Muddled - TH One Shot

Muddled. Kim Tae Hyung

-Ay! TaeHyung!"

Tropecé en el dormitorio de TaeHyung con su brazo sobre mi hombro. Estaba borracho, muy borracho, al punto donde no tenía ni la menor idea si incluso caminaba o no. Tenía los párpados entrecerrados hasta la mitad y murmuró palabras incomprensibles con la mayor parte de su peso sobre mí, lo que estaba dando como resultado un momento difícil para tratar de llegar sano y salvo a su cama.

A medida que finalmente llegué a la cama, suspiré tanto de agotamiento como de alivio cuando lo dejé ir, lanzando su cuerpo sin fuerzas sobre ella... Lo único es, había olvidado por completo que su brazo estaba bien enganchado alrededor de mis hombros.
Y aquí estaba yo, cayendo justo encima de TaeHyung. Grité por la fuerza de tracción repentina, pero pronto tuve la cabeza hacia atrás hasta encontrar el rostro de V tan cerca que casi tuve un ataque al corazón. Tragué saliva por la cercanía, pero agradecí al cielo al encontrarlo profundamente dormido; su respiración era lenta y constante, y sus ojos estaban cerrados  fuertemente.
Suavemente suspiré de alivio con una pequeña sonrisa formándose en mis labios, y admití internamente una vez más que su rostro dormido siempre fue el más tranquilo y lindo que he visto nunca.
Lentamente comencé a cepillarle el pelo con los dedos a través de los mechones suaves, su postura visiblemente suavizada bajo mi tacto, su respiración comenzó a hacerse más profunda.
Después, llevé mi mano hasta su rostro, suavemente acariciando mi pulgar contra su mandíbula. Y antes de que me diera cuenta, me había inclinado hacia abajo a picotear un suave beso en los labios (vamos, permíteme ser honesta- ¿quién no lo haría?) Antes de poder regresar mi cabeza a su posición original, los ojos de Taehyung se abrieron.

Qué, qué, qué. ¿Qué? ¿No estaba durmiendo? No hice nada malo, pensé para mí misma, pero pronto recordé que acababa de besar a un hombre dormido, sin siquiera saber lo peligroso que es...
Parpadeé. Él parpadeó, también. Volví a parpadear, y él parpadeó de nuevo, mirándome como si fuera un pequeño polluelo que espera ser alimentado.
Y no pasó mucho tiempo para que sus ojos comenzaran a oscurecerse.

De repente él se dio la vuelta, y muy pronto estaba mirandome con sus brazos protectoramente alrededor de mis hombros. Un extremo de sus labios se levantó en una sonrisa sexy antes de abrir la boca para hablar con voz soñolienta.

-Qué chica más traviesa.

... Uh-oh.
Y antes de que pudiera decir nada, se zambulló en mis labios, besándolos como si no hubiera mañana.