CAPITULO 36.

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Viernes, 1 de diciembre. 17:43.

Estaba en mi habitación, preparandome con Clara. Hoy había una fiesta en una discoteca, cerca de aquí y vamos a ir. Junto con los gemelos.

C:Tía, te tienes que poner este vestido. -dijo cogiendo del armario un vestido con una manga, azul celeste.

-Tacones no. -dije gesticulando con las manos.

C:Esta bien, pero te lo pones.

Entré en mi baño y me puse el vestido.

Me queda bien, pero puede ser mejor.

Clara entro y abrió la boca, en forma de O.

Reí.

C:Joder. Ya entiendo porque Jesús está enamorado de ti. -río y le miré mal.

Me puse mis Andy-Z.

C:¿Vamos?

-Ajá.

Abrí la puerta de mi casa, Encontrándome con los copia y pega.

Sonreí y Jesús abrió la boca en forma de O, más grande que la de Clara.

D:Estas...

J:Preciosa -dijo interrumpiendo a su hermano.

Abrace a Dani y después fui con Jesús. Le bese y me abrazó.

J:Te van a mirar todos los nenes -susurró.

-Y a ti todas las mojis. -susurré.

Reímos.

Andamos hasta la discoteca.

-Te vas a tener que comprar una moto eh. Me duelen los pies. -dije.

J:Tengo una mala pasada con ellas -reí.

(...)

Me encontraba bailando en la pista con Clara. Jesús se había quedado en la barra, bebiendo.

-Ahora vengo, voy a beber algo -le dije a Clara en la oreja, ya que por el ruido de la música no nos escuchábamos

C:Vale -dijo de la misma manera.

Fui hacia la barra. Busque a Jesús con la mirada, pero enseguida me arrepentí. Se estaba liando con Paula. Lágrimas caían por mi cara sin cesar.

Me acerque a ellos y se separaron. Jesús me miro, sin decir nada. Cogí mi bolso.

-¡Eres un hijo de puta! ¡No te quiero volver a ver en la vida! -le di un tortazo y salí de aquel local, con la vista nublada y seguramente con el rímel corrido. Pero me da igual.
Me prometió no hacerme daño joder.

Todos los tíos son iguales de gilipollas.

Jesús.

No. No no y no. Soy gilipollas joder. Salí corriendo detrás de ella.

-¡NATALIA! -grite, cuando salí del local y la encontré caminando.

Volví a gritar su nombre, pero no me hizo caso.

No tendría que haber bebido joder.

Corrí detrás de ella hasta alcanzarla.

-Natalia, espera. -dije cogiendo su brazo, pero rápidamente se separo.

N:No te quiero volver a ver en mi puta vida, no me vuelvas a tocar, ni a mirar ni nada. Cuando te vayas a Madrid olvidate de mi. Allí te podrás liar con todas tranquilo, como ahora has hecho.

Por tu amor. [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora