No había vuelto a entrar a su habitación desde aquel día, llevaba ya cuatro noches durmiendo en el sofá grande de su sala, le daba asco mirar su cama y recordar el rosto de él en ella. Cerró los ojos fuertemente para intentar borrar la imagen de él de su mente... Sin tener éxito. Desde hace cuatro días que ella no se movía de su sillón más que para basquear algo de la cocina, tomar el mando/control de la televisión o darse un baño que más bien pareciera chapuzón de horas. Prácticamente había abandonado su trabajo en la editorial, cosa que no le preocupaba del todo ya que ella era la dueña, pero tomo en cuenta nunca más inspirarse en el cariño que su -ahora- ex-novio le daba. Eran las diez de la mañana y ella aún seguía recostada en su sillón cubierta por su fino cobertor -ya que estaban en temporada de invierno-, decidió que ya había sido mucho tiempo de estar actuando como vaga, cuando ella a las 6 de la mañana ya estaba terminando de bañarse, para arreglarse y dirigirse a su hermoso trabajo que tanto ama. ¡Es suficiente! -gritó su conciencia y ella se dijo que era cierto. Ya era suficiente de estar tan deprimida por lo que pasó, ella era un mujer fuerte, toda su vida lo fue, lo es y lo seguirá siendo. Se paró del sofá, dejó el cobertor y almohada tal como habían amanecido y subió las escaleras. Como escritora, siempre tenía preparada una maleta con ropa por si necesitaba viajar de improvisto a alguna parte del mundo. Quería regresar a su antigua vida, eso es correcto, pero no era tan valiente como para entrar a ese cuarto. Saco ropa cómoda pero sin perder la elegancia. Se metió a bañar y cuando se sintió limpia de ese sillón junto a esa cobija y almohada, se cambió en el baño, su maquillaje estaba en el cuarto, pero hoy no quería usarlo, un poco de polvo y brillo labial sería suficiente para sentirse bien consigo misma. Su cabello lo dejo natural, ______ contaba con la suerte de que su melena no padecía de friz o algo por el estilo. Cuando terminó de arreglarse, fue hacia la cocina a prepararse algo de -a estas horas- comer, ya que el tiempo se le había ido volando y ya eran pasadas de las doce del mediodía. Cuando se disponía a entrar a su cocina, el timbre la detuvo, se regresó a la puerta de entrada y sin tomar el tiempo de fijarse quien era, la abrió... Valla sorpresa que se llevó.
- Hola -saludó temeroso el castaño.
Y entonces la pared que hace unas cuantas horas había decidido levantar, se derrumbó de nuevo al verlo frente a su puerta, mirándola como si la vida se le fuera en ello y con su pecho subiendo y bajando al ritmo de los latidos de su corazón -ahora acelerado al verla-.
- ¿Podemos hablar?, por favor -abrió de nuevo la boca el castaño y cuando _______ captó sus palabras, supo que no podría hacerlo sin echarse de nuevo a sus brazos y eso era precisamente lo que ella quería evitar a toda costa.
Antes de que él pudiera captar los movimientos de ella, esta cerró la puerta en su cara, cuando él quiso impedirlo, ya era demasiado tarde, ella ya había puesto el seguro a esta. Él gruño y pegó su frente al trozo de madera que los dividía.
- Por favor ________, necesito hablar contigo... Y si tengo que mudarme a tu porche, lo haré. Esperaré horas, días, incluso semanas si es necesario, para poder hablar contigo. Esperé casi un año para poder hacerte mía como dios manda, esperaré un poco más para poder hablar -
Las mejillas de la chica -ahora joven, debido a que solo tenía 23 años, al igual que Liam- se enrojecieron a tal punto, que parecían volcanes en erupción. Volvió a sentarse en su sillón, quitó sus zapatos, cruzó las piernas como chino, prendió la televisión y se enredó en su cobertor, intentaba prestar atención hacia el programa que tenía en pantalla, pero por más que lo intentaba, no podía, solo veía como en la esquina derecha de su televisor descendían los grados y como el clima cada vez se hacía más frío. Aunque no lo mereciera -y ella no quisiera-, se preocupaba del frío que podría estar pasando Liam afuera de su casa. Para esa noche, había pronosticado 3 grados bajo cero a partir de las 8 de la noche en adelante.