptó la petición de un desconocido a engañar a la autoridad sobre su teoría de un asesinato al aire libre. Tal vez la respuesta era que estaba aterrado, entró en pánico después de haber presenciado aquella escena, y, al encontrarse con Crawford a unas cuantas manzanas de aquella oficina, no pudo evitar recurrir a él. La desesperación provocó que cualquier cosa que alguien le dijera, la aceptara. Y quizás, el ojiazul sabía eso. Quizás sabía que Aden iba a aceptar la idea de engañar a la policía en esas circunstancias, quizás había escrito él en realidad el mensaje de la carta, quizás estaba a propósito ubicado en el camino de Aden para encontrarselo después de que este hubiera salido corriendo de la escena del crimen para contarle su teoría, y el joven no era tonto, todo ello se le había pasado ya por la cabeza-.
-Entiendo -Crawford sacudió la cabeza ligeramente, de un modo casi imperceptible y continuó gentilmente-. Ah, lo siento. Discúlpame, no te he saludado.
-No... no importa.
-...Vale... Oye, hace tres semanas lo de el incidente, lo sé -Aden comenzó a masajear la dorsal de su mano con los dedos, el azul notó su nerviosismo-. Aden... -acercó sus manos a Aden y se detuvo, algo conmocionado por lo que iba a hacer, respiró en un instante y puso sus palmas sobre las manos del joven- sé que lo has pasado fatal, horrible. La forma en la que me mirabas cuando me viste y recurriste a mí... parecía que se te iba a caer el mundo encima.
Aden miraba aprensivo, algo incrédulo.
-Gracias...
-Escucha -se inclinó y apoyó su frente contra la del menor, se estremeció, pero no se apartó, se cuestionaba qué estaría pensando la gente de alrededor en la cafetería-, estamos juntos en esto, para siempre -Aden abrió los ojos y las corneas se le irritaron. A pesar de que se sentía incómodo por aquella repentina confesión, a cualquiera le parecería una escena romántica o entrañadora, pero, desde luego, a él... -aunque los dos sepamos que yo maté a ese hombre -...le aterrorizaba.
[...]
-Cariño, ¿puedes encender la televisión? -dijo la señora Moore.
-Claro, cielo -se levantó de la mesa, en la cual ya estaban puestos todos los platos- a mi mujer le gusta cenar viendo el noticiero.
-Ah, ¡eso ya lo sé Dylan! -añadió amenamente el invitado a aquella cena-Ya he venido a cenar muchas veces, de hecho desde antes de que tu nacieras, Aden.
-Seguro que sí, tío Rob.
-Bueno -suspiró el señor Moore, el padre de Aden- ya podemos ponernos los cuatro a la mesa.
-¡Ah, mira! ¡¡Robert!! ¡¿Ese caso no es el que estás llevando tú, cuñado?! -señaló las noticias.
-Sí, bueno, "llevar" no es la palabra correcta. El que lleva el caso es mi viejo amigo Ethan. Yo solo soy un policía. ¿Nunca le habéis conocido?
-No que va.
Aden se quedó callado.
-El otro día hicieron el interrogatorio a los testigos del caso. No pude estar, todavía me encontraba mal, me sustituyó otro compañero.
-Ya veo. Bien que te mejoraste -añadió el joven. Sin embargo, otra cosa ocupaba su mente. Ya habían transurrido tres semanas desde el asesinato, ¿por qué no informó Ethan a los padres de Aden que había sido testigo del asesinato? El detective le dijo que lo haría. Lo más probable es que fuera una estratagema de él, pero si así era, significaba que por alguna razón todavía tenía el punto de mira en él. Y eso era algo que, poniéndose en el punto de vista del detective, no entendía.
-¿De qué va el caso? -cuestionó el hermano, mientras el adolescente se servía refresco en un vaso.
-Bueno, ya sabéis la historia del hombre y su muerte en público debido al envenenamiento, como han dicho en las noticias, lo que pasa y que es información que no se debe revelar es que hemos atribuido esto a un asesino en serie, no sabemos cual, pero...
-¡Aden, estás echando demasiado refresco en el vaso, se desborda!
-Ah, lo siento mamá-se había quedado impactado, pensando en la noticia de que se trata de un asesino en serie-.
-Bueno, que no sabemos cual, pero es bastante seguro que sea un asesino en serie. Ethan es brillante, demasiado. A veces hasta me da envidia -rió.
-Si es información privada, no deberías contarla.
-Sois mi familia, os digo que es privada y que no la contéis a nadie, ¿acaso qué podría pasar?
-¿Verdad? -pensó sarcástico el joven castaño.
-Robert, cuentanos sobre tu amigo Ethan, nos hablaste de que tenía un problema, ¿verdad?
-Bueno, lo cierto es que él, se volvió bastante promiscuo después de sufrir problemas familiares.
-Se aficionó a las prostitutas.
-Exacto. Dice que está arreglando esos asuntos y que en su opinión ha cambiado mucho, que ya no se deja caer por esas zonas de prostitución y que se cree más alegre.
-...¿Y tú le crees?
-...En absoluto.
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Beyond
Misteri / ThrillerLas acciones y las fechas transcurrían, y un día, aquel adolescente introvertido e inocente se percató de que que le estaban observando fijamente, le observaba un monstruo despiadado y sádico con los ojos inyectados en sangre. Un monstruo que había...