Por tu amor. [Jesús Oviedo]

13² Me encanta que me molestes, mi molestia.

Clara:Tía deja ya el móvil

-Perdón -digo guardando el móvil- ¿Crees que ha venido?

Clara: ¿Jesus? -asiento- Pues claro.

Entramos en el local donde se celebra la fiesta. Después de felicitar a la cumpleañera y darle su regalo me dirijo a la barra donde encuentro a Jesús.

Jesús: Holaa -dijo dándome dos besos- ¿Qué haces aquí?

-Oh, me invitó.

Jesús: Eso esta bien -dijo pasando su mano por el pelo nervioso- ¿Bailas conmigo?

-Claro. -nos dirigimos hacia la pista de baile donde ya hay gente bailando.

Jesús: Estas muy guapa -sonrie *foto multimedia* y coge mi muñeca para hacerme girar- Todos te miran.

Me giro y efectivamente hay un grupo de cinco o seis chicos mirándom.. Mirando mi culo. Elevan la vista y me sonríen. Les saludo con la mano y vuelvo a girar.

-Gracias por lo de guapa. -di un beso en su mejilla y este sonríe.

(...)

Un chico se acerca a mi después de que Jesús se acercara a la barra para pedir algo de beber.

X:Hola guapa.

-Eh, adiós. -bien, cortante.

X: ¿Qué haces aquí tan solita? -dijo esquivando mi respuesta.

-Ehm, no estoy sola.

X:¿Tienes novio, guapa?

-No.

X: Entonces podemos tener algo entre nosotros.

Nota mental: no quedarme sola en ninguna fiesta. Prohibido.

-Si. Por ejemplo, distancia -dije gesticulando con las manos.

X: Oh, no no. Vamos a pasar un ratito divertido en el baño, por las buenas o por las malas -dijo con una sonrisa pícara y pega su cuerpo completamente al mío.

-¡Que me dejes! -grité pero el alto volumen de la música impide que se oiga.

X:No te retuerzas, nena. Vamos a ir, no quiero obligarte.

-¡Dejame en paz tío!

X:Se acabó, vamos. -agarro mi muñeca y arrastró mi cuerpo hasta llegar al baño.

-¡Dejame! -grité.

Estoy cagada, chaval.

X:No chilles, preciosa. Será peor -avisa.

-¡Jesús!

Jesús.

Llevo buscando a Natalia cosa de 5 minutos por el pequeño local, y no la encuentro. Le dije que no se moviera de la pista joder.

Me dirijo a los aseos y entro al de hombres. Nada, no hay nadie.

Espero en la puerta del baño de mujeres para preguntar a alguien, cuando oigo un chillido.

¡Jesús!

Es ella. Es su voz, la reconocería en cualquier parte. Y por su tono puedo notar que esta llorando.

Entro sin pensarlo dos veces y encuentro a un tio intentando desnudar a Natalia a lo que ella se resiste.

-Te ha dicho que la dejes, gilipollas -se gira al oír mi voz y mi puño impacta en su cara. Cae al suelo y se levanta rápidamente para salir de la estancia.

Me acerco a Natalia que esta echa una bolita en la pared llorando.

-Ei -me siento a su lado- Ya está, pequeña. Ese gilipollas no te volverá a molestar.

Me mira y limpio sus lágrimas.

Natalia: Lo siento -la abrazo- Lo siento por er una molestia siempre.

-Me encanta que me molestes, mi molestia -doy un beso en su cabeza- Eres una molestia bonita.

Natalia: Ninguna molestia es bonita, solo molestan -dice entre alguna que otra carcajada.

-Ahí la conclusión de que no eres ninguna molestia.

Me separo de ella y sonríe.

Natalia: Siempre estoy molestandote
-dice levantándose y arreglándose la ropa- Me han estado a punto de violar y tu te has enfrentado a él tío -me mira- No pensaba que serias capaz -suelta una carcajada.

-Por ti lo que sea. -dije levantandome.

Bien Oviedo. Que no se noté que estés enamorado de ella.

-¿Vamos fuera? -dije cambiando de tema.

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