CAPITULO 23

2.6K 111 1
                                    

Jesús

Fui detrás de Natalia hasta llegar a un bosque no muy grande. Ese cabrón la había cagado pero bien.  Llegué hasta el árbol donde se había subido, no muy alto.

Natalia

Estaba llorando ¿por qué todo me pasa a mi , joder? No lloro por lo de Martín. Lloro por Jesús , es muy duro estar enamorada de una persona y que ese amor no sea correspondido. Levanto la mirada, encontrandome con Jesús , que me miraba preocupado. Aunque con una sonrisa.

J:¿Éstas bien, princesa? -negué con la cabeza.- Ese cabrón las va a pagar.

-No le vas a hacer nada, Jesús.

J:No voy a dejar que te haga daño. Ni él, ni nadie.

Que mono que es por dios.

-Tu no te meteras, Jesús. No quiero meterte en líos por mi culpa ¿vale?

J:Lo que tu digas, pero como lo vea por la calle...-amenazó.

Sonreí junto a él.
Se sentó al lado mía y me abrazo.

-No me importa lo que me ha hecho. Me da igual.

J:Claro... Y por eso estas llorando.

-No estoy llorando por que se haya liado con otra. -Jesús besó mi cabeza.

Otra vez esa sensación en la barriga.

Nos quedamos en silencio varios minutos.

J:¿Tu también lo sientes?

-¿El que?

J:Esa sensación en la barriga. Como mariposas... Aunque más bien yo tengo ahí tigres hambrientos, la verdad.

Reí.

-Si, también las siento. -el sonrió-
Mi madre dice que eso lo sienten los enamorados cuando están cerca de esa persona.

Le mire.

J:Pues entonces -limpió mis lágrimas con su dedo- me estoy enamorando de ti, ya que acabó de merendar y hambre seguro que no es.

Joder, el lo dice en un segundo y yo no te tenido valor para decírselo durante casi 4 años.

Jesús exhalo el aire por la nariz fuertemente.

-No te puedes enamorar de mi.

J:¿Por qué no?

-Te mereces a alguien mejor que yo.

J:¿Existe?

-Pues si. Además , a ti te gustan las rubias. -dije poniendo la primera excusa que pasa por mi cabeza.

J:Eso no tiene nada que ver. Tu decías que era feo.

-Y lo er.... -iba a terminar cuando ¡¡BUM!!, estampó sus labios contra los mios.

Se movían lento. Encajaban a la perfección. Sus pequeñas rajitas debido a que tenia los labios cortados me encantaban.

Jesús

Era un beso lento, con pasión. Pero sobre todo con muchos sentimientos. Ella sonrió en mis labios y creo que algo dentro de mi de derritió. Sonreí yo tambien.

Nos separamos.

Natalia no paro de sonreír , al igual que yo. Parecíamos dos tontos.

-No sabes cuantas veces he soñado con esto.

N:Y yo -admitio avergonzada.

-Es el mejor beso que he dado. Y el mas bonito.

Ella no dijo nada. Solo sonrió y me abrazó, acurrucandose en mi pecho.

Le di un beso en la cabeza.

Necesito sus labios. Y eso que los acabó de probar. Pero me encantan. Es la única curva en la que podría estrellarme sin sentir dolor alguno.

Y es, que... Soy idiota. Antes de perder el tiempo con Laura tendría que haber estado con ella. Me di cuenta tarde.

Aunque , en mi defensa diré que ella también perdió el tiempo con Martín. Poco, pero tiempo es tiempo.

N:Jesús...

-Dimeee -dije divertido.

N:Ahí hay una... Serpiente.

Natalia

Jesús grito. Me estaba riendo mucho y me heche hacia atrás de la rama. Me caí de culo pero me seguí riendo. Jesús me estaba mirando serio, pero riéndose ¿como lo hace?

J: ¿Seguro qué ahí una serpiente o es una retrasada?

Pare de reírme y le mire mal. El puso cara de asustado y reí.

-Ayudame a levantarme, mongolo.

J:Si claro, me dices mongolo y ahora te ayudo a levantarme. Tengo dignidad -se cruzo de brazos.

Le mire desafiante.

-¿Quieres que le cuente a tu madre lo de...

J:VALEVALE. Te ayudo. -me levantó- Pero tu, calladita. -me señaló-

-Vale,vale.

Esto es lo bueno de saber cosas de la gente. Que los chantajeas. ¿Mala gente? Para nada. Solo miro por mi bien.

Por tu amor. [Jesús Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora