Capítulo II

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Hace unos minutos que salí del Instituto, había sido como cualquier otro día y ahora me dirigía a casa, por una parte me gustaba ir y venir de mi casa al Instituto caminando, era muy cansado pero entre más tardara en llegar a mi casa estaba mejor. Iba caminando por la ciudad con los audífonos puestos, me encantaba la música era algo que me consumía en un estado de tranquilidad y siempre he deseado con toda mi alma tocar el violín para mi es un instrumento hermoso al igual que la melodía, caminando me di cuenta que desde hace años que tomo la misma ruta, podía cerrar los ojos y mis piernas sabrían tomar el camino correcto, dejé que ellas hicieran su trabajo para dejarme llevar por la música y olvidarme de la realidad, Lindsey Stirling toca de una manera increíble el violín, me encanta su estilo. Seguía caminando por la ciudad, era muy loco caminar de esta manera porque no ponía atención a a mi alrededor, cruzaba algunas calles sin fijarme, sin importarme que me pudieran atropellar, la verdad no me da miedo la muerte pues ésta sería mi salvación para escapar de esta vida de mierda. Estoy a la mitad de mi ruta diaria, sin embargo no me siento cansada y sigo poniendo toda mi atención en la melodía que llena mis oídos, en unos minutos siento como alguien toma mi brazo con fuerza impidiendo seguir mi camino, veo al frente y me doy cuenta que estaba a punto de cruzar la calle mas transitada de la ciudad, veo las decenas de coches pasar frente a mí, por una parte me siento decepcionada y por otra agradezco a la persona quién me ha salvado, observo mi brazo derecho y me doy cuenta que aún no me suelta de su agarre.

---Estoy bien. Gracias --- digo para que me suelte. Observo la mano que está tomando mi brazo con firmeza y me doy cuenta que es enorme lo que significa que se trata de un hombre, un escalofrío recorre mi cuerpo, el sexo opuesto no me agrada mucho me siento incómoda con los desconocidos que son hombres y sí, estoy media traumatizada. Vuelvo a observar la mano y un hermoso anillo la decora su estructura es plateada y una hermosa piedra color azul lo decora, lo sigo contemplando unos segundo --- Estoy bien. GRACIAS --- vuelvo a decir mas fuerte, para que me suelte y el tipo al darse cuenta de mi incomodidad me suelta torpemente, como dudando si soltarme o no --- Gracias --- vuelvo a decirle, levanto la visa y veo la oportunidad de cruzar, sin esperar respuesta sigo mi camino.

Llego a mi lugar favorito, la escuela de música, ahí había asistido alrededor de 1 mes había reunido suficiente dinero para unos meses y la maestra Sandra me prestó uno de sus violines ella me agradaba era muy gentil pero al cumplirse un mes ella se mudó a Europa, no recuerdo a dónde y me dolió su partida ya que no tenía suficiente dinero para comprar un nuevo violín y tuve que abandonar las clases, nada me sale bien. Me siento en una banca frente al edificio, éste tiene un gran ventanal en dónde puedo ver perfectamente a las estudiantes tocando hermosas melodías, retiro los audífonos para tratar de escuchar lo que tocan pero me es difícil hacerlo, aún así me gusta ver sus movimientos, sus rostros mostrando satisfacción, me mantengo así unos minutos y noto como todas se detienen y para desviar su vista hacia mi,es incómodo ya que siguen mirándome para después negar con la cabeza <<que mierda>> vuelvo a colocarme los audífonos para seguir mi camino a paso rápido para escapar de ese lugar y otra porque se me ha hecho tarde y lo que menos quiero es una pelea con mis padres. 

Falta poco para llegar a casa y aún no entiendo lo sucedido anteriormente <<seguro y no me miraban a mí. Sí, debe ser eso>> sin esperarlo llega a mi cabeza ese precioso anillo, al dueño no le vi el rostro, preferí no hacerlo, pero ahora me arrepiento de no haberlo hecho. Llego a mi casa sin notarlo, parecieron segundos, veo la hora y he llegando 10 minutos tarde <<por favor que Frank no esté en casa>> me repetí una y otra vez, no quería verlo, no tenía ganas de ser golpeada. Saco mis llaves y abro la puerta torpemente, las manos me tiemblan y comienzo a sudar, ya estoy dentro y no hay señales de ese maldito y siento un gran alivio, camino rápidamente a mi cuarto, tampoco quiero verla pero al entrar al pasillo me la encuentro de frente y al mirarme me regala una sonrisa que me estremece ya estoy acostumbrada pero aún me duele y duele verla así de ebria casi todos los días, trato de evitarla para llegar a mi recámara y encerrarme hasta el día de mañana, a unos pocos pasos de llegar a mi refugio siento cómo alguien toma con fuerza mi cabello y lo estira hacia atrás cayendo yo de espaldas, me retuerzo del dolor pues me arrastra por el piso jalando mi cabello y duele como la mierda <<piensa algo bonito>> me repito una y otra vez, veo que se detiene y en el fondo lo agradezco.

—¿por qué si sabes que me enfurece que llegues tarde aún lo haces?— la verdad no quería responder mi sola presencia ante él lo enfurecía. —¡contéstame maldita zorra!—

—solo fueron 10 minutos papa— dije en un susurro y cabizbaja 

—¡NO ME LLAMES ASÍ MÁS!— me grito con tanta fuerza que di un salto de la impresión  —desde ahora tu no eres nada para mí, nunca me has importado, no entiendo como no te he echado fuera antes. ¡ Tú no eres mi hija! ¡ NUNCA LO FUISTE! — sus palabras me dolieron más que todos los golpes que había recibido por su parte juntos. Comencé a llorar y eso lo enfureció, camino hacia mi furioso y como aún me encontraba en el suelo, impactó su pie en mi estomago lo que hizo retorcerme del dolor, mamá apareció en mi campo de visión y comenzó a reírse de lo sucedido parecía una loca me dolía que ya no me apoyara como antes, me quedé en el suelo, el dolor intenso no me permitía moverme así que no lo hice después de unos segundos mamá vuelve con una bolsa de hielo pero me la deja caer en mi estómago intensificando el dolor cierro mis puños y el coraje me invade pero no hacia mis padres sino hacia mí por no tener el valor de odiarlos por seguirlos amando y llamarlos padres cuando no se merecen ese título, teniendo los ojos cerrados, siento como alguien besa mi frente, abro los ojos y es mamá «¿pero qué mierda?» se pone de pie y la pierdo de vista aún estoy en shock pero tomo fuerzas para levantarme y llegar a mi habitación.

Hola:) espero que estén disfrutando mis letras, solo un aviso, quería decirles que ya tengo varios títulos en mente pero en unos capítulos más se los mostraré y así puedan votar por uno de ellos.

        


Los Golpes de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora