Los Golpes de la Vida

Capítulo VIII

<<...193,195,197, No es este pasillo>> estaba caminando por los pasillos del enorme cuarto piso. Parecían infinitos y eso asustaba un poco. <<196,198,200,202...>> y bum!!! Mi cabeza estalló, sólo llevaba unos minutos buscando a mamá pero ya me estaba impacientando <<199,201... Genial>> entro al espacioso cuarto color blanco, un escalofrío recorre mi cuerpo y siento como mis ojos se humedecen al ver la figura de mi mamá, me siento en la silla junto a la cama y observo detalladamente tiene el labio inferior partido, su ojo izquierdo está demaciado inflamado en un color morado al igual que la mejilla, también su brazo izquierdo está roto y un yeso blanco lo cubre, me doy cuenta de que he empezado a llorar tomo su mano entre las mías y con mucho cuidado coloco un corto beso sobre ella con miedo a lastimarla la dejo de vuelta a su lugar. Han pasado unos minutos cuando una enfermera entra a la habitación, detras de ella entra aquel hombre al que accidentalmente le di un beso en los labios Yo en seguida me limpio las lágrimas y me pongo de pie.

-es familiar - pregunta la enfermera mientras el doctor revisa su portapapeles.

-si, es mi madre -

---bien, tu padre llegó con ella en brazos hace tres horas dijo que la habían asaltado, bueno tiene algunas fracturas pero se recuperará en unas semanas en unas horas más le haremos mas estudios--- yo solo opté por asentir con la cabeza de solo mirarlo podía sentir como mi rostro era un arcoiris, amarillo pálido por la sorpresa, después morado por la falta de aire, verde por las ganas de vomitar y rojo de la verguenza --- ¿estás bien? Te vez palida. ---

--- s-sii yo estoy bien---

--- bien --- se acerca a mi y me extiende una tarjeta en blanco --- necesito tu número para comunicarte el progreso de tu madre además quiero tenerlo también sólo para mi--- ante a palabras no pude evitar no ponerme roja ante sus palabras, antes de poder responder entró la enfermera cosa que agradecí, no tenía ni puta idea de que hacer después de eso <<eso que significa ¿me está coqueteando? Le doy mi número ¿o no?>> en ese instante recordé lo que le ha pasado a mi celular hace unas horas, tantas cosas han ocurrido hoy tan de película que ni yo misma me lo creo <<MIERDA>> pienso al recordar mi celular debí quitarle la memoria y el chip antes de botarlo. Veo el pequeño reloj que adorna la habitacion y noto como se me está haciendo tarde para cubrir el turno de Ella en la cafetería, son darme cuenta ya me he puesto de pie y ahora me dirijo a la salida, veo por última vez al doctor Ross, según la pequeña placa que tiene su bata Blanca ese es su nombre pero antes de salir me detiene para decirme en voz baja --- pienso que es lindo lo que ha pasado en el elevador--- lo veo sorprendida por sus palabras no se como actuar ante esa situación, él parece notarlo y me regala una sonrisa que enamoraria a cualquiera para después seguir escribiendo en su portapapeles y yo son saber que hacer simplemente salgo de ahí al salir busco con la mirada al doctor Ross a través de la ventana en ese instante el se voltea y nuestras miradas se encuentran se despide agitando su mano en mi dirección le contesto haciendo lo mismo y salgo de ahí <<eso fue raro>> avanzo a paso rápido antes de que Frank decida abandonarme en este lugar bajo por las escaleras ya que los elevadores ya no son de tan de mi agrado aunque Rosa es muy guapo no quisiera que lo sucedido se repitiera. Por suerte papá aún está en el estacionamiento al entrar en auto le pido que me lleve al trabajo y agradezco que el haya aceptado.

Papá se detiene frente a la cafetería le agradezco y salgo con rapidez pues he llegado tarde, al entrar Ella me recibe con una sonrisa amplia --- perdón por el retraso ---

--- no te preocupes linda, suele pasar--- sólo le dedico una sonrisa.

Se quita el mandil color chocolate y me lo extiende al mismo tiempo que la pequeña libreta y el boligrafo --- no olvides cerrar ambas puertas--- me entrega las llaves y se retira.
Por las noches el local siempre está más ocupado hay mucha más gente que durante el día y por suerte la mayoría de mis turnos son saliendo del Instituto.